WADE © [TERMINADA]

Capítulo 49

Wade Hall

Me faltó tiempo para salir del coche y correr hasta la puerta principal.

Habían cerrado la puerta creyendo que no volveríamos a molestar. Pero no podía irme sin respuestas.

Sin Elizabeth si estaba aquí.

Comencé a golpear la puerta con fuerza, llamando la atención. Axel y Seth no duraron ni dos segundos en bajar para intentar apartarme de la puerta.

Pero me negaba.

— ¡Wade! — me empujó Seth al verme desesperado — ¿Qué está ocurriendo?

—¡Abran la maldita puerta o la echo abajo!  — amenacé pegándole una patada con todas mis ganas — ¡Lo que digo, siempre lo cumplo!

La puerta fue abierta por la chica que me había entregado ese papel. Ella le miró mal. Me fulminó con la mirada y salió de la casa, cerrando la puerta tras ella.

— Lo único que estás logrando es que me arrepienta — gruñó mirando hacia todos los lados, desconfiada — ¿Qué quieres?

—¿En serio? ¿Me estás preguntando que quiero? — ataqué elevando los brazos, echando atrás a los chicos — ¡Exijo ver a mi novia! ¡Ahora mismo!

—No estás en condiciones de pedir nada — soltó con desdén — Y yo que tú bajaría la voz, como se entere mi hermano solo habrá problemas — se cruzó de brazos mirándome, escaneándome  — Si sigues chillando como un simio, meterás en problemas a Elizabeth y no quieres eso, ¿verdad?

—¿Elizabeth? — preguntó Axel con la boca abierta — ¿Esta viva?

Axel me observó con sorpresa. Me asintió con la cabeza dándome el visto bueno para hacer todo lo que tuviera que hacer para sacarla de ahí.

Seth en cambio se estaba mordiéndo el dedo índice, de los nervios.

— Como no la traigas en menos de dos minutos, quemaré esta casa con tus zapatos favoritos — Seth dió un paso adelante, dando la cara — Esos a los que tu hermano les costó un riñón y medio

— Si lo que estáis intentando es asustarme, lo único que estás logrando es que me arrepienta de ayudar a Elizabeth — nos observó, sin miedo alguno, cruzada de brazos esperando a cualquier movimiento sospechoso.

No nos tenía miedo. Ni una pizca.

Las ganas de arrojarla por cualquier lado y entrar a la mansión en busca de mi chica,  me empujaban a hacerlo. Pero sabía que lo que estaba haciendo la chica era arriesgado, y que podríamos poner a Elizabeth en peligro.

— ¿Qué tenemos que hacer? — cuestioné nervioso — Haremos cualquier cosa

— Si hablas de los zapatos que pueden pisarte los huevos y dejarte sin ellos, están bien guardados — presumió ella, riéndose en la cara de Seth — Lo único que quiero es que os vayáis.

— No nos iremos sin ella — gruñó Axel — No te permitirnos que la sigas teniendo retenida.

— Por lo que veo tenéis poca memoria — se burló con una sonrisa — Yo no la estoy reteniendo aquí. Es mi hermano quién lo está haciendo. Y yo —dijo despacio — no estoy de acuerdo.