Kevin hace gestos cuando Mark menciona al jugador al que vamos a buscar. Sigue sin estar conforme con que un desconocido “sustituya” a Axel. Puede que al principio tuvieran sus diferencias pero para él siempre será el delantero estrella del Raimon.
Yo también quiero que vuelva, soy la que más lo desea, pero no podemos quedarnos esperando. Lo principal es derrotar a la Academia Alius y acabar con esto de una maldita vez para que nuestra vida vuelva a la normalidad.
Ya me he despegado de mi amigo, quien parece aliviado sin tenerme encima todo el rato. Le he prometido no hacerlo más a no ser de que sea estrictamente necesario. Nunca se sabe cuando vas a necesitar calor humano, y viendo el clima que hace por este lugar, no me extrañaría en absoluto que hiciese falta hacer piña como pingüinos para no morir congelados.
Tras un rato llegamos al instituto Alpino. La entrada es sin dudas inesperada dado que todos los integrantes del equipo de fútbol están emocionados por nuestra visita y no hacen más que pedirnos autógrafos mientras nos comentan que somos buenísimos.
A más de uno se le va a subir el ego por los cielos.
-Oh, si es el famoso Willy Glass.-esto es el colmo. ¿Famoso de qué?-Dame la mano, dame la mano.
La cara que pone el de gafas es de asco repulsivo, por lo que no puedo evitar fijarme en la mano del chaval al que tiene eufórico.
Está llena de mocos que parecen cirios de pascua.
-Pero Willy, hombre, no seas maleducado y dale la mano al pobre chico.-aparezco por detrás con una sonrisa maléfica.
-Eh…
-Mira, así.-sin darle tiempo ni a pensar agarro su mano y la entrelazo con la del otro.-Muy bien, muy bien. Arriba y abajo.
Los dejo solos mientras me meo de la risa. Me va a matar por esto pero va a merecer la pena.
-¿Qué has hecho?-cuestiona Bobby mirándome con las cejas levantadas.
-¿Yo? Nada, nada, tan solo enseñarle modales a Glass.
Me encojo de hombros y sonrío con ternura como si fuese una niña buena mientras mi compañero menea la cabeza sabiendo que no voy a cambiar jamás.
-¿Dónde se encuentra Shawn Frost?-eso, vamos al turrón porque sino nos vamos a pasar la tarde hablando de la final del Frontier.-¿Sabéis si está por aquí?
-Creo que estaba esquiando.-dice una.-Creo que dijo algo sobre que quería hacer un salto de cien metros.
-Que va. Estoy seguro de que había ido a patinar. Me dijo que quería probar a ver si le salía un salto con tres vueltas.
-Yo creía que había ido a hacer bosling, que quería superar los cien kilómetros por hora.
¿Enserio hace todas esas cosas?¿Y encima juega al fútbol? Tiene pintas de ser un chico súper interesante con el que puedes pasar hablando horas sobre un montón de temas diferentes.
-¡Tiene que ser un tío formidable si es capaz de practicar tantos deportes!¡Tengo ganas de conocer al famoso Shawn Frost!-el capitán es el que más ansioso está.
Se escuchan unos ruidos y por lo que dicen sus compañeros se trata de él.
Por instinto me arreglo el pelo y aliso la gran capa que me he puesto antes de salir de la caravana. Tengo la pequeña manía de estar perfecta cuando conozco a alguien, pero en cuanto empieza a haber confianza me da igual ir hecha un destre.
Cuando entra el supuesto chico mis ojos se abren como platos. ¡Es el de antes!
-¡Hola! Sois vosotros.-muestra su mejor sonrisa.
Uh, cuando sonríe es aún más guapo. Este chico tiene que ligar un montonazo.
-¿No me digas que tú eres Shawn Frost?-me doy un golpe en la frente ante la pregunta estúpida de Evans.
-¡Claro que es él, mendrugo!-le señalo con ambos brazos.
-¿El que lucha con los osos?-no me gusta nada la actitud agresiva de Kevin.
-Ay, os habéis decepcionado al ver como era yo en realidad.-al chico no parece molestarle en absoluto. Es más, se lo toma con tranquilidad y no borra su sonrisa.-Todo el mundo escucha tantos rumores, que se piensa que soy mucho mayor de lo que luego resulto.-pues si, esperaba un tío gigante y con pintas de malote y nos hemos encontrado con un príncipe de las nieves.-Pero yo soy el verdadero Shawn Frost.-le tiende la mano.-Es un placer.
Dragonfly solo le pone mala cara y se va dejándole con la mano en alto.
Doy un suspiro y avanzo para estrecharle yo la mano al de pelo plateado para no dejarle en esa situación tan incomoda.
-Oye, ¿por qué se enfada?-me pregunta.-¿He hecho algo mal?
-No, no, tranquilo.-dios, estos prontos acabarán con mi paciencia.-Es solo que está un poco susceptible.-me pienso muy bien que decir.
No es cuestión de soltarle al chaval que Kevin no lo quiere ver ni en pintura.
-Lo siento.-se disculpa Mark haciendo una reverencia.-En el fondo Kevin es un buen chico, de verdad.
-No pasa nada.
La entrenadora quiere hablar con Shawn y este acepta un poco dudoso.
Como la charla va ir para largo deciden que es buena idea que los demás nos divirtamos un rato mientras.
Nos conducen hasta unas escaleras que parecen no acabar nunca y las comenzamos a bajar para ir a una explanada llena de nieve. Los peldaños son realmente muy resbaladizos, y con lo pato que soy termino resbalándome y casi cayendo hacia atrás si no fuera porque las manos firmes de Frost me agarran antes de que pierda la nuca contra un escalón.
-Ten cuidado, es fácil resbalarse en estos escalones.
En otro momento me habría dado mucha vergüenza pero después de la escenita que he montado en el autobús, esto no tiene importancia.
-Muchas gracias.-le sonrío y me dispongo a seguir bajando.
Un sonido sordo se escucha. Parece nieve cayendo de algún lado, algo completamente normal dado al paisaje por el que nos movemos pero al cabeza chorlito de Evans no se le ocurre otra cosa que gritar que es una avalancha cuando no es otra cosa que la masa blanca y compacta cayendo del tejado
Me percato que Shawn está sentado en las escaleras con la cabeza entre sus piernas y temblando como un cachorrillo asustado.
Me da tanta angustia su reacción que no tardo ni un tris en ponerme de rodillas y agarrarlo suavemente por los hombros.
-¿Eh, qué te pasa?-le pregunto con la voz teñida de cariño.-No ha sido nada, solo la nieve del tejado.
Levanta la vista para comprobarlo.
-Es verdad…Ha sido…la nieve del tejado.
-¿Qué ocurre?¿Te ha pasado algo?
A veces dudo de que el capitán se entere de lo que pasa en el mundo que le rodea.
-Que va. No, no ha sido nada.
No me parece que diga la verdad pero al fin y al cabo no le conozco de nada y prefiero dejarlo correr.
¿He dicho ya que odio el frío y la nieve?¿Si? Pues lo repito. La odio y mucho.
Estoy tan congelada que me duelen hasta los huesos y por si fuera poco a los chicos no se les ha ocurrido otra idea mejor que hacer una batalla de bolas.
Bajo ningún concepto pienso participar pero antes de que lo diga, Jude ya me ha estampado una en toda la cara.
Lo miro con odio. Alguien va a morir esta noche.
-El que da primero da dos veces.-dice con retintín en la voz usando una frase hecha.
-Y el que mata primero ya no muere.
A la mierda quedarme sin manos. Me agacho para hacer una pelota y se la lanzo pero no acierto.
-Ja. No me has…-no le dejo acabar la frase ya que he encestado un bolazo en su boca.
-¿Qué no qué, Sharp?-pregunto con el mismo retintín en mi voz que él ha usado antes conmigo.
Sin darme cuenta acabo sumergida en medio de esa pelea que se han montado entre todos y formo bando junto a Nelly y Erick y unos cuantos más del Alpino.
Al final acabo hasta distrayéndome y pasándomelo pipa. Puede que dejar por un momento mi madurez temprana y sólo pensar en ser feliz sea lo que mejor me venga para no sufrir ataques de pánico o ansiedad.
Igual es que paso demasiado tiempo intentando ser una adulta cuando en realidad no lo soy.
Después de un buen rato, Aquilina nos llama para que juguemos un partido contra los chicos a los que hemos conocido hoy. Quiere ver el potencial de Shawn Frost y ya de paso nosotros entrenamos un poco.
Paso mi vista a Kevin, quien sigue revenido porque no quiere que tengamos un nuevo delantero.
Sé que con él y conmigo vamos bastante bien pero nunca viene mal tener tres puntas por si pasa algo y yo tengo que irme al centro. Con un único delantero no se puede jugar por mucho que se empeñe en creer que sí.
Nos colocamos en nuestros respectivos lugares y me doy cuenta de que en realidad el chico está situado de defensa en vez de delantero. Sencillamente puede ser líbero y jugar en cualquier tipo de posición.
Tampoco es nada raro pero a los chicos les chirría demasiado.
-Últimamente hacéis un mundo de todo.-les digo a los chicos al ver que no dejan el tema en paz.-Ver como juega y luego ya comentáis si queréis.
Sacamos de centro y le paso el balón a Kevin, quien sale como una flecha y sin miramientos hacia el campo rival.
Lo miro un poco con mala cara ya que está siendo demasiado agresivo contra los demás cuando se supone que es un amistoso y, además, ellos no nos han hecho nada. Es más, han sido encantadores.
Parece que está chupado, pero en cuanto Shawn decide actuar me quedo helada, y nunca mejor dicho.
Su supertecnica defensiva es diferente a todas las que podría haber visto durante tantos años que llevo metida en este mundo.
Hace un pase y conseguimos, gracias a Nathan, quedarnos de nuevo con la posesión de la pelota. Por lo que parece el nivel entre todos y su capitán es muy diferente.
Es Dragonfly quien chuta a puerta con su famoso “Remate dragón” pero el de pelo blanco no parece temerle y ni si quiera se aparta de su trayectoria.
Contengo el aliento cuando le veo pararlo con un simple movimiento de pierna y estoy segura de que todavía le queda mucho más por enseñarnos.
Esto solo consigue aumentar el cabreo de Kevin quien prueba a roblarle el balón con una segada. Ni siquiera le da tiempo a llegar a tocarlo cuando sale disparado hacia el otro lado del campo.
-¿Y esto es lo que sabéis hacer?¡Pues vaya birria de equipo!
De repente no parece la misma persona. Ese cambio drástico nos descoloca por completo.
Sin dudar una milésima de segundo echa a correr hacia mi posición. Intento frenarle y al hacerlo veo en sus ojos que no es el mismo que hemos conocido horas antes. Es diferente.
Posee una potencia de ataque muy alta y es capaz de pasar dos entradas efectuadas al mismo tiempo.
Ninguno conseguimos frenar su ataque, por lo que se planta delante de la portería sin apenas haber tenido que sudar. Chuta con una fuerza que Mark es incapaz de detener.
La nueva actitud que ha adoptado no me convence en absoluto. Me cae mejor el Shawn dulce y tierno que el prepotente y chulo.
-Es un jugador único.-le digo a Jude.-Si se viene con nosotros tendríamos una gran ventaja.
-Estás en lo cierto, amiga.
Miro de reojo a Kevin. Sigue empeñado en que nadie suplante a Axel y me está empezando a hartar tanta tontería de guardarle un lugar en el equipo cuando ni si quiera sabemos si va a volver, aunque me lo haya prometido.
En este tiempo he aprendido a no confiar en las promesas de otros.
-Ya es suficiente.-dice la entrenadora.-Hemos terminado.
-¡¿Qué dice?!-oh, no.-¡No pienso dejar que esto acabe así!
El de pelo rosa le lanza el balón pero Frost lo lanza con una patada hacia el cielo.
Los dos colisionan en un ataque improvisado y es mi compañero quien cae al suelo por la fuerza del otro.
Me están cabreando los dos. No quiero machos alfa alrededor, y si nadie piensa detener esto antes de que vaya a mayores, lo haré yo.
Lanza la “Ventisca eterna”. No me queda otra que echar hacia atrás lo más rápido que dan mis piernas de si llegando justo a tiempo. Acaba de romper la supertecnica de Jack.
-Campo nocturno.-digo mientras hago una técnica de defensa que no efectuaba desde hace un tiempo
Como esperaba la pelota cae en mi mano derecha y les miro con seriedad. Se acabó esta cosa de niños.
-¡¿Cómo es posible?!-todos me miran.
-¿No os he mencionado que he sido defensa unos años atrás antes de pasar a delantera?-les miro con una sonrisa de autosuficiencia.-Por cierto, al próximo que le den ganas de hacerse el gallito que se de con una piedra en la cabeza. No pienso aguantar más chorradas.
Dejo caer el balón y tras el ruido que hace al botar contra el suelo se forma un profundo silencio. Se han quedado mudos.
El capitán va corriendo a felicitar al principie de las nieves, que ahora parece volver a ser el de siempre porque su sonrisa es cálida y es dulce de nuevo.
En este preciso instante pasa a formar parte del Raimon.
Kevin sale corriendo del lugar y yo detrás suya para hablar con él.
Les hago un gesto antes de seguir sus pasos dejándoles claro que lo tengo bajo control y que no se preocupen mucho si tardo en volver. Estas cosas van para largo.
-¿Quieres quedarte quieto de una jodida vez?-digo entrecortadamente por la falta de aire.-Esas escaleras son matadoras.
-¿Y tú qué quieres ahora?-levanto una ceja.
No, de ningún modo va a hablarme así otra vez.
-Solo quiero hablar contigo.-dejo en claro.-No puedes pasarte los días refunfuñando porque Blaze se haya largado.
-¿Es qué a ti te parece bien todo esto?-tiene el ceño fruncido.-¿Vais a sustituir a Axel por este tío?
-Yo preferiría que siguiese aquí con todos nosotros pero las cosas siempre suceden por algo y si este chico ha llegado de esta manera es porque le necesitamos. Estoy segura de que Axel lo querría así.-intento explicarme lo mejor que puedo.-No le va a quitar el puesto a nadie, sólo necesitamos gente que nos eche un cable para derrotar a los extraterrestres.
-Axel siempre se ha tomado los partidos en serio sin perder el respeto, pero es llegar este chico y…¡¿Qué es eso de tener que divertirle?!¡No puede ser verdad!-está haciendo oídos sordos a lo que digo.
-¿Puedes escucharme?-le contesto ante su asombro de que yo también emplee un tono muy autoritario y para nada gracioso.-Entiendo que eso te haya molestado, a mí tampoco me gusta que las personas sean así, pero seguro que hay un motivo. Él no es así, y tú lo has visto.
-¡Estás dispuesta a jugar a su estilo y no al nuestro!-le doy un golpe con mis dedos en la frente.-¿Eh?
-Piensa un poco lo que dices…-relajo mi gesto e intento ser dulce de nuevo. Se caza más con miel que con hiel.-Blaze regresará cuando seamos mejores y para eso necesitamos gente nueva que nos ayude a crecer a todos y viceversa.
-Adrianne…
-No hace falta que lo hagas por él, puedes hacerlo por Axel si quieres.-le sonrío mientras me alejo un poco.-Ya verás como acabas conociéndolo y viendo lo que yo. Es un tío estupendo, te lo aseguro.
Me voy de vuelta adentro del edificio donde pueda calentar mis manos para no morir por hipotermia o algo por el estilo.
Cuando abro la puerta todos me miran expectantes y yo les dejo ver con mi sonrisa junto a un leve asentimiento de cabeza. Parece que la situación se ha relajado un poco.
Sé que va a costar que lo acepte del todo pero con el tiempo pasará igual que con el pelo pincho y terminará cediendo.
Al poco, Dragonfly aparece detrás de mí y los demás se contagian de felicidad y, sobretodo, tranquilidad.
-Esto es…Esto es una desgracia.-dice Celia mirando su portátil.-Tenéis que ver esto.
Nos enseña un video en el que sale Janus y su escuadrón amenazando al instituto Alpino con el mismo cuento para no dormir de siempre.
Toda la felicidad que había en mí se esfuma de un plumazo y se abre paso el cansancio. No llevo ni una semana fuera de casa y estoy hasta la gorra de ir a cualquier lugar y ver como estas personas me persiguen. ¿Es qué no puedo ni descansar un día?
Con suerte tardarán en llegar y me dará tiempo, aunque sea, a pasarme una tarde entera pegadita al fuego y leyendo un buen libro acompañada de un chocolate caliente.
No estaría mal la verdad, aunque dudo que no me molesten en mi intento.
Termino pasando la noche en la tienda de campaña de las chicas. No vuelvo a pasar otra madrugada durmiendo en la caravana y mucho menos a la intemperie con el frío que hace. Como duerma en el techo del autobús al día siguiente me encuentran congelada como un mamut del pleistoceno.
Es un espacio concurrido y no me puedo ni mover hacia los lados así que acabo dormida boca arriba y despertándome al día siguiente con un dolor de espalda digno de llevarse un premio.
Dudo casi que me pueda doblar y tengo que pedirle a Erick que me ate las botas. No se me pasa hasta después de desayunar, cuando mi cuerpo ya ha entrado en calor y me siento mucho mejor que recién levantada.
Hoy hace un sol esplendoroso, por lo que presiento que va a ser un buen día.
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Fuerza (Inazuma Eleven)
Fiksi PenggemarEra necesario acabar con él, y eso solo iba a ser posible gracias a su fuerza, pero no a una física si no mas bien a la de voluntad y de espíritu. Millones de aventuras le esperan a la vuelta de la esquina y no piensa vivirlas sola.