- Soy Christian - "mierda" pensó. No sabía ni siquiera que apellido iba a usar.
- Yo soy Logan Henderson -estrecharon sus manos y él se dirigió a un pequeño armario que había al lado de la cama.
La habitación era de un tamaño medio. Tenía dos camas con sus respondientes cómodas, dos mesas de escritorio y una pequeña estantería. A un lado había una puerta. Kim se acercó y vio que detrás de la puerta había un baño con tan solo una bañera, un retrete y un lavabo blanco. Agradecía que por lo menos la bañera tenía una cortina, como no, con el escudo del internado. Al salir, Logan ya tenía puestos unos pantalones de chándal y estaba poniéndose tan solo una camiseta sin mangas de color blanca. Le marcaba todo. Tenía que admitir que se veía genial.
- Esta tarde no hay clases, ni los viernes. -le aclaró y se sentó en su cama mirándolo.- ¿cuántos años tienes?
- Dieciséis, pero en unos meses cumplo diecisiete.
Él sonreía sin mirarla. Tenía entre sus manos un libro que parecía que estaba leyendo.
- Tú pareces mayor -dijo Kim mientras acomodaba su ropa en su armario. Quería evitar cualquier silencio incomodo.
- Tengo dieciocho años. Me extraña que no me hubieran puesto alguien de mi edad, no te ofendas.
- Oh, no me ofendo. -contestó mientras rodaba sus ojos. Parecía un chico inmaduro. Ella no estaba para juegos.- si quieres, pide un cambio.
Él soltó una carcajada. Kim giró la cabeza y vio como se apartaba unos de sus cabellos de la cara. Era muy apuesto, y se maldecía por pensar cosas así de él.
- No, me necesitaras. Eres novato.
Kim se asustó ante eso. Ella sabía como eran los chicos en su antigua escuela cuando venía alguien nuevo, sobre todo si era chico. No se podía imaginar como serían aquí, con cientos de chicos por todos lados. Pero bueno, se suponía que era un internado de élite, no podría pasar nada grave.
- Se cuidar de mí mismo. -dijo en un susurro y se sentó en la cama. Logan se levantó y se sentó en frente de ella. Al levantar la cabeza se fijó que Su mirada era burlona, pero cálida. Sabía que era un buen chico.
- ¿De dónde vienes? -dijo Logan. Se había fijado que su piel era muy pálida para venir de California.
- De lejos -se levantó de la cama y justo en ese momento la puerta se abrió. Eran el director y el policía.
- Oh, Chris . Veo que has conocido a tu compañero, que bien. -dijo Bryan con una sonrisa en la cara. Aquí todo el mundo sonreía mucho, menos ella.
- Si. ¿Podemos hablar? a solas. -dijo Kim evitando mirar a Logan. Él lo entendió y salió de la habitación junto a su libro.
- Haga los deberes, Henderson. No queremos más calificaciones bajas. -le reprochó Bryan. Logan asintió molesto y salió cerrando la puerta. Se quedaron los tres solos.
- ¿Cómo te ha tratado? -preguntó Alex con tono de padre protector.
- Bien, pero ni siquiera sé mi apellido.
- Jiménez , te llamas Christian Jiménez . -dijo el policía mirando una hoja.- vienes de Atlanta, Georgia. Tus padres son médicos y has venido aquí para mejorar tu historial. -despegó la mirada para posarla en Kim y sonrió.
- Esto no va a funcionar -suspiró.- Pueden irse ya, estaré bien.
- Llamaré todos los días. Ten cerca tu teléfono, por favor. -Alex le pasó la mano por su hombro de forma cariñosa.
- De acuerdo. Siempre conmigo.
Ambos se despidieron, dejándola sola en la habitación. Mañana tendría que enfrentarse a un curso ya empezado. Como lo odiaba. Recordaba cuando tenía nueve años y sus padres tuvieron que cambiarla de colegio. Allí aprendió que los niños pueden llegar a ser muy crueles. De pequeña había sufrido bullying en pleno silencio. En la secundaría la cosa no fue a mejor, aun que con los años aprendieron a tomarla como invisible. Pero siempre habían algunas chicas que se metían con ella y con su ropa. Y también chicos que se burlaban de ella, Los detestaba
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Logan
- Que raro que el diré te acompañara de Tour -dijo tumbándose en la cama, mirando al techo. Era muy aburrido estar encerrado en un sitio durante cinco días a la semana. Normalmente, Logan solía pasar su tiempo libre así. Tenía muchos amigos del equipo o de clase, pero por las tardes pedía pasarlo sólo. Y ahora había perdido su soledad. En parte le agradaba, pero en otra le disgustaba. Se había acostumbrado a tenerse sólo a sí mismo desde que era un crío.
- Quería ser amable -contestó ______ con su fingida voz masculina. Ya se iba acostumbrando.
- Vas a detestar este sitio. Tener que estar aquí hasta el fin de semana es agobiador -dijo con una sonrísa ironica en su rostro.
______ estaba sentada en su cama con las piernas cruzadas. No pudo reprimir bajar la cabeza ante eso. A ellos los dejaban salir dos días a ver a su familia, sus amigos, etc. Pero ella, tendría que quedarse allí, sóla. No tenía a donde ir. Ni padres a los que acudir. Sus ojos se ahogaron pero los apretó para impedir que las lagrimas cayeran.
- Bueno, yo estaré aquí todos los días. -intentó que su voz no se quebrara y lo consiguió.
- ¿Por qué?
- Mi familia...vive en Atlanta. -mintió recordando lo que Alexander le dijo. - no puedo hacer un viaje cada semana, y aquí no conozco a nadie. Pero no me importa, prefiero conocer a fondo este lugar. -le dedicó una sonrísa que no llegó a sus ojos. Era un hombre, no lo notaría.
- Aja -Él estaba jugando con su telefono y tenía un auricular puesto. A _____ le hirvió la sangre. Detestaba que le preguntaran y después no la escucharan. Cogió un pijama limpio de la comoda y se dispuso ir al baño, hasta que una voz la paró.
- Puedes cambiarte aquí, no soy gay. -dijo Logan sin dejara de jugar con su celular
______ se puso nerviosa. No podía cambiarse delante de un hombre. Vería que su cuerpo era diferente.
- Quiero darme una ducha.
Antes de que contestara se metió en el baño. Echó el pestillo y se quitó todo el pelo falso que tenía pegado. Sacudió su media melena rubia y se miró al espejo. Se veía como siempre, o eso diría alguien que la conociera. Pero ella sabía que algo había cambiado a mal. Sus ojos estaban apagados. Antes, a pesar de sus problemas, siempre mantenía ese brillo, incluso cuando Cody la abandonó. Suspiró, y se emtio a la ducha