Desesperada

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3 meses después

Falta a penas un mes para que Ángela dé a luz. Los dolores cada vez se hacen más intensos. No tiene más remedio que estar en el lecho.
—¡A-Ah!
—Cariño aguanta.
—Quiero salir de aquí, no puedo estar todo el rato acostada.
—Y estoy de acuerdo, pero es por precaución.
—Pero es lo más normal del mundo. No creo que me quede mucho...
*Se levanta lentamente*
—No he conocido a nadie más cabezota que tú.
—Pues si soy así, soy así. Y estoy de muy mal humor, necesito tomar el fresco.
—Vale, tú misma.
Va hacia el pasillo del palacio y siente como un leve mareo...
—Ay...
—Ángela, ya está bien.
—Giles...arg está bien...
—Vuelve al lecho, vamos.
Mientras, Marilee cada vez está más desesperada por matar a Ángela y no lo consigue. Está más tímida, más delgada...
Todo se viene de golpe. Ya se acerca la batalla final.
El monarca hace llamar a Giles para hablar sobre su nuevo consejero.
—¿Me hicisteis llamar?
—Si general. Aún no sabemos quién fue el culpable, pero Aetos fue asesinado con una navaja. Su esposa, Marilee, está desolada. Podríais ir a darle apoyo.
—Mi prometida está a un mes de dar a luz, no puedo dejarle sola.
—Oh vamos, sabe cuidarse.
Bueno, cambiando de tema. Hemos decidido que, ya que Leonidas era uno de los mejores amigos de Aetos y es uno de los mejores guerreros, que sea tu nuevo consejero.
—¿Qué?....
—Mi señor, será todo un placer serviros...
—Y ya que Ángela es tu prometida, también será el consejero de ella.
—(....)
—Es nuestra decisión y nadie puede influir en ella. ¿De acuerdo general?
—Sí...
—Por otra parte, los atenienses están preparando una gran guerra. Tenemos que atacar nosotros antes.
¡Por fin! El Peloponeso y la liga de Delos se enfrentarán. Y como es de esperar, ¡ganará Esparta! Quiero que formes a todos tus soldados, que los mates a latigazos para entrenarlos, ¡que sean invencibles!
—¿Es necesario hacerles daño?
—Oh por favor. Sabes que así es como se aprende mejor.
—Pero...
—¡He dicho lo que he dicho! Y ahora...necesito que me laven unas bellas señoritas, mi momento de relajación. Podéis retiraros.
—(....)
Giles no sabe como reaccionar. No se imagina a Leonidas como consejero suyo, y menos de Ángela. Tiene que hacer algo y le queda solo algunos meses.
Llega a los aposentos.
—Cariño...pareces preocupado...
—No tengo buenas noticias.
—¿Qué ha pasado?
—No se sabe quién mató a Aetos, aunque estamos de acuerdo en que fue Marilee. Con lo cual, los monarcas han elegido a Leonidas para que sea mi nuevo consejero, y tú, al ser mi prometida...también es el tuyo.
—¡¿Qué?!
—Lo sé...hay que hacer algo...
—¡Giles, intentó agredirme hace meses!
—¡¿Cómo?!
—Ni me imagino que intentará ahora que es nuestro consejero...
—Intentaré hacer todo lo que pueda. No se puede cuestionar la decisión de los monarcas, ni siquiera un general de la realeza como lo soy yo.
—(....)
—¿Ángela?
—¡¡A-Ahh!!
—Otra vez los dolores...será mejor que te tumbes.

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