LA FAMILIA DE MI NOVIO©

CAP 33.

1 año después...

Con el tiempo, Ángela, mi madre, adoptó a mis hermanos como hijos suyos, no legalmente, pero sí en su corazón y hasta John vio la diferencia, porque ahora todos éramos sus preferidos y él no se tenía que estar peleando por el cariño de mamá con nadie.

Al fin Rose encontró una amiga, Papá recordó a su verdadero amor... Jack pues sigue siento normal. Y yo, pues... A mi me hacía falta mi Naomi.

-Hijo, todos hemos notado tu tristeza, aquí el único que falta por ser feliz eres tú. Ve hijo, ve a buscarla. - dijo Mamá.

-Sí,  no permitas que Alice se salga con la suya... Con su muerte los separó. - dijo John

-Es que ella se fue para Sudáfrica, nunca contestó mis mensajes y ...

- Brian por favor, ella estuvo con nosotros mucho tiempo apoyándonos después de lo sucedido. Quien cambió fuiste tú...creo que nunca la perdonaste por defenderse de nuestra madre. Después de todo lo que le hizo pasar.- dijo Jack.

-Ya ni te vemos sonreir, pasas como sombra por la casa, no eres el mismo de antes. Todos quedamos en Shock por lo de nuestra madre, pero hay que recuperarse. Y tú necesitas a Naomi para ser feliz.- dijo Rose.

-Hijo, escucha los consejos de tu familia, perdona, olvida y sé feliz.- dijo Papá.

-Tienen razón, iré por ella. No puedo vivir sin Naomi.- dije dirigiéndome a preparar mi viaje a Sudáfrica.

Días después...
Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

-Naomi, te solicitan. - dijo una de mis compañeras de trabajo.

-¿Quién es?- pregunté.

-Acércate.- respondió.

Cuando salí vi a un hombre muy conocido para mí.

- Brian...
- Naomi... Ya casi es tu hora de salida, ¿puedo esperar por ti?- preguntó.

-No lo sé. - respondí.

Brian había tardado un año completo en buscarme, (lo entiendo maté a su madre, pero en defensa propia, si no lo hubiese hecho la enterrada bajo tierra sería yo.) Estaba un poco decepcionada, fueron tantas las noches que espere en vela una llamada, un saludo, una visita. Y hoy sorpresivamente llegó lo que anhelé y que ahora no estoy segura de seguir anhelando.

-Dame una oportunidad de resarcir el daño. Sé que prácticamente te abandoné, tuve problemas con lo sucedido, ella fue quien me crió y los sentimientos eran encontrados. Por favor Naomi, trata de perdonarme y si alguna vez lo haces quizá pueda tener la esperanza de reconquistarte.- dijo.

No dije nada. Sólo lo veía ahí arrodillado en frente de todo mundo en la oficina pidiendo perdón.

-Hablemos en otro lado por favor. - dije.

-Entonces esperaré a que termines tu jornada laboral.- dijo.

- Sí.- dije retirándome a la oficina.

Pasaron unos minutos y finalicé mi jornada laboral. Salí con Brian de la empresa y él me dijo que íbamos a hablar a un lugar especial.

Me llevó al restaurante donde declaró su amor por mi hace varios años atrás.

-¿Reconoces el lugar?- preguntó.

-Sí, claro que lo reconozco. Aquí fui muy feliz una vez. - dije.

-Espero que vuelvas a ser feliz de nuevo. Entremos por favor. - dijo.

Cuando entramos me percaté de que Brian hizo lo mismo que la vez pasada. Contrató el restaurante sólo para nosotros, el restaurante esta vez estaba maravillosamente decorado con flores y velas. Al llegar a la mesa nos esperaba una deliciosa cena cuyos manjares no había probado anteriormente. La velada era ambientada por un violinista y un pianista luego se unió un cantante que nos deleitó con una canción que hablaba sobre el perdón.

- Naomi por favor, Perdóname.- solicitó arrojándose sobre mis piernas.- No sé cómo pude vivir sin ti todo este tiempo. Por favor perdona a este hombre tonto.- finalizó.

Yo sólo lo miraba, ahí arrojado en el suelo sosteniendo mis piernas y pidiendo perdón.

Al principio no dije nada, pero, mi corazón palpitante como loco, mis nervios de punta y las mariposas en el estómago me delataban, la verdad lo amaba mucho, nada de mis sentimientos había cambiado.

Al principio tuve un poco de rencor en mi corazón por su abandono, pero el amor que sentía por él era tan grande, tan inmenso que todo aquel tiempo que había pasado y toda aquella distancia que nos había alejado pasó al olvido.

Tomé su rostro entre mis manos, empecé a mirarlo y a acariciarlo, me arrodillé junto a él, lo abracé, besé y lloramos juntos por unos instantes.

Luego salimos del Restaurante, nos dirigimos hacia el lugar mágico donde estuvimos una vez con mi familia y amigos.

Te tengo una sorpresa...
Cuando llegamos estaban todos ahí... Mi familia, su familia: nuestra familia y amigos tal como una vez quisimos.

Brian había recreado lo que una vez hizo en ese lugar, todo delicadamente ubicado para recordar ese momento como si nunca hubiésemos pasado por el terror que habíamos vivido.

- Amor,  ¿quieres casarte conmigo?- preguntó.

-¡Sí, sí mi vida, sí, siempre querré!- dije abrazándolo fuertemente.

- Vamos a casarnos lo antes posible. Anda, hagamos todos los arreglos necesarios para casarnos muy pronto. Tenemos mucho tiempo que recuperar. - dijo.

Todos aplaudieron y llegaron a felicitarnos y a regocijarse con nosotros.

A partir de ahí empezamos los preparativos de nuestra boda.