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Logan tomó posesión de su boca con delicadeza y recorrió sus piernas con una mano. En un momento determinado, se tumbó sobre ella, intentando evitar que todo su peso cayera sobre ella apoyando los codos sobre la cama Kim se deshizo de su timidez y lo besó con pasión. La ropa les empezó a estorbar, y decidieron desprenderse de ella también, a pesar de que apenas llevaban. Logan desabrochó botón a botón la camisa de Kim, dejando al descubierto una nueva porción de piel de porcelana. Cuando consiguió llegar hasta final, la miró a los ojos mientras se la quitaba por completo.
La luz de la luna era la única que tenían para ver sus cuerpos desnudos. Logan pudo observar entre las sombras sus cremosos pechos. No pudo resistirse y acercó las yemas de sus dedos hasta la cima de uno. Ella se estremeció al sentir la calidez de la mano de Logan sobre una zona tan privada.. Un suave gemido se escapó de su boza, ruborizándola aún más. Logan sonrió al ver la lujuria y el placer en su mirada y pasó a satisfacer al otro pezón.
Ella movía sus caderas de forma involuntaria, necesitando algo. Logan entendió su mensaje y sin soltar su pecho, bajó su mano hasta la pequeña ropa interior que cubría su sexo. La acarició brevemente y notó la humedad. Estaba hay y era solo para él.
Su erección empezaba a ser dolorosa, pero prefería darle placer a ella. La volvió a mirar de cerca mientras deslizaba su ultima prenda por sus piernas. Ella tembló ligeramente, pero confiaba plenamente en él. Sabía que no la dañaría.
Logan movió estratégicamente sus dedos sobre el punto de ella donde se juntaban sus terminaciones nerviosas, haciéndola gemir de placer. Kim no sabía que pudiera experimentar algo tan fuerte y a la vez tan bueno. De repente sintió como miles de vibraciones se repartían por su cuerpo hasta de explotar. Jadeó de éxtasis y Logan no pudo soportarlo más al notarlo. Se deshizo de su ropa interior y se posicionó entre sus piernas, ansiando enterrarse en ella. Pero nunca lo haría sin su consentimiento.
Kim sonrió satisfecha y lo miró a los ojos. Quería entregarle a él la misma liberación. Y estaba preparada.
- Logan, soy virgen -susurró con timidez y las mejillas encendidas.
Él sonrió tiernamente y llenó su rostro de pequeños besos, hasta parar sobre sus labios y besarla con intensidad y amor.
- No tenemos que hacerlo si no quieres. Podría pasarme toda la noche abrazándote y morir de felicidad.
Ella sonrió, ya que era la única que conocía su parte más cariñosa y cursi. En unos segundos pensó en todo lo que él había hecho por ella, antes y después de saber su verdad. La había aceptado y querido. No podía sentirse mejor. Quería llegar hasta el final.
- Hazlo , por favor -murmuró- por favor, Logan.
- Pero no tengo protección. En el internado no suelo…
Ella lo calló poniéndole un dedo sobre los labios y su mirada se perdió en la nada. Él la miró con el ceño fruncido hasta que una hermosa sonrisa se formó en su rostro.
- Si estas sano, que creo que lo estás, podemos hacerlo.
- Me hice las pruebas medicas hace pocos meses. ¿Estás segura?.
El que preguntara y se asegurara de que ella lo tuviera claro, solo la impulsó a quererlo más. Asintió con la cabeza y rodeó su cuello con los brazos, para atraerlo más a ella. Logan aguantó la respiración al rozar sus partes más intimas y se colocó entre sus piernas. Ella pegó un respingón al notar la punta de su miembro en la entrada, pero aun así seguía relajada.
Logan introdujo poco a poco su miembro para que el cuerpo de Kim se acostumbrara a él. A ella le habían contado que la primera vez dolía, pero no imaginaba que tanto. Se mordió el labio y pegó su frente al hombro de Logan, intentando pensar en otra cosa para que el dolor fuera más leve.
- Mírame -Dijo Logan con voz ronca por el deseo.
Ella le obedeció y lo miró a los ojos mientras terminaba de deslizarse hasta el fondo. Paró durante unos segundos, para que a ella le doliera menos, y después se movió con suaves estocadas. El dolor comenzó a esfumarse y el placer lo reemplazó. Kim sintió sensaciones parecidas a cuando Logan había acariciado sus pechos y clítoris y sus caderas se empujaron hacia delante, queriendo más de él. Logan entendió su mensaje y aumentó el ritmo. Ambos tenían una fina película de sudor sobre sus cuerpos desnudos mientras se movían a un ritmo acelerado. Sus corazones latían al unísono, como si solo fueran uno. Los gemidos de Logan eran graves y roncos mientras que los de ella eran pequeños susurros.. Logan alcanzó su propia culminación segundos después que ella y descansó su cabeza.
- Te amo, Logan -susurró ella con la voz ahogada.
- Yo también te amo, Kim.
Kim se sentía totalmente en paz y tranquila. Nunca se había sentido mejor. Cuando Logan la miró, descubrió que sus ojos empezaban a cerrarse. Se recostó a su lado y la atrajo a su pecho. Pocos minutos después, los dos cayeron profundamente dormidos y con sus cuerpos complacidos.
