66. ¡Naruto, Sasuke, mis amigos!

688 73 23
                                    

Mientras los segundos pasaban, yo me sentía cada vez más débil. Mis fuerzas comenzaban a extinguirse, al igual que mi esperanza. Pero, mientras pueda salvar a la Alianza, yo podré morir en paz.

—¡No te rindas, ______! —exclama Naruto.

Abro mis ojos —que inconscientemente había cerrado— y me vuelvo a poner de pie, con mucha dificultad.

—Todavía no ganamos esto —dice el rubio—. Resiste, por favor.

—E... Está bien —jadeo.

Trago un poco de saliva y miro a las personas que tengo delante. Naruto y Sasuke han logrado sacar a los Bijuu, pero Obito se niega a soltarlos; por lo tanto, nos encontramos en una batalla de tira-y-afloja contra Obito. Detrás de mí, toda la Alianza nos ayuda a tirar de los Bijuu. Debo admitir que en algunos se nota el cansancio.

«—Nosotros te ayudaremos a volverte más fuerte, ______ —me dice Kiba.

—S-Sí, _______. Kiba ti-tiene razón —lo acompaña la Hyuuga. Shino asiente con la cabeza para triplicar las palabras del chico-perro.

—¡Sí! —exclama Ino—. Así podrás vivir una vida pacífica y podremos ver si te vuelves tan hermosa como yo.

—¡Ay, Ino-puerca! ¡Tú solo piensas en ti! —la regaña Sakura. Después se vuelve hacia mí con una leve sonrisa—. Tú tienes al Equipo 6 de tu lado.

(...)

—Qué fastidio —comenta Shikamaru y lo miro—. Eso de tener un demonio dentro de ti.

—Tienes razón, Shikamaru —lo secunda Chouji.

—Pero te ayudaremos en lo que necesites —me muestra una sonrisa pequeña el Nara—, a menos que implique levantarme temprano.

La puerta se abre y de ésta entra el Equipo Gai, pero sin su sensei. Noto que Lee ya está mucho mejor que la última vez, ya que se sostiene por sí mismo y camina perfectamente.

—¿De qué tanto hablan, chicos? —pregunta Tenten.

—Se oye todo un escándalo allá afuera —señala Neji.

—De ______ —contesta Kiba.

—¡Oh, de la hermosa ______! —Toma mi mano y abro los ojos por su acción—. ¡La chica de ojos tan hermosos, pero no tanto como los de mi querida Sakura!

(...)

—¿Ya ves? —me pregunta el Uzumaki.

—¿Qué cosa? —le pregunto, ignorando el escándalo que el resto hace.

—Todos son tus amigos, sin importar qué pase.

Lo miro a los ojos y mi corazón se enternece por sus palabras.

—Tienes razón —le digo.»

Mis amigos... Ellos necesitan de mi ayuda para poder sacar a los Bijuu de Obito por completo. Si no restauro su chakra, ellos estarán débiles y no podrán ayudarles a Sasuke y a Naruto... ¡Naruto, Sasuke!

Me giro hacia adelante y poso mi mirada en mis camaradas, que también están cansados. Primero, mi mirada se posa en el Uchiha, que fue el primero al que conocí al llegar a este mundo. Recuerdo la vez en que corrí en frente de la Academia, huyendo de los shinobi que me perseguían por haber escapado del hospital. Sasuke fue quien me detuvo.

Pero, ¿quién pensaría que, con esa caída, él y yo estaríamos iniciando una nueva historia? Una historia llena de amargura, soledad, dolor, tristeza, ira..., lamentaciones...

Un Gélido IncendioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora