Capítulo 61

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Elizabeth Brooks

William aparcó enfrente de un antiguo local al que los hombres iban en busca de sexo, que a simple vista se veía abandonado.

Suspire extrañada. Me imaginaba que Wade estaría en almacén fuera de la ciudad, a las afueras de todo.

Pero no, estaba casi a diez minutos de la mansión.

¿Por qué esconderlo aquí?

- Hemos llegado - avisó William algo que ya sabia de sobra - Bajaremos, pero antes vamos a repasar las normas que te he puesto.

- Eres un pesado, tío - me quejé como una niña pequeña haciéndolo reír - No haré nada malo

- Es que si haces algo malo al que muelen a palos es a mi - sonrió él, queriendo bromear, al soltar una sonrisa por mi parte, elevó los labios mucho más alegre - Primera y la mas importante, no te alejes de mi

- Siempre estaré detrás tuya - eleve mi dedo índice y el dedo corazón, contándolos - Esa es la norma número dos.

Sonrió complacido. Desde que habíamos entrado en el coche no había parado de decirme una y otra vez lo que tenia que hacer.

Lo entendía, ya que según William lo mas importante para Wade era yo.

- Si ves que estamos en problemas... - comenzó a hablar -

- Saldré corriendo mientras tú los entretienes - le interrumpí - Esperare en el coche dos minutos, si no sales, arrancaré el coche y me iré

Cosa que no tenia en mente hacer, por supuesto. No dejaría a nadie atrás nunca. Y menos después de todo lo que ha hecho William por mi.

- Y después.. - volvió a hablar él, con una sonrisa -

- Esperaré a que venga Adam, Seth o cualquier otra persona para contarle lo sucedido - remalqué - Y te buscaremos

William asintió con la cabeza y abrió la puerta, saliendo del coche. Lo imité sin mirar mucho a mi alrededor. Wade tenía que estar ahí.

Necesitaba que estuviera ahí.

Mi acompañante se palpó la cintura en busca de mejor amiga: un arma. Desvíe mi cabeza al ver de refilón que la sacaba.

Entendía que tenia que tenerla por seguridad, pero jamas me había gustado el mundo de matar y ver como lo hacen. Para mi no tenia sentido.

En esta vida lo mejor que puedes tener es la vida. El que te quiten la vida es el único problema que no puedes resolver.

Y que tu novio o lo que quiera que seamos Wade y yo, este raptado por Míster Malvado y que nos quiera hacer daño. Mas a él que a mi.

Eso si era un problema.

- ¿Preparada? - preguntó William justo cuando nos acercábamos a la puerta principal - Entraremos por la ventana del segundo piso, así que tendrás que escalar.

- Nada que no pueda hacer —  sonreí intentando transmitir una seguridad que obviamente no tenía. —  Solamente espero que él este ahí, a salvo

  —  Seguro que si pequeñaja —  Sus manos pasaron por mi cabello desordenándolo  por completo — Por lo que mas quieras no te alejes de mi lado

Me ayudó a subir a su rodilla y de ahí me impulsé hacía un saliente de la ventana. Solté un pequeño gritito por el esfuerzo que estaba haciendo. Si había algo que no había hecho en mi vida era hacer deporte. Lo odiaba, odiaba estar sudada y sentirme sucia. Para algunas personas es como un escape a los problemas, para mi era como un problema más porque ademas de estar deprimida me sentía sucia y me tenía que duchar.

WADE © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora