Play...¿Friend? [PG#2]

Capítulo 23

Conforme iba cruzando el umbral de la puerta, rezaba interiormente porque la persona que acababa de entrar no fuera mi padre.

-¿Mama?- pregunte con una voz apenas audible, un tono de voz apagado y con miedo.

-Hija, pasa al salón.

Cerré la puerta con cuidado y un huracán de sentimientos contradictorios se adentraba en mi cuerpo.

-Hola- saludé, de espaldas a mi había una mujer con un moño alto y un hombre a su lado de cabello oscuro.

-Charlie, esta es la hermana de Dan, Celeste, y él es su marido, Xavier.

-Encantada- dije con una sonrisa timida a la vez que mi cuerpo se relajaba.

-Igualmente- respondieron a la vez.

-Sube a la habitación de Hannie, está con Marta, su hija, así la conoces- me habla mama sabiendo que ese plan no me gusta, así que me hace un gesto con la cara.

-De acuerdo, nos vemos luego.

Subo hasta mi habitación y suelto ahí la mochila.

Con paso pesado me dirigí a la habitación de mi hermanastra.

Toqué dos veces a la puerta y escuché unos pasos dirijírse hasta esta.

-Hola, tu debes de ser Charlie- me dice una chica de pelo oscuro y ojos castaños, casi negros- Yo soy Marta, encantada- y sin esperarmelo, me da una efusivo pero corto abrazo.

-Encantada.

-Pasa- ella abre más la puerta y yo entro a la habitación.

-Hola Charlie- saluda Hannie.

-Hola.

-Siéntate aquí con nosotras- Marta me hace un hueco en la cama.

-Hoy han hecho obras en tu habitación, ¿no?- me pregunta Hannie.

-¿Así?- pensé- Oh, si, de seguro es el espejo.

-¿Espejo?

-Si, pensé que un espejo en el techo de mi cama quedaría bien, y bueno, supuestamente hoy me lo ponían.

-¡Vamos a verlo!- de un salto Marta se levantó y salió de la habitación como alma que lleva el diablo.

Hannie y yo la seguimos y la vemos parada en mitad del pasillo.

-No se cuál es tu habitación- me dice seria y yo suelto una risita.

-Esa- señaló hacia el frente.

Realmente Marta no es como me esperaba, imaginaba una chica igual a Hannie y sus plásticas amigas.

Pero verdaderamente me cae bien.

-Pues la verdad es que sí que mola- la veo tumbada en mi cama y imito su acto.

El espejo quedaba perfecto, para que mentir.

Era justo o mejor de lo que imaginaba.

-Han, ¿no quieres verlo?- preguntó Marta al ver a Hannie de pie junto a la puerta.

-Yo...

-Ven- le digo, y en su rostro aparece una sonrisa que borra al instante.

-Si, queda bien, quizás y te copie la idea.

El reflejo de las tres tumbadas en mi cama me hizo sonreír, parecía una escena típica de películas.

Todas concentradas mirando hacia arriba, me parecía un poco de chiste.