Wade
Era hermosa. Su sonrisa hacía que mi corazón comenzara a bombardear sangre con más rapidez. Me daban ganas de abrazarla y jamás soltarla. De agarrarla de la mano y susurrarle al oído que todo iría bien. Que jamás dejaría que le ocurriera algo. Quería llenarla de besos. Repetirle una y otra vez lo mucho que me gustaba. Reconocerle en voz baja lo mucho que me gustaba quitarle la ropa.
Quería decirle tantas cosas que no sabía por donde empezar.
Le regalé una sonrisa y me acerqué al estante donde estaba expuestos productos que utilizaban las mujeres.
Sin pensármelo dos veces, cogí varias cosas y las eché al carro. Diane se movió nerviosa. Sabía que era para ella y que solo había pedido la ayuda de Elizabeth por vergüenza. Aún que pensándolo bien, había pensado con astucia.
— ¿Era esto lo que queríais? — cuestionó Adam elevando una ceja — Podríais haberlo dicho desde un principio — comenzó a caminar empujando el carro — Ni que me hubiera robado tampones para metermelos en el culo
Todos lo habíamos escuchado, pero este seguía andando como si nada. Axel, Diane y Seth comenzaron a reír alejándose de Elizabeth.
Quería hablar con ella. Me había molestado un poco su rechazo. Más bien me había dolido. Jamás había sentido algo así por una persona. Pensaba que ella podía ser mi salvación en toda esta mierda.
Pero me equivocaba. Ella tenía razón.
Era yo el que tenía que salir del hoyo por mi mismo. No valía que ella me ayudara, no tenía sentido. ¿Y si ella se iba después de haberme salvado? Volvería a caer, y eso era algo que no quería que pasara.
No necesitaba una luz en mi oscuridad. Necesitaba que yo mismo comenzara a brillar. Yo tenía que ser el que decidiera que hacer con su vida. No podía ser ayudado, porque el día de mañana podría recaer de nuevo.
Elizabeth tenía razón. Y lo había comprendido.
La observé atentamente. Sus labios estaban algo rosados a causa de sus mordidas cuando estaba nerviosa. El pantalón negro que tenía se pegaba a su cuerpo dándole un aspecto bastante atractivo. Su camiseta corta y blanca de rayas azules dejaban un poco de su vientre al aire.
Era hermosa.
— ¿Qué miras tanto? — preguntó acercándose a mi, con una sonrisa — Se te ve bastante contento. ¿Qué pasa?
— Pasa que eres preciosa — bramé sin darme cuenta. Sus ojos se abrieron de la sorpresa, observándome con detenimiento —
— Vaya — aspiró sorprendida — gracias
Me regaló una de sus sonrisas. De esas que tanto me gustaban. De esas que hacía que mi cuerpo adquiriera un calor bastante especial. Algo que solo ella podía hacer.
— No tienes que darme las gracias — dije sin mirarla a los ojos. No podia, me sentía rechazado. Me dolía verla tan cerca de mi, y sin poder ni si quiera abrazarla.
Comencé a caminar siguiendo los pasos que había cogido Adam minutos atrás.
Elizabeth no siguió mis pasos, pero no la esperé. Me dolía mirarla.
— Espera — me llamó Elizabeth corriendo hasta llegar a mi — Me gustaría hablar contigo.
— ¿De qué? — pregunté al instante, cruzándome de brazos — ¿Política? ¿Motos? ¿Fútbol? ¿Drogas? ¿Alcohol?
— De nosotros
Me quedé congelado. No me esperaba para nada sus palabras. Podríamos hablar de cualquier cosa menos de eso. Cuando le había reconocido que me gustaba me esperaba que me correspondiera.
Pero cuando me rechazó... No quise tocar el tema. No quería arriesgarme a que se alejara de mi por ser pesado. O simplemente porque estuviera incómoda conmigo.
No quería arriesgarme a perderla.
— ¿En un supermercado? — pregunté incrédulo — ¿Lleno de personas?
— No quiero que sea demasiado tarde — respondió suspirando — No quiero esperar. Quiero decírtelo y dejar de sentirme de esta manera tan rara.
La miré a los ojos después de mucho tiempo. Amaba sus ojos azules. Eran dos océanos en los que me hubiera gustado muchísimo navegar. Hubiera querido verlos todas las mañanas al despertar.
— ¿Qué me tienes que decir? — solté tomándola por sorpresa. No me gustaba la espera, y más si me estaba haciendo daño —
— Quería pedirte perdón — admitió en voz baja — Estuvo muy mal lo que te dije.
— ¿Ahora te das cuenta? — escupí rencoroso.
Había sido un imbécil. Ella no se esperaba esa respuesta por mi parte, la había dejado sin palabras.
No quería discutir con ella. Solo quería arreglas las cosas y que nos volviéramos a tratar como antes.
Pero sabía que eso era muy difícil.
— Entiendo que estés enfadado — comenzó a hablar después de suspirar — pero quería decirte que me preocupas, de verdad. Me importas — confesó.
¿Y? ¿Que pasaba con eso? A mi también me importaba. Pero cuando ella me rechazó, no pensó en el daño que me podría causar.
Por que sí, soy un tío al que nunca le han importado los sentimientos de ninguna tía, cierto.
Pero cuando alguien me importaba de verdad luchaba hasta caer rendido. Si tenía que levantarme, me levantaba hasta no poder más. Y eso es lo que había intentado hacer con ella.
Habría querido luchar con ella una y mil batallas. Pero la realidad era que, yo a ella no le importaba
Quizás pensara que dándome un poco no me alejaría de ella. Pero se equivocaba. Si no me quería, no me quedaría a su lado
— ¿Y qué pasa con eso, Elizabeth? — cuestioné levantando los brazos — Mírame. ¿De verdad piensas que soy el típico tío que se va a declarar cuando a ti se te antoje? ¿Me ves con la cara de imbécil de quedarme a tu lado después de haberme rechazando? No nena, no. Si no me quieres, ¿crees que no hay suficientes chicas que lo hagan por ti? Por supuesto que las hay.
— ¡No te rechacé! — gritó llamando la atención de una anciana que cogía un champú — Para mi seria mas fácil aceptar y corresponder tus sentimientos, Wade. Pero para eso tendrías que cambiar. ¡Yo no puedo estar con una persona como tú!
— ¿Una persona como yo? — escupí con rabia — Yo al menos se lo que quiero hacer con mi vida, Elizabeth. Y te daré un consejo: no pidas cambiar a las personas cuando la primera que tiene que hacerlo eres tú.
La mire una vez más. Se había sorprendido bastante por mi arrebato de rabia, pero ya era demasiado tarde. Ya lo había dicho.
La esquivé y comencé a andar, dejándola atrás, en busca de mis amigos.
¡Lo siento! ¡Lo siento y lo siento! He cambiado de móvil y ahora resulta que desde este mierda móvil el Wattpad no iba (menos mal que lo arreglé) también he estado súper liada. Así que lo siento.
Intentaré la próxima no atrasarme más
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WADE © [TERMINADA]
Action•°• -No puedo seguir con esto - declaré cruzándome de brazos. Sus ojos estaban llenos de tristeza. Estaba apunto de explorar, y todo era por culpa mía-. -¿Y que fue para ti esto, según tú? - Gritó de vuelta. -Fue algo - solté con tranquilidad. Sa...