Elizabeth Brooks
— ¡Diane! — grité abriendo mis brazos. Esta, que estaba mirando atentamente a un árbol se giró y su mirada chocó con la mía —
Sentí como su corazón golpeaba con fuerza su cuerpo. Se vió reflejado en sus ojos lo mucho que se alegraba de verme de nuevo.
Sus ojos me escanearon, buscando cualquier imperfección causada por el accidente. No se lo creía.
No se creía que había vuelto.
Estaba en shock. Me miraba queriendo correr y estrecharme entre sus brazos delgados, pero seguía creyendo que era una imaginación suya.
— ¿No le vas a dar la bienvenida a nuestra invitada especial? — cuestionó Adam divertido, alzando una de sus cejas — Te prometí que la iba a volver a traer de vuelta ¡Me merezco un regalo!
Diane soltó una carcajada llena de alegría y corrió a mis brazos. Impulsó todas sus fuerzas en mi y estuvimos apunto de caer. La abracé y amortigüe su fuerza, resistiendo.
Esta enrolló sus brazos en mi cuello y comenzó a llorar como una niña pequeña.
— Yo — tartamudeó, pero las lágrimas y la respiración no le permitían hablar — Yo creía que habías muerto de verdad — dijo después de unos segundos, tranquilizándose — No me vuelvas a dejar, por favor — suplicó. — Nunca más, por favor
— No me volveré a ir, te lo prometo — le prometí en voz baja, intentando tranquilizarla —
Después de tanto tiempo, sentir de nuevo los brazos de mi mejor me ponía nerviosa.
En esa casa casi nadie me tocaba. Me negaba a que lo hicieran.
Alguien carraspeó llamando nuestra atención. Diane se alejó unos centímetros de mis brazos para saber quién había interrumpido nuestro abrazo de reencuentro.
Me encontré con uno de los miembros de la banda de Wade.
— Me alegro muchísimo de que hayas vuelto, Elizabeth — dijo este sonriendo mientras se acercaba a mi, apartaba a Diane con delicadeza y me daba un abrazo — No te puedes creer todo lo que hemos hecho por ti, por encontrarte.
— Ni ti piidis criir tidi li qii himis hichi pir ti, por incintrirti — se burló Wade en voz baja, cuando el chico lo miró, lo fulminó con la mirada — Apartate de mi chica. Ya. Ahora.
El chico, al que no podía ponerle nombre se alejó de mi, bufando. Wade sonrió victorioso y volvió a acercarse a mi, agarrándome de la cintura.
En el coche, Wade se había puesto de piloto y había echado a patadas a Adam de ahí, queriendo que de copiloto me pusiera yo.
Había estado todo el camino poniendo su mano derecha en mi rodilla, cada vez que no tenía que cambiar de marcha.
Y cada dos por tres me miraba, queriéndose creer de una vez por todas que estaba ahí, a su lado.
— Wade está muy sobreprotector con Elizabeth, William — informó Adam cruzándose de brazos — A mi no me deja ni acercarme a ella.
— Por qué te has metido las manos en los huevos y no te las has lavado —justificó Wade con una sonrisa —
— De eso nadie se tenía que enterar — bufó Adam cruzándose de brazos — He quedado como guarro, como anormal, como retrasado, como pasota de la vida, como Coprófago, como violador, como acosador, como asesino, como camarero de mierda, como hermano de una eficiente mental...
Diane golpeó su hombro, llamando su atención.
— Te voy a meter una hostia que ni el papa te ha dado, gilipollas — informó ella ya mucho más animada. Axel se acercó a ella y le alborotó el pelo, poniéndola nerviosa —
— No se de donde sale tanto mal carácter si mides menos de uno y medio — intentó bromear Axel —
Diane se cruzó de brazos, molesta por haberle dicho enana indirectamente.
— No se de donde sale tanto cuerpo de una cabeza tan vacía — escupió ella, fulminándolo con la mirada a Axel —
Este abrió la boca sorprendido, mientras que todos los demás reíamos observando la escena que estaban haciendo estos dos.
Eran peor que una pareja de casados.
— Al menos tengo bonita cara y estoy bueno — dijo Axel mirándose las uñas — No puedo decir lo mismo de ti.
Diane literalmente abrió la boca, impactada.
Axel se escapó de su puño y comenzó a correr por todo el jardín, con Diane pisándole los pies.
Se estaban peleando como dos niños pequeños.
Wade aprovechó que todos estaban pendientes de la discusión de esos dos para acariciarme la cara, y para asegurarse una vez más de que estaba bien.
— No sabes cuántas veces soñé esto, Elizabeth — me admitió en voz baja, llamando mi atención —
Sonreí queriendo no hablar de eso ahora. Había pasado unos días horribles ahí metida, solo me apetecía salir y respirar aire puro.
La casa no había cambiado en nada. Era la casa donde Wade se había criado. Donde había vivido con su abuelo momentos inolvidables.
La verja que separaba el terreno de la calle se abrió y entró un Audi, con lentitud, queriendo observar todo a su alrededor.
El ceño de Wade se frunció, queriendo explicaciones de quién había entrado sin su permiso.
El coche se paró enfrente nuestra, y salió un hombre.
El mismo hombre que había ayudado a procrear a Wade. El mismo hombre que le había echado de su propia casa. Ella mismo hombre que había dejado a su hijo solo, después de la muerte de su mayor apoyo.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó Wade con una mueca — Creo que te dejé claro, Yeray.
— Sigue siendo mi casa, Wade — escupió Yeray con asco — Puedo venir cuando me salga de los cojones, ¿entendido?
— No — negó Axel con la cabeza — Creo que no te quedó claro — dijo cruzándose de brazos— En tu antigua habitación, me empotro a esta señorita de aquí — señaló a Diane, Adam quiso protestar, pero Axel siguió hablando — Después, el hijo que no te mereces, lo hace en tu antiguo despacho, con la morena de ojos azules — sonrió — Adam y Seth son gays, y lo hacen en cualquier sitio — suspiró con dramatismo, haciendo a Yeray de rabiar — En conclusión, no hay sitio para ti.
Yeray abrió la boca con sorpresa. Los colores se le subieron a las mejillas. Se arremangó las mangas de su chaqueta, queriendo intimidarnos.
Wade sonrió con burla. Su padre no le daba ningún miedo.
— Wade te exijo que te lleves a la guarra esa — me señaló a mi — y a todos tus amigos que son una escoria de aquí. Debería darte vergüenza — dijo entre dientes — Esta casa es de tu abuelo.
— Esa chica a la que has llamado guarra, es mi novia — gruñó Wade, alzando la voz — Y esta casa es de mi abuelo, sí, es más mía que tuya. Vete de aquí si no quieres que te eche a patadas, porque no solo te has metido conmigo y con mis amigos — escupió gritando — también te has metido con mi novia y eso no te lo voy a permitir.
Preguntas
• ¿Tienes novix?
• ¿Qué te gustaría ser el día de mañana?
• ¿Cuántos años tienes?
•¿Os gusta la introducción de la historia?
•¿Me apoyarán en mis próximos proyectos?😏
Si quieres entrar en el grupo de WhatsApp, háblame por privado y te mandaré el link y entrarás automáticamente!
Hasta luego, mozas hermozas
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WADE © [TERMINADA]
Acción•°• -No puedo seguir con esto - declaré cruzándome de brazos. Sus ojos estaban llenos de tristeza. Estaba apunto de explorar, y todo era por culpa mía-. -¿Y que fue para ti esto, según tú? - Gritó de vuelta. -Fue algo - solté con tranquilidad. Sa...