Verdades Ocultas (COMPLETA Y CORREGIDA)

Rapidez

POV's Brandon

Me encontraba con Elizabeth, dando una pequeña vuelta para terminar nuestra cita, cuando sentí que tocaban mi hombro. Al girarme, Faith me sonreía; le sonreí de vuelta.

- Eli, te presento a mi hermana putativa: Faith. - Faith extendió su mano y ambas se saludaron.

- Es un gusto conocerte, Faith. Bran me ha hablado mucho de ti. - Faith sonrió, intentando ser amable.

- Gracias, Elizabeth. No he escuchado mucho de ti, así que no puedo decir que me agrades todavía. - Eli rió por lo bajo y asintió mientras yo rodaba mis ojos. - Bran, es hora de irnos. Papá llamó.

Asentí en silencio, entendiendo el motivo.

- Te llamo luego, Eli. Avísame cuando llegues a casa. - Dejé un beso en su frente y ella asintió con una sonrisa.

Caminamos en silencio hasta la camioneta, cuando me pareció ver algo extraño; aunque no podía ver con exactitud porque se encontraban del otro lado de la camioneta.

Mia hablaba con alguien que se me hace muy familiar. Sujeté a Faith del brazo, sintiendo que me miraba con intriga.

- Es Colby. - Mi voz salió en un murmullo bastante bajo. Faith se tensó, mirando hacia donde yo lo hacía.

Faith se soltó de mi agarre, avanzando como fiera hacia ellos. Yo la seguí con rapidez, preparado para detenerla de hacer cualquier estupidez. Al llegar donde ellos estaban, Faith habló con algo de rudeza.

- Aléjate de ella. - Colby nos miró con burla mientras Mia nos miraba con sorpresa y, algo de alivio. - Ya escuchaste, no me hagas repetirlo.

Faith avanzó, interponiéndose entre ellos dos y yo aproveché aquel momento para atraer a Mia a mi lado y abrazarla con delicadeza. Estaba temblando y sé que no se debe al frío; agradecía el abrigo que tenía encima.

- Bien, me iré, pero... - nos miró a Mia y a mí de una manera extraña - no será la última vez que me vean.

Entrecerré mis ojos, sintiendo el enojo recorrer mi cuerpo. Este no es el mismo chico gentil y tierno; no es el mismo "estúpido" que recuerdo.

¿Qué carajos le pasó a su personalidad?

Lo vimos desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, dejándonos respirar con ansiedad. Miré a Mia, acariciando su rostro con cuidado, secando pequeñas lágrimas que escapaban de sus ojos.

- ¿Qué sucedió? - Ella negó en silencio, escondiéndose en mi pecho.

- ¿Podríamos irnos a casa? Por favor. - Asentí, ayudándola a subir a la camioneta.

Faith y yo subimos también, encendí la camioneta y nos puse en marcha hacia la casa. Unos veinte minutos pasaron cuando estábamos entrando por las rejas de la mansión y yo estacionaba la camioneta a un lado. Bajamos en silencio, mientras abrazaba a Mia con cuidado, intentando darle todo el ánimo que podía, evitando, a toda costa, que sienta más emociones pesadas por el momento.

Al entrar, fuimos recibidos por toda la familia, que nos miraban con curiosidad. Thomas se levantó de su asiento, acercándose a nosotros, leyendo nuestras mentes.

¿Cómo lo sé? No tengo idea, sólo lo siento así.

- Oh, Mia... - La apartó de mis brazos y la abrazó con delicadeza, acariciando su cabello. - Todo está bien, pequeña.

- Lo que yo quiero saber es: ¿cómo rayos hicieron para cambiarlo tanto? ¿Acaso qué le dieron? ¿Hormonas? - Todos miramos a Faith, que se había sentado en el sofá de doble puesto.