Vaya, la suerte del Raimon no es que fuese la mejor. Primero la Royal, luego el Occult y ahora, para empezar el Campeonato de Fútbol Frontier, el Wild. Era el equipo que el año pasado llego a la final. Me restregué la cara por mis manos y me dispuse a irme a dormir, ya era muy tarde y al día siguiente tenía demasiadas cosas que hacer.
Cuando desperté volvía a estar sola, últimamente me cuestionaba si vivía con alguien porque únicamente veía a mi padre cuando me acercaba a los chicos en los entrenamientos. Desayuné y me vestí para poner rumbo al instituto. Hoy me tocaba un día ajetreado. Vivía bastante lejos pero, con el buen tiempo que hacía, no me apetecía nada ir en coche hasta la puerta, por lo que decidí ir dando un paseo matutino. No ande pocos metros cuando Mark pasó por mi lado a toda velocidad, pero se frenó en seco para gritarme algo sobre el campeonato y después seguir corriendo. Era un chico demasiado entusiasta para mi gusto.
En el instituto todo funcionaba con perfecta normalidad. Seguía pasando desapercibida en las clases, sentándome en una de las mesas de atrás, almorzando con los chicos, y recibiendo miradas de miedo y asco. Por suerte, mi padre todavía no se había enterado de nada, tanto de lo mío con Samford como de la pequeña ayuda que le brindaba al Raimon.
Me acercaba a la pequeña caseta de fútbol del instituto Raimon. Si, me había ido una hora antes alegando que me sentía mareada, cosa que nadie me había rebatido en ningún momento. La puerta se encontraba abierta, y desde fuera les podía oír festejando lo que su capitán llevaba celebrando desde primera hora mañana. ¿Quién esperaría que llegasen a participaren el Fútbol Frontier?
-¿Y contra quien nos ha tocado?
-Nuestro rival es...no tengo ni idea.-me di una palmada en la frente.
-Es el instituto Wild, merluzo.-me apoyé en la puerta.
-Adrianne, vaya, tu otra vez por aquí.
-Y adivinándolo todo.-sonreí. La verdad es que parecía una bruja.
-Lo que ha dicho la chica.-debía ser un profesor.-Es el mismo equipo que...
-...llegó a la final de la clasificación y solo perdió contra la Royal Academy.-terminó Celia.
Ding, ding, ding, premio para la señorita.
-¡Genial!¿Y nos vamos a enfrentar a un equipo tan fuerte?-este chico no era normal. Su pasión por el fútbol traspasaba límites.
-No, Mark, vais a ir a tomar té con ellos...
-Adri, deja de ser sarcástica de una vez.-miré mal a Blaze.
-Sabes que está en mi ADN. No hay nada que hacer, es un idioma que domino muy bien.
-Eres imposible.-los demás nos observaban como si fuese un partido de tenis.
El profesor comentó algunas cosas mas a las que yo no estaba muy atenta pero no parecía ser muy amable. Después apareció un chico al que yo conocía muy bien. ¿Qué leches hacía Bobby Schiller en este instituto? Y aun peor, ¿Qué era lo que tramaba mi astuto padre?
-Sea como sea, ¡Bienvenido al club!¡Tenemos que entrenarnos mucho para llegar a la final del Fútbol Frontier!-Mark lo agitaba como si fuese una maraca.
-Su punto fuerte era...-lo corté con un simple movimiento de mano.
-...el juego aéreo. Son capaces de saltar mucho mas alto que una persona normal.-lo miré sonriente. No pensaba dejarle respirar, metafóricamente hablando claro.
-Venga, la altura no es problema, después de todo contamos con el "Tornado de fuego", el "Remate dragón", y, además, también tenemos el "Tornado dragón".
ESTÁS LEYENDO
Fuerza (Inazuma Eleven)
FanfictionEra necesario acabar con él, y eso solo iba a ser posible gracias a su fuerza, pero no a una física si no mas bien a la de voluntad y de espíritu. Millones de aventuras le esperan a la vuelta de la esquina y no piensa vivirlas sola.