Susurradores del Bosque #GoldenWingsAwards

Hoja de personajes (II). En orden de aparición

Duks

Padre de Karl Kragen, un hombre ya fallecido. Murió a los 68 años después de sufrir una grave gripe durante el invierno. Tenía una gran visión de negocios y fue un pionero en la organización de la compraventa de madera en Bilksof.

Durante la mayor parte de su vida midió 1,73 metros, aunque durante los últimos años de su vida perdió varios centímetros de estatura debido a su espalda, cada vez más curva y cheposa. Dos características físicas llamativas fueron sus grandes orejas y su larga barba blanca.

Darla Luyal

Una mujer decidida, analfabeta y muy tranquila. Es la madre de Valia y la esposa de Kans, del que tomó su apellido actual. Se dedica a realiza tareas dentro del hogar, aunque cuando es necesario también sale de caza. Es algo enfermiza, pues a sus 33 años tiene tendencia a resfriarse a menudo.

Darla mide 1,66 metros de altura y, a diferencia de su esposo y su hija, cuenta con una piel bastante pálida que contrasta con su pelo negro. Sus ojos son de color marrón oscuro y dos rasgos propios son sus hombros, más anchos de lo habitual para una mujer y sus labios, bastante finos y alargados.

Kans Luyal

Fuerte hombre de 38 años, algo rudo y basto. Es el cabeza de familia de la familia Luyal y un leñador analfabeto porque jamás tuvo la oportunidad de formarse en la lectura. Además de a la obtención de madera, también se dedica puntualmente a cazar y a la crianza de animales de granja.

Su 1,81 metros de estatura, le convierte en uno de los hombres más altos de la aldea de Bilksof. Su piel es tostada, muy similiar a la de Valia y dos de sus rasgos característicos son sus dos grandes ojos negros y su bigote rubio, algo oscuro, al igual que el resto del vello corporal.

Mirda la anciana

Mujer de avanzada edad bastante parlanchina que habita la aldea de Bilksof. No es precisamente alta, pues mide 1,59 meteros. Sin embargo, a pesar de ser menuda y baja, a sus 77 años está llena de sabiduría y es muy culta acerca de asuntos regionales. En la actualidad apenas sale de su casa, la cual comparte con dos de sus hijas, además de otras personas.

Su labia y astucia han convertido a Mirda con el paso de los años en una de las mujeres más queridas de Bilksof. Dos características físicas propias son su larga tranza blanca y la multitud de arrugas que se muestran en su piel, tanto en las manos como en el rostro.