Hazlo Pronto

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Amarraba las trenzas de sus zapatos, estaba atento de que su camisa blanca estuviese en perfecto estado, la pureza para este tipo de disciplina eran necesaria. El título que lo hacía sentir orgulloso, no estaba en ninguna universidad, no eran sometido a las rigurosas leyes de los humanos. Lo que tanto devociónaba Gary era ser monaguillo. A la edad de diecinueve, estaba convertido en un buen asistente de los siervos del señor.

Gary Steel había sido condecorado espiritualmente por su sacerdote, como uno de los mejores fieles del templo. A su corta edad tenia muy buena devoción por Dios y admiraba profundamente al padre Martel, con quien ya hace un año trabajaba en la catedral de la ciudad.

Antes de salir de casa, era costumbre que Gary rezara un padre nuestro, en los sesenta segundo habituales, ya habían terminado la oración de rigor, se dispuso a levantarse, puesto que oraba siempre de rodillas.

Tropezar con la biblia no estaba premeditado, sin embargo lo hizo, en la caída del sagrado libro, las paginas se pasaron, hasta quedar en reposo, para ser recogida por Gary, sin embargo el joven, al tomar el libro, leyó muy atento.

De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba. Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba. El entonces, recostado cerca del pecho de Jesús, le dijo: Señor, ¿quién es?. Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón. Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto

Gary cerró la biblia, sin prestar mucha atención, tomo las llaves de la casa y con un poco de afán salió rumbo a la catedral. En su camino, observó un letrero ubicado en una valla de publicidad, que decía:

Lo que vas a hacer, hazlo pronto

Se trataba de un anunció de una agencia de viajes que ofrecía boletos aéreos con anticipación para las venideras vacaciones.

A su llegada a la iglesia, Gary, como de costumbre, fue a cambiar su vestimenta por el hábito que lo representaba como monaguillo. Al entrar en la oficina del padre Martel, notó que éste tenía compañía. Martel lo saludó, y presentó a su acompañante. - Gary, ella es Ana, Ana Hudson - El monaguillo extendió su mano ante la dama, y en sólo cinco segundos escuchaba la voz del cura expresar - Parecieras petrificado, ¿porqué no vas a poner las cosas en orden para la misa? Lo que tienes que hacer hazlo pronto.

Gary había quedado sin razón por cinco segundos, haciendo una leve reverencia, salió disparado de aquella oficina. Utilizó uno de los bancos de la iglesia para sentarse a meditar un segundo. Cerro sus ojos, y alguien tocó su hombro izquierdo. Sorprendido reaccionó y tenia parado justo delante de él al padre Martel con su maletín en la mano

- Hacia donde se dirige, padre -

- A ningún lado mi fiel amigo, a penas regreso del cementerio. Esbozó el cura-

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