CAPITULO 4

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Por fin había llegado el día del partido. Era una mañana gris y con pintas de que se iba a poner a llover de un momento para otro. Yo volvía a estar en el instituto Raimon, pero esta vez no estaba sola, si no que me acompañaban Jude y Samford. Ellos tenían que recoger información para su comandante,y, así, yo podría ver el partido sin que mi padre sospechase nada de nada. Era un buen plan. Nos encontrábamos cerca de la verja, para que nadie nos pudiese ver con mucha facilidad, pero cada tres por dos me tenían que parar porque quería ir a desearles buena suerte.

-Parece, que el tal Blaze, al final se ha acabado uniéndose al equipo-si, estaba orgullosa de el.

-Es genial, ¿No creéis?-se me notaba emocionada.

-Claro que si, princesa.-le pegué un codazo a David por lo bajo.

No quería que nadie en el club se enterase que los dos volvíamos a estar intentado lo que fuese que habíamos tenido tiempo atrás. Bastantes bromas tuvimos que aguantar por culpa de que llegase tarde un día al entrenamiento.

-¿Queréis dejar de ocultarlo?-los dos miramos a Sharp con asombro.-Lo sabemos desde el primer día...Y esto dejó de ser divertido hace tiempo.

-Oh...-¿eso es lo mejor que podía decir?-¡Lo podrías haber dicho antes!

-No, veros actuar así nos pareció gracioso, además, no creo que a tu padre le haga gracia que distraigas a uno de sus jugadores mas fuertes.

-¿Entonces ya puedo besarlo como si no hubiese un mañana?-cuestioné divertida.-Podría empezar ahora mismo.

-No en mi presencia, por favor.-soltamos una pequeña carcajada y nos volvimos a centrar en el partido.

Ya estaban aquí. Los del Occult desprendían un aura que te ponía los pelos de punta. Los jugadores avanzaban hacia el campo en el que jugarían. La verdad es que me llevaban unas pintas de foto. El capitán, contra el que yo había jugado, llevaba una bandana que le tapaba los ojos...¿Cómo leches no se chocaba contra las paredes?¿Y el entrenador? Ese hombre si quedaba mal rollo, por dios parecía un desequilibrado recién salido del manicomio.

Estaba a punto de empezar, y yo no cabía en si de nerviosismo. David me agarraba de la cintura y me apegaba contra el para que no me escapase en algún momento, y, ya de paso, para incomodar un poco al capitán.

-Con la incorporación de Axel Blaze al equipo, es evidente que la formación del Raimon se a reforzado.Frente a ellos se encuentran Johan Tassman, capitán del Occult, que junto con el número once, Burt Wolf, y el diez, Troy Moon, forman un trío de delanteros que al parecer, y por lo que hemos sabido,disponen de un gran poder ofensivo.-miraba a los dos equipos.-¿Qué partido nos espera? Lo veremos dentro de nada porque están a punto de sacar.

Sonó el pitido que indicaba que el primer tiempo acababa de comenzar. Sacaba el equipo visitante, que no tardó nada en tirar hacia la portería del Raimon. Si mi idea había funcionado, Mark conseguiría parar ese chut. Le observé sacar la famosa "Mano celestial" y como paraba sin problemas el tiro de Troy.

Salté sobre mis pies con alegría mientras los chicos me miraban mal. A ellos les apoyaba cuando jugaban, pero mientras tanto era una fiel seguidora del Raimon.

-Les has ayudado...-mierda. ¿Tan previsible era?

-No...-comenté mirando al cielo.-¿Cómo puedes pensar que yo lanzaría mi "tiro espectral" contra ellos?

-Adrianne...-miré a David con una sonrisa de niña pequeña.-Deberías tener mas cuidado.

Bufé y seguí concentrada en el partido. Dragonfly tenía el balón en su poder, si chutaba ahora tendrían un gol de ventaja. ¿Con qué el tiro se llamaba "Remate dragón" eh? Era un nombre con fuerza, me gustaba. El balón se coló en la portería sin ningún problema, y todos lo celebraban con entusiasmo. Este partido parecía muy fácil, incluso demasiado para ser cierto, tenían un as bajo la mesa y yo lo sabía perfectamente.¡Otro gol más! Eso era bastante impresionante, pero ninguno de los tres de la Royal nos tragábamos ese rollo de equipo normalucho que llevaba el Occult. Esperábamos ver lo que escondían, y por lo que veía, a Axel también le olía a chamusquina todo esto. Cuando se reanudó el partido, el entrenador del equipo fantasmal, era un buen mote, empezó como a rezar con los brazos extendidos mientras que toda la formación se abría paso hacia dentro del campo del Raimon.¿Que demonios hacían?¡Se chocaban los unos con los otros! Oh, no,ya sabía que iban a hacer. El "bloqueo espectral" era una de sus técnicas mas conocidas por los demás equipos, conseguían parar al rival de una y durante un tiempo hasta que marcasen. Y así continuó hasta el final de los primeros cuarenta y cinco minutos, dejando tres goles a favor del Occult y dos para el Raimon.

Fuerza (Inazuma Eleven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora