Cap 1

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Antes de empezar con mi historia voy a presentarme, me llamo Elsa Martínez tengo 33 años vivo en Madrid desde los 17 años, mi infancia la pase en Valencia de donde soy de nacimiento, tuve que ir a vivir a Madrid con mi tía Teresa la hermana de mi madre.

Mis padres murieron trágicamente a un día de cumplir los 17, murieron en unos de los aviones que chocaron con las torres gemelas por eso como aun era menor tuve que marcharme a casa de mi tía Teresa.

Mis padres eran jóvenes con una vida por delante hasta que unos malditos terroristas acabaron con su vida y la de mucha gente inocente, eran muy trabajadores los dos eran cocineros unos grandes cocineros con muchos proyectos, en una cocina se conocieron cuando aún eran unos críos.

Me independice al cumplir la mayoría de edad, no es que estuviera mal en casa mi tía pero tampoco estaba bien, su marido no era santo de mi devoción un vago que si no me doy cuenta se gasta toda mi herencia, no es que fuera mucho pero eran los ahorros de mis padres de su sudor así que decidí irme por mi cuenta, mis primos sus dos hijos un chico y una chica mayores que yo me dieron la espalda casi desde el minuto uno.

Cumplí la mayoría de edad cogí las pocas pertenencias mi tía lloraba la única que le supo mal mi marcha no dejaba de ser su única sobrina pero yo nunca la dejaría de lado era mi familia.

Pues salí de su casa a un pequeño apartamento compartido con otra chica pase los primeros años estudiando y trabajando, no me costó sacarme la carrera estudie cocina me lo sabía de memoria lo había  vivido desde siempre mis padre me enseñaron todo lo que sabía, por las tardes trabajaba en un restaurante de ayudante de cocina poco a poco fui subiendo reemplazando bajas hasta que me hice con el puesto con vente años ya era jefa de cocina.

Con 25 años monte mi primer restaurante y con 27 conocí a Pedro mi novio del que pensé que estaba muy enamorada, seis años con el con supuestamente mi príncipe azul.

Fui creciendo con mi restaurante con bastante gente trabajando para mi me compre un apartamento en el centro de Madrid cerca de mi restaurante me volví adicta al trabajo de allí no salía con honor a mis padre el restaurante se llama" Lar " sus iniciales.

Mi vida era perfecta tenia el trabajo perfecto el novio perfecto o eso creía yo hasta que un día de casualidad mi vida cambió pero a mal de tenerlo todo a no tener nada y ahora en mi vocabulario solo existe la palabra    "Venganza"

Igual tuve parte de culpa no se si mi adicción al trabajo descuide mi vida personal, al final ese que era mi novio el que yo creía mi príncipe azul me engaño de todas las maneras posibles.
Cuando yo no  estaba metida en mi cocina que era casi siempre el estaba metido en sus negocios, negocios los cuales no sabia cuales eran.

Hoy me  encontraba muy mal un dolor de cabeza increíble padezco de migraña de normal me tomo mis medicamentos y al rato se me pasa pero hoy no, no se si fruto de la casualidad no tenía mis pastillas tuve que dejar mi puesto de trabajo, menos mal que confiaba con mis trabajadores.

Llame a Pedro pero como otras veces cuando lo necesito no coge el teléfono, así que salí de mi restaurante a mi apartamento estaba cruzando la carretera.

Me fastidiaba irme un sábado y el restaurante lleno hasta la bandera pero mi dolor ya era insoportable necesitaba mi cama y la habitación a oscuras.

Subí por el ascensor al séptimo piso mi portal, al abrir la puerta se me encogió el corazón había luces encendidas lo primero que pensé habían entrado a robar, desde la puerta volví a llamar a Pedro su móvil sonaba en el salón de mi casa o era el que estaba allí o le había pasado algo y por eso no lo cogía.

Agarre en mis manos lo primero que pille una lámpara de alguna manera me tenia que defender si había algún intruso.

En el salón no había rastro de el ni rastro de haber entrado alguien a robar, todo parecía en orden si no hubiera sido por la ropa tirada por el suelo, lo peor fue cuando divise ropa de mujer bragas que no eran mías, la sangre se me subió a la cabeza el dolor de cabeza aumento me quede en silencio al principio solo se oía mi respiración para pasar a escuchar risas y voces, la suya la identifique enseguida pero habían más.

Camine despacio por el largo pasillo la puerta de la habitación estaba cerrada puse mi mano en el pomo, escuchaba risas y otras cosas que mi mente no quería identificar , hubo un momento que quería huir de ahí y hacer como si no hubiera pasado nada pero algo en mi interior me digo que tenia que ser fuerte y enfrentar lo que había detrás de la puerta.

Al abrir lo que vi fue peor de lo que yo esperaba ver, yo sabía que Pedro me había sido infiel pero yo me culpaba a mi misma por no atenderlo, pero lo que había en mi cama era imperdonable, me quedé helada sin respirar no se cuanto tiempo estuve parada mirando ellos ni se dieron cuenta de mi presencia.

En mi cama estaba el follando como un poseso no a una tía si no a dos, estaba con dos tías a la vez, creí que me iba a desmayar, pero lo peor de todo aún estaba por venir encima de la mesita habían unos polvos blancos a los que deduci que era droga no se que clase aunque me lo imaginaba yo nunca he probado esas cosas y no lo entiendo.

Pedro estaba de espaldas a mi con una de las chicas a cuatro patas la otra se puso a esnifar esos polvos blancos levanto la mirada la vi tenía los ojos desorbitados parecía que se le iban a salir de la cara sonrió al verme allí mirándola y yo quería morir al reconocerla hacia tiempo que no la veía mi prima mi querida prima la que tanto me hizo sufrir mientras estaba en su casa.

Se puso a reír a carcajadas al verme, después se dieron la vuelta los otros dos Pedro me miraba sin arrepentimiento y la otra dios mio la otra era mi empleada mi mano derecha a la que yo le confiaba todo y la muy capulla se estaba tirando a mi novio ese con el que ya estaba haciendo planes para casarnos.

Dude si matarlos en ese momento quise hacerlo pero fui tan cobarde que sin mediar palabras mientras ellos se reían de mi me sentí tan humillada salí corriendo ni si quiera espere el ascensor baje las escaleras de dos en dos, al llegar al rellano pare cansada ya ni me acordaba de mi dolor de cabeza mire hacia arriba con la maldita esperanza que bajará a pedirme perdón ha rogarme que no era lo que parecía como dicen todos estos casos, a que me dijera que era fruto de las drogas pero no seguía en mi cabeza escuchando sus risas me habían traicionado no solo el ellas dos no podía sentirme tan humillada.

Salí  corriendo de allí no sabia donde ir entre en un local este estaba abarrotado de gente, me fui adentrando poco a poco me senté en la barra en el momento que dejaron un taburete vacío y allí mismo y sin moverme empecé  a beber quería emborracharme hasta olvidar lo que había visto que todo esto fuera una pesadilla.

Algún que otro moscón intento ligar invitando a copas que no rechace, por que me di cuenta que no llevaba ni un céntimo, estaba ya tan borracha estuve a punto de irme con alguno pegar un polvo rápido y vengarme del cabrón pero me lo impidió alguien que entro mi amiga mi mejor amiga la cual hacía años que no había visto desde que me mude a Madrid con mi tía Teresa, mi amiga de la infancia hasta el instituto mi gran amiga Vero.

Hola estoy aquí otra vez el primer capítulo espero que os guste y esteis aquí intentare actualizar como siempre y agradeceros antes de empezar el aguantar mis errores y perdonar si me repito con algo soy falta de memoria, y ante todo gracias nunca me canso y como siempre estoy cagada ante este último reto. Besos a todos 😚😚😚😚

VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora