Steven se giró de un rápido movimiento y clavó sus perfectos ojos cristalinos en los de Kim.
Parecía como si buscara algo. O alguien. Le dedicó una abierta sonrisa dejando mostrar sus dientes y habló para la clase:- Suelo tratar con universitarios, así que estoy acostumbrado a un comportamiento más maduro -se sentó en la mesa con expresión seria. Todos lo miraron desconcertados.
Steven soltó una sonora carcajada que resonó por todo el aula.
- Será bueno cambiar ese comportamiento por uno mas divertido Kim pensaba que esa sonrisa era imborrable- con que empezar a hablarme de vuestras aficiones.
Aquella clase fue muy diferente a las que solían dar en Química o en otras asignaturas. Hablaron sobre deportes - ella dudaba si solo conocían ese tema- sobre los distintos equipos del colegio y cuando iban a celebrarse partidos o audiciones. Steven parecía sociable y agradable. Se notaba en su mirada que de verdad le importaban las historias de partidos pasados o incluso de bromas que gastaron a los profesores en el partido solidario del año pasado.
Era un buen tipo.
- ¿Cuál es tu nombre? -dijo dirigiéndose a Logan.
-Logan Henderson -contesto impasible.
- ¿Y el tuyo? -esta vez se dirigió a Kim
Se aclaró la garganta. Lo que menos quería ahora, era una voz sospechosa.
- Christian Jimenez -ya casi había olvidado su nombre asignado.
- ¿Qué hobbies tienes, Christian?
- Oh. Me gusta el béisbol. -sabía que nombrando un deporte acertaría.
Mike, sentado unos asientos más atrás rió ante su respuesta. Podía distinguir esa sonrisa de puerco a kilómetros a la redonda, pero nadie le dio mucha importancia, ni ella misma.
- ¿Estás en el equipo?
- No pero quizá pronto lo esté -dijo Logan por Kim, con el orgullo de un capitán. Su corazón dio un estúpido vuelco.
De camino a las habitaciones, Carlos no dejaba de elogiar al profesor. Él era un amante de los deportes, tal como sus otros amigos, solo que no era capaz de cerrar la boca más de un nanosegundo -y solía ser para tomar aire-
Logan tenía la mirada perdida pero iba escuchando partes de la conversación. A él no le llamaba mucho la atención eso de un nuevo profesor “enrollado”. Llevaba allí suficientes años pasa saber que después esos profesores resultaban ser los más desagradables y gruñones.
Se fijó que Chris miraba sus zapatos y tampoco mostraba mucho interés por el tema. Ya no aguantaba más oír la voz de Carlos.
- Carlos, ¿te pongo una bandeja debajo de la boca para la baba? - dijo Logan con una sonrisa irónica.
Carlos le fulminó con la mirada y quiso estrangularle con las manos, a pesar de que Kendall y Chris reían.
- A mi no me hace gracia. Solo que me anima que entre un tío que sea interesante y se interese.
Logan sacudió la cabeza. No tenía arreglo.
Cada uno se dirigió a su correspondiente habitación. Sería muy aburrido estar todos los días en una pequeña habitación sin nada interesante para hacer, salvo leer libros científicos, enciclopedias o diccionarios de varios idiomas ilegibles. Se salvaba del aburrimiento gracias a Logan.
- Mm… -gimió Kim una vez tumbada en su cama- me aburro.
Logan se sentó en su cama mirando a su compañero de reojo.
- Prueba a hacer paracaidismo sin salvavidas. Es mas emocionante. -bromeó él.
Kim vio su peculiar sonrisa y algo dentro de ella se derritió.- Podría salir herida.
- ¿Eh? -dijo Logan confuso.
- Herido -corrigió rápidamente con el corazón latiéndole frenéticamente.
Logan seguía mirándole con el entrecejo arrugado. Ya esta, ya se acabó todo. Logan ha descubierto su secreto. Todo el mundo lo sabrá. Tendrá que huir o morir. La última opción ahora le sonaba mejor.
Él rió y se tumbó en la cama con las manos detrás de su cabeza.
- Eres gracioso.
Por muy poco.
- Y-Ya -tartamudeó aun con el nudo en la garganta.
Tomó su cuaderno para mantenerse ocupada en algo. Quería mantener su mente lejos de él o del mundo entero. No podía sentir lo que sentía. Por un momento, había preferido morir a que Logan la traicionara. Ahora no solo su vida estaba en juego.
También lo estaba su corazón.
A la noche vio como Logan no podía soportar su mal olor y entre risas le dijo que la apuesta ya estaba cumplida. Iban a llamarle la atención si olía tan mal. Aun que a ella el olor masculino de Logan le enloqueciera. Más bien lo dijo por su salud mental.
Él aceptó de mala gana y se dio una larga ducha de agua caliente. No había nada mejor que eso para relajarse, aun que en el baño tenían una bañera -pocos baños tenían, pero al llevar en el internado más de cinco años te recompensaban con una bañera. Él los había cumplido de sobra. Se enredó una toalla en la cintura y salió a la habitación aun húmedo.
Chris estaba dándole la espalda. Parecía que dormía a pesar de ser las 10:30 P.m.
Mas quisiera ella.
Kim era muy consciente de que tenía a pocos metros a Logan con tan solo una toalla cubriéndole medio cuerpo. Se obligó a relajar su respiración y mantener los ojos cerrados. Aun que podía…
Giró el cuerpo, haciéndose la dormida. Entre sus pestañas podía ver a Logan, con unos cortos bóxer. Tenía un cuerpo impresionante. Hombros anchos y fuertes brazos. Su espalda era casi grande y viril. Sin darse cuenta, Kim tenía la boca abierta y apunto de babear. A ella si que le vendría bien la bandeja que comentó en la tarde Logan