Aviso previo

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Ya falta poco para la hora de la verdad. Pocos meses para la guerra final.
Ángela está apunto de dar a luz, pero aún no está de 9 meses, podría ser que ya estuviese lista...
Ya que Giles no estaba, se intenta levantar con sumo silencio...
—Ángela
—Que no puedo salirme con la mía...
—¿Por qué eres tan cabezota? Vuelve a echarte.
—No puedo, me agobio.
—Pues te aguantas.
—Ay...no te quejes de mí, hermana, tu también eres muy terca...
—Ya ya...
—Te quiero hacer una pregunta.
—¿?
—Cuando nos encontramos por primera vez...dijiste algo de "Siete"
—(....)
—¿A qué te referías con eso?
—Ángela antes de vernos, te envié un pergamino con que ibas a sufrir.
—Sí...
—Solo me vino ese número a la mente...y a la vez me pegó un escalofrío...
—¿Tan grave es?
—No lo sé...
—¿Pondrá en peligro a Atenea?
—No. Ocurrirá después de que des a luz, pero antes de la última batalla.
—Osea...¡¿Sabes cuando ocurrirá y no sabes lo que pasará?!
—Ángela, yo no soy la que decide si voy a tener premoniciones o no voy a tenerlas...
—(....)
—¿Estás bien?
—Creo qué...
—No me digas...
—voy a vomitar...
—¡Vaya susto me has dado! ¡Creía que ya venía!
—Si hubiese roto aguas no creo que estuviese callada.
—Uf, voy a tomar el fresco...
—(....)
Evadne sale de los aposentos de su hermana y se dirige fuera, pero no iba a tener mucha suerte.
—¿Perdona?
—¿Sí?
Alguien la coge del cuello, y se la lleva...
Mientras, Ángela se retuerce de dolor.
¿Donde estaría Leonidas?
—Aquí la tienes, mi señora.
—Cuanto tiempo querida hija...
—Qué demonios...¡¿Marilee?!
—Oh vamos, llámame "mamá" como cuando eras pequeña...
—No tienes el derecho que te llame así....
—¡TÚ! ¡HEREDASTE MI PODER! ¡MIS PREMONICIONES! ¡¡TODO!!
—(...)
—¡¡¡VÁIS A ACABAR IGUAL QUE EILEEN Y SU FAMILIA!!!
—Mi señora...cálmate...
—¡CIERRA TU MALDITA BOCA!....
—Tú nunca seguirás siendo mi madre...
Así como así, Leonidas se va. Evadne piensa en lo que peor puede hacer...ir tras Ángela...
—D-Dime hija...¿Y eso que has venido?
Evadne le mira con mirada fija y con un puñal que tenía bajo su túnica, le raja la mejilla.
—¡¡¡¡A-Ah!!!! ¡ZORRA, NO ESCAPARÁS! Evadne sale corriendo y encierra a Marilee en sus aposentos.
Mientras, como ella pensó, Leonidas va en busca de Ángela.
*Tocan la puerta*
—¿Se puede pasar?
—Pero qué...
—¿Ya me echabas otra vez de menos...?
—¡Sal de aquí! ¡A-Ahora!
—Veo que te retuerces de dolor...¿No quieres que te examine?
—Como me toques...*coge la espada* sellarás tu propia tumba.
—*Cierra la puerta con seguridad* Oh...me dejas sorprendido. No te puedes ni mover, llevas a tu hija dentro, a punto de nacer, y lo mejor que se te ocurre es amenazarme...
—¡Apártate de mí!
Evadne, al ver que no podía entrar en los aposentos, va en busca de Giles.
—¡GILEES!
—¡¿Qué pasa Evadne?
—E-Es Leonidas...está con Ángela dentro y la ha encerrado...
—¡¿Como?! Hijo de puta...hay que tirar la puerta abajo como sea...
—Giles, no hay tiempo. Ángela cada vez tiene más dolores...
—Se que puede resistir...Sígueme...

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