WADE © [TERMINADA]

Capítulo 57

Elizabeth Brooks

Aiden me miró de arriba a abajo intentando escanearme. A él le gustaba menos que a mi la situación que estábamos teniendo. Sí era verdad lo que él decía de que estaba enamorado de mi, sabía lo mucho que esto me afectaba.

Carraspeé nerviosa. No sabía la escusa que podía ponerle a mis amigos para que me dejarán marchar porque si les decía la verdad me gritarían diciendo que en el mejor lugar que podía estar sería con ellos.

No podían enterarse de nada.

— Lamento mucho lo que está pasando — volvió a hablar Aiden, al verme tan callada. Este me miraba con lástima, y hasta con un poco de tristeza — Si fuera por mí jamás habrías entrado en este mundo..

— Yo tuve la culpa de todo esto — reconocí sin mirarle — Yo le hablé mal a Edler, y este quería vengarse de mi. Hasta que alguien le ofreció dinero por mi.

— Te juro que no pararé hasta dar con el culpable, Elizabeth — prometió este acercándose a mi, después de soltar mis manos que seguían agarradas entre las suyas — Después podrás hacer una vida normal. Trabajar y estar con tu pequeño gato, sin que nadie más te moleste.

Me imaginé una vida sin Diane, sin Adam, Sin Seth y hasta sin Axel. Sin las malas palabras de mi mejor amiga. Sin la exageración extrema que tenía Adam. Sin la sobre protección que tenía por parte de Seth. Sin los consejos y sin las palabras de Axel.

Sin la sonrisa, sin los besos, sin las caricias, sin los abrazos de Wade.

No me gustaba esa vida sin ellos.

Y por una parte me alegraba de haberme puesto entre Edler y Wade, porque así conocí a personas que jamás podría olvidar en la vida.

Conocí a Seth, su tranquilidad y su protección de hermano.

Conocí a Axel, su ojos rebosando de diversión y sus malos chistes, sin hablar de las gilipolleces que decía aveces.

Y conocí a Wade. Un chico que al principio había sido un cabrón con todas las letras de la palabra conmigo, pero que después había echado abajo su muro y me había enseñado que no todo es lo que vemos.

Que aveces, antes de gritar tienes que escuchar, que antes de elegir, tienes que tocar, que antes de comer, tienes que oler.

Miles de cosas que jamás había pensado. Cosas en las que no te paras a pensar porque te acostumbras.

— Elizabeth — me llamó Aiden volviendo a traerme de vuelta al mundo real — ¿Estás segura de tu decisión?

No, no estaba segura. Quería salir de la habitación y correr a los brazos de Wade.

Quería abrazarlo hasta que las fuerzas cedieran, quería gritarle que no me quería ir de su lado pero que primero estaba él.

Wade lo había dicho: había podido cumplir su sueño de tener una familia.

Y yo había cumplido el mío.

Conocer a personas que no se lo pensaron dos veces para ayudarme. Sin preguntas, sin querer respuestas. Me ayudaron sin pedir nada a cambio, sin exigirme nada.

Había conocido a personas que les interesaba yo como persona, no por mi pasado.

— Estoy segura — decidí con un hilo de voz —

Aiden asintió no muy decidido y abrió la puerta para mi, queriendo como un caballero que yo pasase primero.

Comencé a caminar lentamente, no queriendo enfrentarme a la tormenta que yo misma había creado.