Y, como era de esperar, la Liga de Delos volvía a atacar al Peloponeso. Miles de soldados se acercaban a Esparta. No sabían nada. Pero el ejército espartano, era mayor que el ateniense.
2 días antes
Aetos entra en el barracón de Giles bastante nervioso.
-¡Mi señor!
-¿Que te pasa?
-Ha llegado un comunicado del estratega real. Los atenienses volverán a atacar en muy pocos días, puede que lleguen antes de 3.
-No me jodas Aetos. No tenemos tiempo para preparar a todos.
-Señor, como estratega vuestro que soy, creo que poniéndonos a organizar ya a los soldados, podremos conseguirlo.
-Espero que tengas razón...
-No obstante, os recuerdo que vuestra amante está embarazada. ¿Debería de luchar?
-No me gustaría que participase en las guerras que vayamos a tener, pero conociéndola...es muy terca...
-Debéis de pensar lo mejor para Atenea...digo... Para vuestra hija.
-No te pases un pelo, hoy me pillas de buen humor, qué, por cierto, me acabas de fastidiar. Más bien los atenienses.
-Yo solo os comunico mi señor.
-Es tu único trabajo, ¿Verdad? Acatar mis órdenes.
-C-Claro Giles...G-General...
-Bien. Ahora vuelvo. Quiero que pongas a entrenar a todos. ¿Lo has entendido?
-Si... Mi señor.Giles sale a buscar a Ángela, la cual, no estaba en su barracón. Si no que estaba delante de la tumba de madre.
-M-Madre...
-Ángela...
-¿Giles?
-Te estaba buscando
-Siento... no estar...en el campo de batalla. Tengo tantas cosas que decirle a mi madre.
-Tranquila, te comprendo. Si lo deseas, me voy.
-No, quédate a mi lado.
-No creo que pueda...
-¿Cómo?
-Ángela los atenienses volverán a atacar en muy poco tiempo.
-Cielos...Ahora mismo voy
-No.
-¿Qué?...
-Amor mío, estás embarazada. No puedes combatir.
-Ni siquiera estoy de un mes.
-¿Y qué? No lo harás, bajo ningún concepto.
-Ni de broma. Ante todo, soy una guerrera. Lucharé.
-No, no lo harás. Y no quiero discutir.
-¡No puedes obligarme a no luchar!
-Miro por la salud de nuestra hija.
-Pero de momento estoy en estado para luchar, aún puedo combatir.
-¡¿Pero como puedes ser tan terca?!
-Giles...de verdad, te haría caso...
-(.....)
-Pero no puedo quedarme de brazos cruzados cuando de verdad puedo hacer algo.
-No pienso decir nada más. Ya eres bastante mayorcita para saber lo que tienes que hacer.
-(.....)Día de la revuelta
-Mi general.
-¿Ya estamos todos preparados?
-Así es.
-Espero que Ángela me haya hecho caso por una vez.
*Los dos salen del barracón con mirada sería y fría*
-¡Soldados!
-¡Si, nuestro general!
-Esta nueva revuelta, es mucho más fuerte que la anterior que hubo hace meses antes. Luchad igual, pensar igual. ¡SOBREVIVIR IGUAL!
-¡SI GENERAL!
Todos cogen las armas y se disponen a ir en busca de los atenienses.
Ángela no se encontraba entre los soldados. Lo único que iba a hacer, era infiltrarse en medio de la batalla, así Giles puede que no se diera cuenta. Quería proteger a su hija por encima de todo, pero nunca se había quedado de brazos cruzados cuando puede seguir luchando o puede seguir haciendo lo que de verdad le motiva. Luchar por sus seres queridos, luchaba por la criatura que estaba criando en su vientre.
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Espartana
RomanceLa guerra y el amor dominan esta historia de estilo bélico y romántico. Esta novela, centrada en la guerra de la Liga del Peloponeso, liderada por Esparta, contra la Liga de Delos, liderada por Atenas, trata de una joven espartana que no se deja pis...