Del oficio de despensero:
El despensero se dice así porque despende o gasta la hacienda de su señor para las viandas necesarias y el mantenimiento para comer, así para la mesa de su señor como para las de la gente y compaña de la casa, y para tener abastecida la despensa de las mejores viandas que puedan hallarse. Ha de ser hombre recio, diligente y discreto, y muy sabio en saber sufrir importunos de los que hay en casa de los señores de terrible condición y de mal contentamiento. Debe ser gracioso, no soberbio, hombre sin vicios, cuidadoso en lo que ha de hacer, solícito, casto enemigo de juegos, no tirano sino muy fiel, pero veído de buena conciencia. Debe contentar a la gente con buenas obras y palabras graciosas, y darles algunos potajes de poco coste que se hayan cocido a la mañana y por la tarde, porque los caldos y las sopas le dan mucha felicidad a la gente aunque les den menos carne porque lo sufren teniendo el vientre lleno de las sopas, y darles de almorzar para que no hurten el pan de la mesa, y estando llenos no hurtarán lo que no deben. Traer siempre escribanía y papel para escribir todo lo que compra, porque de otra manera puede olvidársele mucha parte de ello. El buen despensero merece ser honrado y mejorado en el partido, y que se le hagan ayudas de costeo porque es razón que se le iguale el gualardón con el trabajo, y porque tratado de esta manera no tendrá ocasión de hurtar ni de encargar la conciencia. No debe dar lugar el señor ni el mayordomo que ninguno se atreva a maltratarle de palabra ni de obra, y castigarle bien y si no se enmienda despedirle si es hombre de poca fuerza para que el despensero tenga favor.
Del oficio de cocinero:
Del cocinero ya se ha dicho en los capítulos pasados que es oficio de grandísima confianza y debe ser muy bien tratado, y hechas ayudas de costa y mercedes para que sirrva con amor. Y ha de ser bien aposentado. Y primero que ningún oficio de la casa, él y la despensa. Ha de ser muy limpio y paciente, y esto basta con lo que de él se dijo arriba.
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El libro de los guisados
Non-FictionRecetas y consejos de maese Roberto de Nola, posible jefe de cocina del rey Fernando I de Nápoles. Transcrito por @Granuja Portada por @Madame_Miau