Fuerza (Inazuma Eleven)

CAPITULO 65

Hasta Steve y Max tienen su propia supertecnica. Rematan a puerta pero Mark lo despeja segundos antes con la cabeza.
Nos superan. Mantener en nuestra posesión el balón es demasiado complicado.
La primera parte acaba con un dos a cero muy desalentador.
Me siento en el frío suelo y me dejo caer en las piernas de Erick. Me pesa hasta el cerebro.
-Da igual como ataquemos, siempre consiguen detenernos.
-La verdad es que tienen controlados todos vuestros movimientos...
-Eso es lo malo de jugar con gente con la que has compartido equipo. O te renuevas, o te pillan en todas.-contesto.
He intentado levantar la cabeza para mirarles pero lo he dejado en un intento.
-Ay va, ¿y ahora qué? Algo habrá que hacer...
-Cómo ha dicho Adrianne, sólo tenemos que hacer algo inesperado.-responde el señor Hilman a nuestras preocupaciones.-Si vosotros os movéis, ellos se mueven ¿no? Sólo hay que hacer lo mismo, pero usando nuestro as, que es Hurley.
-¿Eh?¿Quién?¿Yo?
-Pues si el as no se entera de que es el as, estamos apañados...-me sobo la frente con frustración.
-Ellos no son capaces de prever tus movimientos.
-¡Claro!-me ergo de un golpe.-¡Él es el único con el que no han jugado!
¡Oh, Hurley, no sabes cuanto te quiero ahora mismo!
-Es verdad. Ninguno de ellos me conoce en absoluto.
-Si conseguimos que se muevan podremos abrir un hueco en la defensa, ese es nuestro objetivo. Debemos marcar un ritmo de juego como el de las olas del mar.
-¿El ritmo de las olas?-es hablar de algo relacionado al mar y el chico se pone en marcha rápidamente.-¡Eso me interesa!¡Así tendremos una oportunidad! Ya sabéis que no hay ola que yo no pueda dominar.
-Tenemos que ganar como sea, equipo. Debemos demostrarles que no necesitan el poder de la Piedra Alius.
(...)
Continuamos con el partido con un objetivo en mente: enseñarles de nuevo lo que es el fútbol.
Hemos conseguido justo lo que buscábamos. Que nos maten a balonazos nuestros propios amigos. Un plan perfecto.
El capitán sale por los aires después de que Nathan le disparase.
Los del Raimon le miramos como si nos lo fuésemos a zampar de un momento a otro. Nadie toca al capitán y sale vivo.
-Oye, tú.-Kane no se corta un pelo.-¿Qué es lo que has hecho?¿Pero qué te pasa?¿No eras su amigo o qué? Entonces, ¿cómo has podido tirar contra Mark sin ningún remordimiento?¿Tanto te importa esa maldita piedra?
-Cállate. ¡¿Qué sabrás tú?!-le pega un codazo y le tira al suelo.
Si nos vamos a poner en ese plan yo no tengo ningún problema en empezar a soltar mamporrazos a diestro y siniestro contra los Emperadores Oscuros. No tengo problema en agarrarles del pelo y darles siete vueltas al campo para que recuerden todo. Y si eso falla siempre se les puede aplastar la cabeza contra un piedra o un muro.
-No, precisamente sí que sabemos algo.-Shawn está tan serio que casi ni le reconozco.
-¿Cómo?
-A mí...A mí me encanta este equipo.-Scotty es una ternura cuando quiere.
-Y además nos gusta mucho el juego de Mark y lo mucho que ama el fútbol igual que vosotros.
Sin contar que a Tori se le cae la baba por el capitán. Pero bueno, ese es otro tema.
-¿Igual que nosotros?
-Si no hubiera sido por Mark, ahora no estaría aquí.-el albino tiene razón.
Consiguen quitarle el balón. Tenemos una oportunidad que debemos que aprovechar como sea.
Hurley no consigue anotar un gol pero Frost, que es otro completamente distinto, atrapa la pelota perdida y marca antes de que a Felt le de tiempo a llegar.
-¡Ese es mi niño!-grito eufórica.
Axel y el albino vuelven a marcar. Estamos empatados.
Tiran con otra supertecnica que Darren es incapaz de parar.
-Somos invencibles, nadie puede ganarnos.-uy que ganas de darle una buena leche en toda la cara.
De tanto parar chuts acabamos molidos. Salgo volando cada tres por dos.
Todos estamos magullados, unos más otros menos, y tirados por los suelos intentando ponernos de pie para seguir con el partido.
-¿Y ahora qué, Mark?¿Podéis seguir jugando? Mira. Que pinta más patética...Es mejor que os rindáis.
-No te atrevas a decir que somos patéticos por defender lo que creemos.-dice el capitán tartamudeando de lo cansado que está.-No nos rendiremos tan fácilmente.
Mark vuelve a la portería porque Darren no puede seguir parando pelotas viendo como están sus manos. Este, que se ha negado a dejar el campo, se convierte en el centrocampista más fresco que tenemos.
Nadie se mueve. Sólo queda Evans para detener el tiro que le lanza Nathan. Hace honor a su uniforme de portero y a la banda de capitán frenándole por completo.
Lo observo todo desde lejos. He vuelto al pasado, es la misma escena que vi cuando jugaron contra la Royal. El mismo día que me reencontré con Axel y que aprendí lo que era el verdadero fútbol. La pasión de Mark.
-¿Por qué?¿Por qué utilizasteis la Piedra Alius?
-Porque quería ser más fuerte, tanto como tú.
Es la primera vez en todo lo que llevamos jugando que veo un atisbo del verdadero chico.
Le lanza la pelota a los pies.
-Tira.-está tan seguro de si mismo...¿Qué se le está pasando por la cabeza?-Con todas tus fuerzas. Y lo pararé.
Tampoco se lo piensa mucho y chuta con furia. El capitán saca la Mano celestial y lo para.
Se lo devuelve de nuevo.
-Nathan, recuerda por favor.
-¡Cállate!
-¡Chicos tenéis que recordar!¡Tenéis que recordar nuestro fútbol!-vuelve a parar el tiro.
Es impresionante la fuerza que tiene.
Esta vez ya no queda ni Mark en pie. Hemos caído todos y cada uno de nosotros dejando las esperanzas en el sudor que resbala por nuestras frentes. Ya no queda nadie que pueda ponerse en pie por su propia voluntad.
Nos damos por vencidos.
-Ha terminado el duelo.
La brisa nos acaricia y quiero que me meza hasta quedarme dormida, donde el dolor y la angustia no existe, sólo los buenos momentos.
-¡Levantaos todos ahora mismo!
Ni si quiera los chillos de Nelly sirven y eso que en otro momento nos habríamos despeñado si ella lo hubiese querido.
-¡Ra-i-mon!¡Ra-i-mon!-empieza a corear Silvia.
Poco a poco se le empiezan a unir las demás chicas, Willy, incluso la gente que está en la verja del colegio observando el encuentro.
No podemos permanecer tumbados sin movernos cuando tenemos a tantas personas que confían en nosotros. No, no podemos defraudarles. Ellos sí que no se lo merecen.
Lentamente resurgimos de las cenizas igual que un fénix ante la sorpresa de los demás.
-¡Mark!-grito para que se levante él también.
-¡Todavía no se ha acabado!
Él también se pone en pie y les pasa el balón para que vuelvan a chutar.
Lo hacen pero nuestra fuerza es infinitamente más poderosa y Evans posee cierto don para conseguir transmitir sus sentimientos a las personas. Él es inigualable, es la mejor pieza que tiene el equipo y sin su pasión todos nosotros no seríamos nada.
-¡Recordarlo chicos!
Su ilusión consigue romper la piedra. No sé como pero el hechizo acaba convirtiéndose en pedacitos y desapareciendo, dejando como rastro los uniformes y las pintas que se han puesto para parecer más temibles.
Las nubes se disipan y el sol aparece dejándonos disfrutar del buen día que hacía antes. Las tinieblas nunca duran eternamente.
El capitán se nos queda medio dormido o medio desmayado, todavía no lo tengo muy claro. Son nuestros antiguos compañeros los que se encargan de despertarle.
-¡Lo logramos!
Hoy es un día de lloros. Vuelvo a parecer una fuente andante. Sólo me falta que me tiren monedas encima mientras piden deseos con los ojos cerrados.
-Oh, chicos...
Corro hasta ellos y les abrazo. Les echaba mucho de menos.
-Oye, Adri.-me llama Kevin mientras viene al trote donde estamos Jude, Axel y yo bebiendo agua.-Perdona por lo de antes, en serio que no lo pienso de verdad.
-No hay por qué preocuparse. Sé de sobra que la Piedra Alius hablaba por vosotros.
-¿Segura?¿No me quieres matar ni nada por el estilo?
-Que no, que no.-le quito importancia con las manos.-No soy tan agresiva como pensáis.
Debería preocuparse más por Axel. Era él quien lo quería asesinar hace un rato no yo.
-¡Si es que eres una tía bestial!
Me aprieta la cara entre sus manos y me da un pico corto y esporádico para luego darse la vuelta y volver a jugar el partido de fútbol que hemos decido reanudar.
-Me acaba de...-señalo la dirección en la que se acaba de ir.
-Sí.-dice Jude mientras se ríe.
-¿Debería volver a plantearme darle una paliza?-cuestiona Axel mientras frunce el ceño de broma.
-No, ya sabes que tú eres el niño más importante de mi vida.
-¡¿Cómo que niño?!-se queja.
-Bueno, bueno, no te enfades. Perdona hombre con pelo en el pecho por ofender tu virilidad.-levanto las manos en señal de rendimiento.
-Ay que tonta eres...-Sharp niega divertido con la cabeza.-Si es que no tienes remedio.
-No, ya sabéis de sobra que no. ¡Y ahora a jugar!¡Que quiero marcarle un gol bien grande a Tomas!
(...)
Hemos manteado a Mark. Se lo merecía con creces.
Por otra parte, Tori ha decidido darle una recompensa más personalizada. Le ha plantado un buen beso en la mejilla que ha sonado por todo el campo del instituto.
A Evans se le han subido tanto los colores que parecía que le iba a explotar la cabeza. Pero, como buena chica que soy, no pienso dejarle solo pasando vergüenza.
-Un momento, chicos.-pido silencio.-En serio, que es importante.
-¿Te me vas a declarar? No se si estoy preparado para este momento.-Blaze hace un gesto muy femenino haciéndonos reír con su ocurrencia.
-No, no es eso.-me seco las lágrimas por la risa.-Una cosa...-me refiero a los Emperadores Oscuros.-¿Sois conscientes de que con ese traje se os nota todo el paquete?
-¡Adrianne!-gritan mientras a ellos también se les inunda la cara de un color rojo muy fuerte.
-¡¿Te has estado fijando todo el rato en eso?!
Se tapan sus partes como si fuesen desnudos haciendo que me carcajee aun más fuerte.
-Me da a mí que eso es un sí.-responde Erick en mi lugar.
Entre risas y bromas damos por finalizada una etapa. Dentro de unos días todos acabaran por irse y nos quedaremos los que siempre hemos estado en esta ciudad.
Yo tampoco tengo planeado quedarme en Inazuma más de unos días, ya que tengo varias cosas que hacer este verano.
Es hora de que recupere lo bueno de mi anterior vida, porque cosas buenas había y una de ellas se encuentra por ahí molestando a los demás y dando por saco como él mismo sabe.
Pero estos días que me quedan quiero aprovecharlos al máximo junto a estos chicos tan especiales que he encontrado mientras intentaba derrotar a unos extraterrestres que en realidad era humanos.
Una historia loca donde las haya, pero tan acorde con nosotros que parece que sólo se hizo para que nos juntáramos y formáramos la gran familia que somos ahora.
Puede que no tengamos la misma sangre pero hay algo muy grande que nos une, y no es otra cosa que la pasión por este deporte tan maravilloso que es el fútbol.