Con ganas de venganza

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—¡Que me sueltes! ¡AYUDA!
—¡Cállate! *Le tapa la boca*
Giles y Evadne corren a toda prisa hasta que llegan a los aposentos.
Giles intenta tirar una de las puertas abajo, pero no hay resultados.
—Giles....¿Qué hacemos?
—Maldita sea... ¡LEONIDAS SUÉLTALA!
—¿Giles?....
Ángela, aprovecha y le pega un codazo.
—¡Perra! ¡AH!
—¡Gilees!
—¿Ángela....?? ¡Aguanta!
Pero Leonidas, coge a Ángela y la tira al suelo...
—¡¡Ah!! ¡Déjame malnacido!
—Que pena que perdieses a tu bebé por esto... *le roza el cuello* pudiendo...haberlo evitado...*le toca la pierna y desliza su mano cada vez más hacia arriba*
—¡Ah! ¡N-No me toques!
—¡¡Suéltala cabrón!!
—Giles...
—¿Tienes alguna idea, Evadne?
—Mmmm....
—Me parece que la única solución es coger la dory.
—La "dory"?
—Típica arma espartana.
Vuelvo enseguida.
Giles corre a toda prisa.
Mientras, Evadne, intenta persuadir a Leonidas, ciego por su rabia.
—Leonidas...suéltala
—¡¡Cierra el pico!!
—¡Me haces daño! ¡¡Ahh!!
—¿Estás enamorado de ella, verdad? Entonces, ¿como demonios le haces esto?
—(.....)
—No te dejes guiar por la rabia que lidera tu cuerpo.
Leonidas, sin darse cuenta, cada vez suelta mas a Ángela y por fin consigue soltarse.
—¡No! ¡Vuelve!
—¡Yaaah!
Giles tira la puerta abajo.
—¡Giles!
—Amor mío...
Los dos se abrazan al instante.
—Antes, deja que mate a este asqueroso.
—¡¡No!! Por favor, mi general...
—¿Y encima, tienes la poca vergüenza, de suplicarme que no te mate? Más razón para odiarte.
—¡Giles, se acerca la esposa del rey!
—Mierda...
Leonidas se levanta rápidamente y se escabulle. Antes, hace una reverencia ante la reina.
—Mi señora...
—Hola, Leonidas.
Vaya, general Giles, no os esperaba encontrar todos aquí.
Habla Leonidas algo nervioso.
—Estábamos debatiendo, mi señora.
—Ya veo...
Se va sin decir nada...al igual que Leonidas.
—Maldito...
—¿Estás bien, hermana?
—Sí...
—¿Pasa algo?
—¿De verdad está enamorado de mí?
—Exacto.
—Intenta evitarle todo lo que puedas cariño, cada vez está más loco...
—Por culpa de mi madre.
No para de comerle la cabeza.
—Es de esperar...
—¿Y esa es la esposa del rey?
—Sí, se llama Hypatia. Es muy estúpida.
—Ya se ve...
—Tengo que irme a debatir un par de estratégias...no quiero dejarte sola..
—No te preocupes cariño, me quedaré con Evadne.
—Sí, estaré con ella.
—Si es así, me voy más tranquilo. *Le besa con ternura*
Adiós prima.
—Adiós. Que te sea leve.
—Bueno, hermana, parece que estás confusa.
—¿Puedes hablarme de algunos miembros de la realeza?
—Bueno, solo conozco a los monarcas y a las damas de compañía de ella.
—Tengo la sensación de que no te caen muy bien.
—Tengo razones para ello.
Empezaré con el rey.
Se llama: Dymas
Es un creído, mujeriego e idiota. No me extraña que su mujer esté amargada.
—Jajaja
—Y, respecto a las damas de compañía de su mujer, son unas engreídas y cobardes..menos una..
—¿?
—Se llama Neoma. Siempre está sola y es muy introvertida, podrías acercarte a hablar con ella.
—¿Tú crees?
—Sí, no estaría mal que hicieses amistades.
—Que "simpática"...
—Tómatelo como un cumplido.
—Seguro...
—Bueno, será mejor que descanses.
—Si tú lo dices....
—¿Quieres parar de rechistar?
—Muy en el fondo te quiero..
—¿Quién es la "simpática" ahora?
—Tómatelo como un cumplido....
—(.....)

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