- Necesitas perfeccionarlo, pero podríamos sacar algo bueno para las pruebas.
- ¿En-En serio? -dijo y tragó saliva con notable esfuerzo.
- Por supuesto. Venga, vamos adentro a comer algo, este partido me ha dado hambre.
Ella asintió y fue junto a Logan al edificio. Estaba más contenta de haber podido impresionar a Logan que de haber ganado la apuesta.
- Espera -ella paró en seco y él giro para mirarla- he ganado la apuesta.
Logan maldijo algo en susurros.
- Tienes razón. Empiezo a cumplir mi parte mañana.
- Ah no. Hoy te acuestas con el sudor del béisbol -ella reía sin poder aguantar más.
- Compartimos habitación, vas a disfrutarlo mucho. Por cierto, te mereces un abrazo por ganar -abrió los brazos dejando visible sus manchas de sudor.
Ella seguía riendo, intentando parar para que no saliera la voz muy aguda y al ver como se acercaba, retrocedió sin apartar la vista de él.
- ¿Tienes que apestar para tener la escusa de abrazarme? -bromeó ella.
- Más bien te la doy yo a ti, te mueres por mi -dijo con aspecto serio. Oh.Dios.Mio.
Los ojos de Kim casi salen de sus orbitas. ¿Bromeaba o no? Tenía que bromear. Bromeaba a pesar de su tono de voz grave y sexy y era mirada calmada, como si acabara de pedir la hora. Ella no podía hablar en estos momentos por el nudo que tenía en la garganta ¿Y si salía corriendo? Eso empeoraría las cosas, comparten habitación, acabaran viéndose. ¡Ya lo tenía!
“ Oye Logan pues si me gustas. Pero no te asustes que soy una chica.”Idiota…
- Era una broma. Tío -ahora él empezó a reír de sus estúpidas bromas - sé que no te va ese rollo
Si tan solo supiera.
- Ya lo sabía, solo esperaba ver tu reacción ante mi “duda” -dijo la última palabra marcando unas comillas en el aire con sus dedos. Fue lo mejor que pudo improvisar, y coló.
- Vamos a comer, tanto ejercicio me da hambre.
Ambos jóvenes fueron a la cafetería de la planta baja. A pesar de no ser día de clases, seguían trabajando para los pocos que se quedaban por tener la familia lejos o casos similares, como el suyo, solo que ella ahora era huérfana.
Siempre que recordaba lo que pasó se le erizaba la piel. Y pensar que ella pudo ser la tercera víctima aquella tarde.
Tomó una bandeja pero no sabía que elegir de comida. Se le había quitado el apetito. Logan tomaba papas fritas, pollo frito, tacos y más fritos. Kim vaciló mirando su bandeja a rebosar y él le respondió con una pequeña risa.
- Acabamos de hacer deporte y es sábado, nos lo merecemos - puso en la bandeja de Kim un poco de todo de lo que servían. No le dio tiempo ni a suspirar al ver la bandeja hasta arriba.
Se dirigieron hacia una mesa que daba a las pistas de rugby, en esos momentos vacías. El ajetreo diario de la cafetería se redució a los ruidos de la gente cocinando y de algunas personas hablando bajito. Eso le agradaba.
Kim comió su primera patata frita mientras que Logan ya iba casi por la mitad.
- No va a venir la manada de lobos a comer de tu bandeja -dijo reprimiendo una sonrisa.
- Nunca se sabe, pequeño saltamontes. -contestó Logan.
Le gustaba como era ese chico. Para su gusto era difícil de entender pero era muy agradable. Hacía mucho tiempo que nadie bromeaba o hablaba con Kim. Aun que ahora no era Kim, sino Christian. Suspiró. Seguía siendo su misma personalidad, así que si Logan hablaba con ella no era por lo que tenía entre las piernas.
Por la tarde, ya en la habitación, Kim tuvo su ducha diaria y Logan tuvo que cumplir su apuesta. Le daba pena la carita que ponía por no poder ducharse. Se estaba pensando si dejarle darse una ducha rápida por esos ojos tan tiernos. O quizá fuera porque el olor masculino le estaba afectando al cerebro y verlo sudoroso.
Ella se tumbó en su cama con su Ipod. La música siempre le ayudaba a sumergirse en un mundo perfecto que ella creaba.
- Deberías darte una ducha, al menos hoy
- ¿En serio? No es necesario, cumplo lo que digo.
- Como quieras