tu, otra vez?

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Llego el fin de semana y Emma se veia obligada a salir con rubí, se lo había prometido y ella jamás rompia una promesa.
La semana paso despacio y no lograba sacarse a Regina de la cabeza, no sabia por que pero tenía la necesidad de ayudarla, de entrar en su pasado y descubrir el inicio de su maldad, sabia que se metía un terreno peligroso y difícil de volver, pero aun así estaba dispuesta a intentarlo, esa mujer había provocado algo en ella que era imposible de explicar,algo que a pesar de su trato lograba atraerla mas y más.
Paso casi todo su sábado en cama, corrigiendo deberes y preparando las clases siguientes. La tarea se acumulaba por toda la casa, pero amaba su trabajo.
El sonido del timbre la hizo perder su concentración, dejo los lentes y el ordenador en la cama y se levantó a abrir la puerta, el timbre sonaba insistentemente.
-¡¡¡rubi!!! Yaa puedes dejar de apretar el timbre, dijo con cara seria.

-hola, pensé que habías caído en coma

-no, pasa

- y..¿por qué no te has vestido aun?

-yo.. Este...

-vendras quieras o no.
la amenazó con un tono firme intentando no reírse.

-no me podría escaparme aunque quisiera,estaba terminando de corregir, voy a tomar una Ducha.

-ve ve dale, estoy ansiosa.

Emma reviro los ojos y se metió en baño, pasaron 20' y salió en vuelta en una salida de baño blanca, fue hasta la pieza y entre todo el desorden le costó encontrar algo que ponerse.
Al final luego de unos 10' minutos buscando, de puso un Jean de color negro, una blusa blanca y unas botas negras. Se maquillo un poco y se hizo una cola, con algunas mechas sueltas.

Rubí esperaba ansiosa sentada en el sillón.
Una vez listas cerro las puerta con llave y se subieron a su escarabajo. Después de unos cuantos kilómetros llegaron a una discoteca, tenía una entrada grande y al costado dos fuentes con luces de colores, el lugar paracia ambientado como de Los 80'.
Emma quedo sorprendida, tratandose de rubí, pensó que la llevaría a algún lugar de música electrónica. Pero ese lugar supero sus expectativas.
Una vez adentro se vislumbra una gran barra y las camareras desfilaban en patines por la gran pista llevando las bebidas. Las mesas estaban a un costado y se distinguían algunas rocolas, se observaba un segundo piso donde el ambiente era mas tranquilo y habia muchas mesas más y varios puff, que se dirigían a una gran pantalla donde se veían videos musicales.

Mientra Emma se divertía con rubí, el sábado para Regina habia sido detestable, había pasado casi todo el día en cama leyendo incesantemente papeles para firmar, era lo único en que le parecía apropiado invertir su tiempo.

Un golpe en la puerta la hizo sobresaltar.
- ¿ señora?

-¿y ahora que quieres estúpida?

- disculpe solo le quería avisar que la cena esta lista y que si desea puede bajar a cenar.

-no crees que conozco bien los horarios y que si hubiera querido o si me hubiese importado.... Ya deja mejor y vete, que cuando se me de las
ganas bajare.

-si señora.

Revolió los papeles y se levantó de un salto, se puso su bata ya que solo traía puesto un camisolin de seda. Y bajo las escaleras con toda su furia.
Como siempre la mesa ya estaba servida, era una mesa larga que tenía una diez sillas repartidas alrededor, en la cabezera se sentaba regina, solo su plato ocupaba un pequeño espacio dejando ver la inmensidad de la mesa vacía, una mesa vacia desde hacía muchos años...
La anciana le había servido una carne asada con vegetales delicadamente cortados, una sopa de tomate y una copa de vino tinto que  terminaba de decorar la mesa.
Apenas probó bocado, su apetito de había ido, le daba escalofríos esa soledad irremediable. Se tomo toda la copa de un sorbo y le hizo señales a la mujer de blancos cabellos para que le sirviera más. Una vez terminada la botella una lágrima comenzó a rodar por su mejilla, apretó los puños.

Save Me From This HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora