Miss Mills

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Se levantó maldiciendo como Todos los días, ya solo el hecho de abrir los ojos la torturaba y la resaca del día anterior se sentía en todo su cuerpo.
Bajo las escaleras haciendo repicar sus tacones negros escalon por escalon, se sentó en la mesa y espero que la anciana sirviera su desayuno, estaba leyendo el periódico y ni siquiera fue capaz de levantar la vista cuando su taza fue puesta en la mesa.

-¿va a querér fruta o alguna otra cosa?pregunto Mary margaret amablemente.

-nada.
Dijo secamente siguiendo con la vista puesta en periódico

-siendo así, me retiro. Con permiso

-para lo poco que sirves, seria lo mejor.
dijo Regina dejando salir su odio una vez más.
Volvió a revolear el café en lo largo de toda la mesa. Y se levantó gruñiendo

-¡¡¡cuando vas a ser capaz de hacer un café como corresponde!!! ¡¡¡hace años que sos una vieja inútil!!!
le grito mientras la agarraba del brazo.

-mejor dedícate a limpiar, que por lo menos para eso sirves un poco más.
Regina la vio derramar unas lágrimas por sus ojos ,mientras cogía el paño para limpiar la mesa llena de cafe y diario mojado. Eso aumento su ira y golpeo la mesa con su puño, haciendolo sonar por todo el comedor, la anciana pego un salto y pudo ver en los ojos de Regina el odio mezclado con dolor.

-deja de llorar ansiana inservible y limpia todo esto para cuando vuelva.

Pego un portazo y se subió a su mercedes negro.
Enciendo un cigarro y comenzó a conducir hasta el hospital. Su cabeza estaba muda, odiaba despertar así y no poder hacer nada para cambiarlo, su rutina era agobiante y nada nuevo había día tras días.
Entro al hospital hecha una furia, maldijo a algunos cuantos residentes que se interponian en su camino y cuando llegó a su oficina en el segundo piso, se sentó mirando por el gran ventanal de vidrio que daba una hermosa vista a la cuidad de New York, tratando de calmar un poco su mal humor.
Cuando se disponía a empezar con los papeles, fue interrumpida por el sonido de su móvil. Un mensaje de Zelena se encontraba en la pantalla

"Tenemos que hablar hermanita. Termino con las modelos y paso por el hospital" .

Prefirió no constestar, sabia que igual Zelena pasaría de todos modos.

Cerca del mediodía, su secretaria belle, una chicas joven de unos 24 años, morocha con el pelo largo hasta la cintura, de un cuerpo delgado y de una piel blanca como la nieve, trai su almuerzo.

-permiso señorita mills, traigo su almuerzo

-dejalo ahí. Y trata de no tropezarte con tu inutilidad.
le dijo mientras reía sarcásticamente.

-que tenga buen provecho.
Y cuando estaba por irse Regina la freno

-¿como haces para ser tan vulgar? mejor saca tu estúpida sonrisa ya de mi despacho y no vuelvas a molestarme a menos que no sea para ese cafe asqueroso que traes cada maldita tarde.

Belle se retiro del despecho dejando escapar algunas lágrimas, ella hacia 6 años que trabajaba en ese hospital como secretaria y conocía a Regina desde hace muchos años, no sabia bien el porqué  cual se había convertido en esa bruja malvada, pero en el fondo tampoco quería dejar el trabajo, ya que Era madre soltera y debía mantener a su niña que apenas tenía 5 años. Por eso debía soportar cada cruel palabra y maltrato de aquella rígida mujer y en el fondo le tenía cierto aprecio.

La tarde parecía pasar rápido entre papeles y papeles, de repente la puerta se habrio y entro zelena .

-hermanita querida

-no seas estúpida Zelena y dime que quieres.

-podrias ser más amable ¿no?

-si viniste a darme clases, sobre valores, puedes irte, no voy a perder el tiempo contigo.

Save Me From This HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora