CAPITULO 62

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El padre de Aquilina nos cuenta el cuento de la pipa enervándonos por completo. Sentimos rabia y así no se puede pensar con claridad. No podemos jugar al fútbol de esta forma.
Ha sido un truco rastrero y barato que ha afectado al equipo. Nadie ha sustituido a nuestros compañeros más débiles pero creen que sí.
-¡No pienso permitir que diga eso de nuestros amigos!-suelto cuando mi paciencia se agota. Ando hasta quedarme en frente de la pantalla.-¡No eran débiles!
-Sí, por supuesto que lo eran, por eso se lesionaron, por eso dejaron el equipo. Salieron de la alineación porque les faltaba talento.
Aprieto mis puños cada vez más y más hasta llegar a un punto en el que me hago daño a mi misma.
-No es verdad.-les defiende el capitán.
-Para vuestro equipo sólo eran piezas inútiles.
-Ellos se lesionaron, no porque fuesen débiles, si no porque tus equipos jugaban con una ventaja sobrenatural.-cojo aire y me calmo. No quiero gritar.-Usted es el débil, quien no tiene agallas para enfrentarse a nosotros. En vez de usar a unos chavales que le quieren, use a personas que estén dispuestas a aceptar que los manipule y que vean correcto este estúpido plan de los hipersoldados.
-Adrianne Dark…Que gran futuro habrías tenido si hubieses aceptado nuestra oferta.-frunzo el ceño y entrecierro los ojos. ¿Qué oferta?-Una pena que no escuchases a Xen.
Alguna vez me lo había dicho pero…¿Siempre fueron vaciles, no?
Me quedo de piedra sin saber que decir. Miro al pelirrojo con confusión mientras él se da la vuelta dándome la espalda.
¿Y si aún quedase Xavier en el nuevo Xen?
Evans juega con una furia que es hasta palpable. Si me diesen un cuchillo podría cortarla. Las palabras de Astram Schiller han hecho mella en él mucho más que en los demás.
Pese a no rendirse no puede controlar el balón. Se está dejando llevar por los sentimientos y no por la cabeza. Moverse por impulsos en un partido en vez de pararte a observar no es nada recomendable.
Si sigue así nos hará perdernos al resto.
Si fuera por mí le detendría pero meterse en esa lluvia de balonazos es imposible sin salir mal parado.
Hasta que no se traga el suelo no se detiene.
-Eh, Mark, vuelve a la portería.-ante las palabras de Xen me dan ganas de tirarle una de mis deportivas a su cabeza.-Si tú no eres el portero jamás podréis vencernos.
Chutan de nuevo contra Lachance. Los chicos se interponen, sobretodo Axel y Shawn, que han bajado desde la delantera a toda pastilla tras ver como Darren caía.
-Un portero al que el equipo entero a tenido que ayudar…Este es vuestro punto débil y será la causa de vuestra derrota.
Le asesino con la mirada controlando mi cuerpo para no saltarle a la cabeza.
Mark va dando bandazos de un lado al otro del campo como un toro. Estamos diez jugadores en el campo por mucho que se puedan contar once.
La falta de fuerza comienza a notarse, ya no podemos ni con los tiros normales.
Suena el pitido que marca el final del primer tiempo.
Con ayuda de Blaze me pongo en pie y avanzo hasta llegar al banquillo. En serio, no puedo ni con mi alma.
Le dejo a la entrenadora que le explique a Mark todo mientras yo bebo agua a cascoporro porque creo que estoy deshidratada. Cuando vuelve su mirada hacia todos, yo sólo me dedico a levantar el pulgar derecho mientras trago el agua.
-Pues sí que tenías sed…-murmura Erick levantando la botella vacía.-Eres una alcantarilla.
Me encojo de hombros divertida mientras comienzo a beber de la segunda botella.
Evans se da una bofetada haciendo que nos sobresaltemos y me atragante. Toso y toso pero los demás están centrados en la petición de disculpas del capitán, por lo que no me hacen ningún caso.
-Coño, ¿no veis que me estoy ahogando?-digo como puedo mientras sigo carraspeando intentando respirar con normalidad.-Que la palmo.
-Eh, sí, sí, tranquila. Respira.
El único que me presta un poco de atención es Hurley, quien me da palmaditas en la espalda mientras espera a que se me pase.
-Mark, no eres el único que está cabreado con ellos.
-Todos llevamos el recuerdo de los que no llegaron hasta aquí. Jugamos por ellos.
-Axel, Jude…
-Así que vamos a demostrarlos que no eran jugadores débiles.
-Adelante. Todos juntos.
Nos unimos en circulo y ponemos todas las manos juntas intentando reunir fuerzas y convertirnos en uno solo.
-Vamos a ganar.
-¡Si!-vociferamos con entusiasmo.
Esto funciona. Sobretodo porque ya no tenemos a un cabra loca yendo a su bola.
Evans deja que el balón se vaya hacia un lado mientras él sigue avanzando encarando a Xavier. Me está dando una oportunidad de oro para quedármelo y hacer un pase calculado a Jude.
Volamos como el viento. Igual que nos enseñó Frost.
Por fin conseguimos meter un gol gracias a la técnica que sacaron con la ayuda de la Royal.
-¡Genial!-doy un salto de emoción.
Espero que con esto lo vayan entendiendo. La fuerza del corazón es mucho más potente que la que te puede dar entrenar hasta que te duela el cuerpo por completo.
Génesis intentar marcar de nuevo la diferencia en el marcador. Darren no puede con sus tiros pero ahí estoy yo para detenerlo con mi cuerpo y una de mis técnicas de defensa.
Lo detengo a coste de salir disparada hacia atrás y golpearme contra uno de los postes. El balón rueda hasta los pies del pelirrojo.
No hay tiempo que perder pero apenas me puedo moverme después de la caída.
Miro a Darren. Está con cara de miedo mientras ve como Xavier se relame los labios. Piensa que es una pesa fácil e indefensa.
-Darren, vamos, levanta.-le animo.
-Pero…
-El portero del Raimon eres tú.-señalo su ropa.-Así que frena el tiro y demuestra a todo el mundo lo mucho que vales.
Se tambalea pero saca la técnica, que obtiene un poder inigualable.
-Xen, apagar el limitador.
Con esas palabras el dolor que tengo deja de importarme y me levanto tan rápido que me mareo.
-¿Qué apaguemos el limitador? Pero padre, si hacemos eso entonces…-ni si quiera él parece estar de acuerdo.
-¿Es qué acaso tienes miedo, Xen? Me has decepcionado.-¿cómo puede decirle eso?-Bellatrix, quiero que tú tomes el mando.
La mirada de la chica es gélida y no me hace presagiar nada bueno.
Todos presionan un botón en su traje y sin dejar que los demás apenas avancen me abalanzo hacia Bellatrix.
-¡No, no podéis hacer eso!¡Por favor, no lo hagáis!
Es una locura. Llevar el cuerpo hasta tales puntos sólo conseguirá una cosa. Que den su cuerpo por algo que no merece la pena y que nunca más vuelva a poder jugar.
-Apártate.
Me da tal empujón que no logro mantener el equilibrio y caigo de culo.
-¡Adrianne!
Puedo ver al pelirrojo mirándome con preocupación, aunque le pierdo enseguida de vista. Tengo a todo el equipo sobre mí para comprobar si estoy bien.
-Tranquilos, no pasa nada.-me recompongo.-Me he caído, no me he abierto la cabeza.
A veces se pasan de exagerados.
Su nivel crece de golpe y ahora sí que parecen extraterrestres de verdad. No les vemos pasar por nuestro lado, sólo notamos una ventolera de aire helado.
Sus movimientos son extremadamente veloces y superan las habilidades de las personas normales y corrientes.
Todo esto me recuerda mucho a cuando mi padre reclutó tanto a Joe como a David para la Royal Redux. Es tan parecido que me quedo observando sin apenas conseguir mover un pie por temor a volver a ver esas caras de sufrimiento cada vez que chutaban o paraban un balón.
Cierro los ojos mientras noto como mi cuerpo tiembla tanto que dudo que no sea de gelatina.
Está claro que van a marcar gol pero eso ya no me importa. Sólo quiero que se detengan. Les oigo gemir y al abrir los ojos veo como se doblan de dolor. Es exactamente igual.
Mi cuerpo por fin reacciona y corro hasta llegar a Xavier. Le agarro como puedo ya que no quiere que me acerque.
-¿Estás bien? Oh por Dios, dime que estás bien.-intento que me mire pero me vuelve la cara todo el rato.-Xavier háblame y dime que estás bien.
-Estoy bien.
Deja tanto espacio entre palabra y palabra que me preocupo hasta porque tenga daños cerebrales.
-Todo esto lo hacemos por padre.-¿qué clase de padre obligaría a sus hijos a hacer algo semejante?
-Sí, por padre.-como puede se aparta de mí.
Esto no puede estar pasando de nuevo.
Mis ojos se aguan y siento como me rompo en mil pedacitos. Las rodillas no me sostienen y si no fuese por unos brazos que me sujetan habría vuelto al suelo de nuevo.
-Adrianne, respira.-la voz de Axel me calma.-Todo va a estar bien.
-Les está pasando lo mismo que a ellos…-me hundo en su pecho y cierro los ojos con fuerza.-Otra vez no, por favor.
Este me abraza y posa su mentón encima de mi cabeza. Los latidos de su corazón son tranquilizadores.
Sé que pase lo que pase él siempre estará a mi lado.
-Entrenadora.-llama Jude a Aquilina.-Igual deberíamos…
-No.-me despego con el ceño fruncido.-No pude detener a mi padre pero a él sí.
No va a ser tan fácil acabar conmigo. Mis compañeros van a estar conmigo si fallo, así que no tengo porqué preocuparme de no darle a la pelota.
Sobrepaso a Bellatrix y respiro aliviada. Al parecer teníamos más velocidad de la que esperaba.
No hay nada mejor que confiar en uno mismo.
Marcamos otro gol gracias a Axel y Shawn. Ese dúo está muy bien sincronizado.
Ellos me abrazan cariñosamente, debo de ser muy achuchable en estos momentos con la cara colorada y las lágrimas cayéndome por ambos lados de la cara.
Darren está que lo tira hoy. Es la cuarta vez que mejora la técnica de portero en el partido. Acaba de frenarles incluso de esta manera.
-¡Hurley!
-¡Jack!
-¡Scotty!
Se lo van pasando hasta que el balón llega a mí y avanzo con él. Me da igual lo que piensen, tienen que comprender el poder que tiene confiar en tus compañeros. Ahora mismo tengo el amor del fútbol de todas las personas que lo practican en el mundo en mis pies.
Miro al capitán y a mis dos amigos delanteros mientras les hago una señal para que rematen conmigo.
El tiro es el mismo del que hablaba Evans en la caravana. Para nada esperaba que se fuese a cumplir.
Por mucho que intenten pararlo, el amor inigualable hacia este deporte es mil veces más potente que ellos y la piedra Alius.
-¡Tenéis que entenderlo!-grito más con el corazón que con la garganta.
El partido acaba y no puedo creerme que hayamos conseguido ganar.
Lo celebro con todos ellos sin importarme lo mucho que la espalda me duele por el golpe de antes, ya tendré tiempo después de relajarme en una bañera de hidromasaje o donde sea.
-Adrianne.-Xavier se acerca.-Es genial tener compañeros así.
-Es verdad.-les miro y vuelvo a centrar mi atención en él.-Me alegro porque lo comprendas.
Sus ojos brillan y le veo las intenciones pero antes de que pueda apartarme ya lo tengo agarrado a mi cuello.
-Gracias.-le espachurro contra mi haciendo que su cabeza repose en mi hombro.
-No me vuelvas a hacer una cosa así.-le regaño.-Tú y ninguno de los demás. Se lo dices a esos dos que están en las gradas.
-Jamás. Te lo prometo.-levanta la cabeza para comprobar las gradas.-Son unos pesados…
Enseguida a su padre quien se disculpa por su comportamiento y por hacerlos sufrir tanto.
-He visto que el proyecto Génesis a sido un error.
-¡No vengas con esas!-grita la del pelo azul.-¡No permitiré que reniegues de nosotros después de darlo todo por ti!
La pelota va directa al hombre con la clara intención de hacerle bastante daño. Tanto, o incluso más, de lo que han podido ellos experimentar después de quitar el limitador pero, antes de que impacte en el señor Schiller, es Xavier quien se pone en medio y se lleva el balonazo en todo el estomago.

Fuerza (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora