Capítulo 2

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La alarma comenzó a sonar irrumpiendo mi placentero sueño, por acto reflejo cogí aquel reloj y lo estampé contra la pared, mierda, ahora tenia que comprarme uno nuevo.

Con mi vista borrosa busque la ropa que me pondría.

Saque unos jeans blancos y una camiseta de tirantes de color negra, después en modo de chaqueta me puse una camisa de cuadros rojas junto a mis converse.

Hoy me había recogido el pelo en una coleta alta.

Baje a desayunar y allí se encontraba mi madre y Hannie la cual llevaba un corto vestido.

-Buenos días- sonrió mi madre y le respondí con otra sonrisa.

Ella se levantó de la mesa y fue hacia la nevera para prepararme lo que suponía que era mi desayuno.

-¿De que vas vestida?, ¿de granjera?- pregunto Hannie delante mia.

-¿Y tu?, ¿quizás de chica barata?- la fulminé con la mirada.

-No me llames así.

-Lo mismo te digo- me resultó raro que mi madre estuviese a apenas 3 metros de nosotras y este tan distraída de la conversación.

-Aquí tienes Charlie- mi madre me colocó un plato de tortitas que olían genial.

Después de desayunar, Kate llego con su Mercedes para ir a la universidad, estaba empezando a odiar a aquel coche.

-Hoy espero verte en la cafetería Charlie - hablo Hannie.

-Me veras, pero no junto a ti.

-Charlie, deberías de dejar esa actitud de lado y portate bien.

-¿Perdona?- eleve una ceja.

-Ya hemos llegado- estacionó Kate interrumpiendo el principio de nuestra pelea.

-Nos vemos luego, hermanita- dijo Hannie, yo salí del coche resoplando y pegue un portazo.

-¡Mi coche, estúpida!- grito Kate, yo la ignore, no quería empezar otra pelea.

Saque mi horario del bolso y fui a mi clase de filosofía.

No me resultó difícil encontrar la clase así que llegue a tiempo.

El aula era la mejor de toda la universidad, lo aseguro.

Los alumnos nos sentábamos en sillones o en las alfombras que había en el suelo, todo estaba lleno de cojines de colores y olía genial a vainilla.

Yo me senté en un sillón de color rojo que a decir verdad, era super cómodo.

Al instante, entró una profesora alta y con buen cuerpo, su pelo negro lo tenia recogido en una coleta y su vestido azul cielo dejaba ver sus bronceadas piernas.

-Buenos días- dijo y todos nos callamos- soy Sabrina, vuestra profesora de filosofía, ¿todos queréis ser psicológos?

Me encantaba solucionar los problemas de los demás, se me daba bastante bien.

La profesora empezó a explicar cosas en la pizarra, dió la casualidad de que mi bolígrafo dejo de pintar y no tenia otro.

Empecé a hacer nubarrones en la esquina de la hoja por si pintaba, pero no fue así.

-¿Lo quieres?- me dijo un chico moreno ofreciéndome su bolígrafo.

-No, gracias.

-Cogelo- insistió.

-¿Y tu con que escribes?

-Quedaremos y me darás los apuntes- me guiño un ojo.

-¿Sabes?, tienes una manera de ligar muy peculiar- reí.

Play...¿Friend? [PG#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora