reconocimiento

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Los Angeles era un sueño para Emma, la morena camina ansiosa por la habitación de un lado a otro, mañana sería la gran gala y sus nervios la estaban poniendo de muy mal humor.

-¿Podrías dejar de caminar como lunatica?

-no.... Ya dejame tranquila.

-me pones nerviosa, ven vamos a dar un paseo.

-ve tu...

-no era una pregunta, era una orden.

-ay Emma, tu y tus niñerias.

-cariño, estamos en los ángeles y no hemos salido de la habitación.

-cuando estaba entre tus piernas no te escuche quejarte... Dijo arqueado una ceja.....

-bueno, bueno si... Pero... Quiero ir a la playa... Vamos, allá en NY no hay mar... Por fi...

-tu ganas, pero solo un paseo corto.... Y luego volvemos, necesito pensar el discurso...

-tranquila, eso debe ser natural, cuando estés ahí verás que todo saldrá natural.

-puede que tengas razón, pero de todos modos lo pensaré...

Se vistieron, agarraron las cosas y fueron hasta la playa, estaban realmente cerca y a pesar de sentir el mar cerca del balcón, a la rubia no le alcanzaba, llegaron hasta la arena y ambas se sacaron los zapatos. La arena blanca tocando su piel, era como volver a conectarse con todo su interior. Luego de sacarse muchas fotos por insistencia de Emma, quien adoraba tomarse selfies con la morena. Se sentaron en un mediano, abrazadas, mirando el imponente océano mientras el sol se ponía en el horizonte. La rubia sacó 2 copas y una botella de champagne dejando perpleja a la morena. Las sirvió y ofreció un brindis.

-brindó por tu éxito y por tener a la mejor mujer a mi lado. Chin chin

-Chin Chin Emma, y yo brindó por que sin ti no estaría aquí, en la playa brindando con la mujer que amo.

Ambas se fundieron en un gran beso, sintiendo el ruido del mar y la fresca brisa en sus cabellos. Se quedaron hasta que la noche cayó. Juntaron sus cosas y tomadas de la mano fueron hasta el hotel. Luego se una gran baño y unas caricias de más, se durmieron en un profundo sueño.

El fastidioso ruido del despertador anunciaba las 8 de la mañana, una adormilada Emma gruñia por levantarse mientras la morena tiraba de las cobijas haciéndola enojar.
Las horas pasaban y la tensión aumentaba. La morena se había cambiado de ropa unas 10 veces, ni el blanco, ni el rojo, ni el negro, ninguno le gustaba.
¡Demonios! Pensaba....no estaba así de nerviosa desde el día que hizo su primer cirugía a solas, y ese día había demostrado a toda la clase lo brillante que ya era con el bisturí, pudiendo reparar un interino ciego que ninguno hubiera podido en una sola sutura. Pero más allá de eso, había soñado con este día toda su vida, paso años mejorando la técnica y sabía que algún día su rostro llegaría a la portada de grandes diarios y libros de medicina. Estaba a punto de cambiar la historia de la cirugía en el mundo y sentía todo el peso en sus hombros.
Emma se sentía angustiada, los nervios de la morena la estaban haciendo descomponer y como si fuera una clase de conexión secreta era ella la que no podía levantarse del retrete. Bajo la mirada furiosa de regina la obligó a tomar un baño mientras sería ella quien eliga su atuendo, debía acabar con el asunto o su estómago abandonaría su cuerpo.
Luego de varios minutos intensos la morena salió envuelta en una bata mirando de arriba abajo el atuendo elegido.
Se puso el vestido negro elegido, con un cierre por la espalda y entallado, llegaba justo a mitad del muslo, una gargantilla y unos pendientes haciendo juego, un cinturón de stras, y unos zapatos de taco negro. Peino su cabello hacia un costado y coloco un ligero maquillaje resaltando sus ojos, un labial rojo le dio el toque final. Antes los ojos de Emma parecía una reina, y la morena estaba conforme. Se miro varias veces ultimando cada detalle, Al fin estaba lista.
Quedaba una hora para el gran comienzo de la gala, ambas fueron ubicadas en una mesa cerca al escenario. Había grandes celebridades de la medicina, entre ella Sandra Yang, una estrella de la cirugía torácica, ellen grey, reconocida por el método grey de cirugía general, Arizona capshaw, cirujana fetal, reconocida por la tranfucion gemelar intrauterina  y la gran neurocirujana amelia scorsone.
Todas eran eminencias y no podía creer compartir una cena con tal celebridades, el lugar entero estaba lleno de grandes doctores. Emma no entendia mucho pero era guiada por las anécdotas de gina.
Luego de transcurrida la cena en la que ninguna probo bocado, la gala comenzó.
Una voz masculina tomó el micrófono y comenzó a hablar.

-buenas noches a todos los presentes, es un honor estar aquí el día de hoy para entregar este premio y este reconocimiento, como saben todos los años elegimos un personalidad de la medicina y la homenajeamos entregando este premio y dejando que sus conocimientos mejoren la ciencia. Me enorgullece que cada año más vidas sean salvadas y que cada año miles de cirujanos desarrollen técnicas que nos acerquen a mejorar la calidad de atención. Para mi hoy es un honor entregar este premio a esta excelente cirujana quien nos contará su historia. A partir del día de hoy será nombrado y reconocido en libros de medicina el método Mills, para que otros miles de ciruganos en el mundo aprenden la nueva técnica salvando vidas. Con ustedes Regina Mills.

Todos los presentes la aplaudieron de pie mientras la morena se dirigía al escenario, lidiando con los nervios y la emoción.

-hola y gracias a todos por asistir, estoy algo nerviosa, y realmente no prepare un discurso, ya que mi hermosa novia insistió en que debía improvisar. (risas) bueno antes que nada me siento feliz y agradecida, no creía que este día llegaría,  llevo años preparando esta técnica y cuando el caso de Lucy llegó al hospital, me pareció que era la única técnica que podía salvarla, la cual consistía en reparar su civ, usando material del arco aortico de más, evitando usar material ajeno y evitar el rechazo. Se que han visto el video y espero realmente que esto pueda ayudar en algún futuro a miles de niños, este premio de lo dedico a mi novia quien jamás dejo de creer en mi y a mi difunto hijo Henry quien me inspiró a luchar por cada niño sin esperanza de vida, se lo dedico a Lucy y a sus padres por confiar en mi. Gracias y es un honor estar aquí esta noche.

Todos aplaudieron a la morena, Emma lloraba como nunca antes, y muchos se acercaban a felicitarla y abrazarla. Se había reencontrado con algunos profesores, quienes estaban orgullosos y sabían que la morena llegaría llejos, zelena y su sobrino la felicitaban a través de una video llamada. Terminada la gala fueron con Emma a brindar a la playa y a despedirse de las playas de California dejándose amar bajo la luz de la luna.

Los siguientes días Regina fue portada de grandes diarios en todos el mundo, las entrevistas parecían nunca acabar y tenía visitas en diferentes universidades y hospitales de todo estados unidos.
Con demasiado trabajo por hacer inauguró una sede en su hospital donde preparia a varios cirujanos, quienes luego irían por el mundo enseñando. Sus metas eras grandes y tenía mucho trabajo por delante. Pero sabía por primera vez en la vida el propósito de su existencia y cuanto amaba salvar vidas. Toda la alegría en ella había vuelto a nacer y tenía en claro porque jamás la dejaron rendirse.
Su trágico pasado quedó ahí, donde debió estar hace años  y jamás volvió a salir a la luz, no al menos con la intensidad del principio.
Su carácter mejoró y su maldad se disipó. Ahora una sonrisa se dibujaba en su rostro más a menudo, con más sinceridad.
Emma la apoya en todo momento, no podía sentirse más feliz por su morena y aprovechaba para halagarla frente a sus alumnos.
Eran felices y lo sabían.

Save Me From This HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora