Capítulo 3

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La comida estuvo genial, y ni hablar de la heladería a la que fuimos después, lo cierto es que lo estaba pasando bastante bien.

-Bueno, debería irme- dije mientras caminábamos por la calle.

-Deja que te lleve a casa.

-¿Quieres conducir mi coche, verdad?

-¡Si, lo llevo deseando desde que lo vi!- grito como un niño pequeño.

-Esta bien, pero no vayas a 10km/hora.

-No soy como tu preciosa- me guiño un ojo y no pude evitar reír- ¿De que te ríes?

-¿Preciosa?- seguí riendo- Espero que no estés intentando ligar conmigo.

-No lo intento- dijo serio- lo hago.

-Lamento decirte que no funciona- reí y me dirijí al coche.

Me impresionó la confianza que cogí con  este chico sin apenas conocerle, solo espero no equivocarme con él.

Siempre me pasa lo mismo, confío mucho en las personas, me entrego y les ayudo en lo que sea y luego me traicionan.

-¿Que piensas?- arranco el coche.

-Nada, tengo que darte esto- estire mi mano hasta los asientos traseros para alcanzar mi mochila.

Una vez la tuve en mi regazo saque los apuntes de filosofía.

-Ten- se los dí.

-¿Puedes guardarlos en mi mochila?, estoy conduciendo- hablo sin quitar la vista de la carretera.

Cogí su mochila y le guarde los apuntes.

-Oye, acabo de caer en una cosa- le dije.

-¿Que cosa?

-Si tu me llevas a casa, ¿como iras a la tuya si no tienes vehículo?

-Oh, se me había olvidado ese detalle- rió- tendremos que pasar por los aparcamientos de la universidad para coger mi moto.

-Vale- respondí mientras ponía algo de música.

El camino hasta la universidad fué un no parar de reír.

Máx era un chico agradable, gracioso, desprendía felicidad y confianza, y porque no decirlo, era tremendamente atractivo.

Lo cierto es que su carácter era parecido al mío, pensabamos lo mismo, respondía con sarcasmo como yo...

-Todo tuyo- bajo del coche cuando llegamos a los aparcamientos.

-Espero que no pierdas mis apuntes- reí.

-No te lo prometo.

-¡Máx!- Lo regañé.

-¿Que?, solo te advierto- levantó las manos en forma de rendición.

Saco de su bolsillo trasero las llaves de su moto, luego se montó en esta, ahora estaba aún más sexy y no pude evitar quedarme mirando.

-¿Deseas una foto?, si quieres te la puedo firmar.

-¿Que?, solo miraba tu moto, engreído.

-Claro- rió- adios Charlie.

-Adiós- me despedí y me adentre al coche.

Llegue al portón de mi casa y espere a que el guardia de seguridad me reconociera para abrirme.

Aparque el coche en la entrada,no pude evitar fijarme en la piscina que ya estaba limpia y en los adornos que había por el jardín.

Play...¿Friend? [PG#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora