WADE © [TERMINADA]

Epílogo

Elizabeth Brooks

Habían pasado cuatro meses. Cuatro meses donde Amdyle volvió a abrir sus puertas a sus clientes.

Cuatro meses donde Aiden venia todas las tardes a asegurarse de que estaba bien. Que no había recaído en la depresión por la muerte de Wade.

Al fin y al cabo, la policía logró desenmascarar a Yerai, denunciándolo por malos tratos hacia su hijo, y varios juegos sucios que tenía.

Todo el mundo se había enterado de la doble máscara que tenía el padre del que había sido mi novio, y del asesinato que hizo.

Todos los días al levantarme, sentía que no tenia fuerzas para seguir viviendo, que mi vida no tenia sentido. Que había perdido la poca luz que había tenido en toda mi existencia desde la muerte de mis padres.

Aiden estaba pendiente a mi día si y día también, preocupado por mi bien estar. De Seth y de Axel no volví a saber nada más después del entierro de su mejor amigo.

Habían desaparecido porque el dolor se les había vuelto insoportable. Whitkenss seguía en pie, pero esta vez era Axel quien estaba al mando de la banda que había dejado Wade. La mansión donde vivían todos los de la banda la habían vendido porque les recordaba muchísimo al susodicho.

El dolor era atroz, era destructible para cualquier persona.

Diane y Adam en cambio le habían invitado a vivir en su casa y ahora vivíamos los tres aunque Aiden no paraba de pedirme que fuera a vivir con él, que a él no le importaba.

El día que fui en busca de Wade resultaba que ellos también habían estado ahí, pero habían tenido que huir porque eran demasiados hombres.

Seth, Axel ni el propio Adam había podido hacer nada.

— Elizabeth — me llamó Diane entrando en mi habitación — Tenemos que irnos al juzgado, nos han llamado ya.

Hoy era el juicio de la persona que me había arrebatado a Wade. Hoy decidirían cuantos años iban a pasar en la cárcel y me habían llamado como testigo del asesinato.

Al principio me negué rotundamente porque no quería volver a vivir lo que había vivido por culpa de ese hombre. Pero prácticamente lo vivía noche y día. Me levantaba todas las noches con pesadillas y hasta que no me cansaba de llorar por las imágenes no me tranquilizaba.

Mis amigos habían hablado conmigo para intentar llevarme a un psicólogo porque era una muerta en vida. No hablaba, no comía y muchas veces no me podía ni levantar de la cama.

No podía aceptar que Wade se hubiera ido, no quería ni podía aceptarlo.

— Elizabeth — volvió a llamarme Diane — ¿Estas bien?

Y a esto se resumía mis días desde lo que ocurrió. A preguntas estúpidas que estaban mas que respondidas. Al principio les decía que si, que lo superaría. Pero no podía. No podía superarlo.

Me levante y la seguí hasta el coche sin decir ninguna palabra. Adam nos esperaba ahí, con el semblante serio.

Aveces olvidaba que también había sido su mejor amigo.

Me pase el viaje observando como pasábamos los edificios a través de la ventana, distraída, como tenía acostumbrado.

Estaba nerviosa, volvería a ver al hombre que me había arruinado la vida. Volvería a ver su sonrisa engreída y llena de superioridad. Vería al asesino de Wade.

Cuando llegamos Adam se bajó rápidamente y me ayudo a mi a salir del coche. Me trataba como si fuera una muñequita que estaba rota y que no podía arreglar. Y tenía razón.