Potaje que se llama avellanate:
Has de tomar avellanas tostadas, blancas y mondadas, y almendras tostadas, mondadas y blancas. Majarlo todo en un mortero poco a poco, de manera que no se haga aceite. Y si se hiciera, mojar a menudo la mano del mortero en agua de rosas que sea muy fina. Después de majarlo, desatar con caldo de gallinas, y pasar por estameña. Poner en una olla a cocer. Cuando esté bien cocido (la salsa ha de quedar bien espesa), catarlo. Ha de saber a agua de rosas. Cuando esté listo, dejarlo reposar un poco y escudillar. Echar azúcar fino sobre las escudillas.
Potaje que se dice almendrate:
Tomar almendras peladas y blancas, y majarlas bien con un migajón de pan. Cuando esté todo bien majado, tomar un par de yemas de huevo por cada escudilla. Destemplar todo con las almendras con buen caldo de carne. Pasar por estameña de forma que quede bien espeso con los huevos. Poner esta salsa dentro de una olla, y añadir un poco de agrio, azúcar, canela entera y jengibre. Dejar que cueza, y catar que esté agrio y dulce.
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El libro de los guisados
Non-FictionRecetas y consejos de maese Roberto de Nola, posible jefe de cocina del rey Fernando I de Nápoles. Transcrito por @Granuja Portada por @Madame_Miau