A las afueras de la ciudad, cruzando los arboles de pino, por el casi intransitable bosque, está el hospital psiquiátrico donde actualmente se encuentra Jack Turman. Los pasillos con poca luz hacen de ese lugar un espacio poco agradable a los ojos del común, pero a los ojos de quienes enfrentan perturbaciones mentales, es un paraíso sin salida.
En la habitación 11-01, Jack Turman pasa sus amargos días tratando de hacer que le crean los hechos que ha vivido, pero el mundo que es incrédulo de lo espiritual y creyente de las leyes del hombre prefieren llamarlo desquiciado, que creer las hazañas que a juicio de los expertos en leyes, usa Jack para darse mas tiempo antes de recibir el castigo inminente, que según ellos merece por la muerte de su esposa.
Una mesa blanca sirve como apoyo para sostener una silla que hace juego combinado con la misma, acto seguido Turman coloca la silla a un lado, justo en la esquina, encima de la mesa, sube cuidadosamente, mientras una cuerda pasada a través de una de las vigas del techo, hacen el arco perfecto para su cuello, el cual al cabo de unos segundos ya esta posición listo para apretar sin contemplación las vías respiratorias de Jack, dándole así el éxito de quitarse la vida ahorcado.
— Solo falta que empuje la silla. —expreso Jack.
En el otro lado de la mesa reposan una hoja de cuaderno viejo, con unas palabras, estas serían las últimas lineas que escribiría Jack.
El gran reloj de aquel lugar retumbaba como si se tratase de las campanas de una iglesia. Transcurridos cinco minutos, según el cálculo de Turman, era el momento preciso para tirar de la silla y acabar con el tormento.
Jesse Turman estaba parada frente a su padre con la carta que éste había escrito, sus manos desdoblaron el papel y posteriormente leyó:
" La última vez que sentí felicidad fue cuando logré ver por vez primera a mi hija nacer, felicidad que me duró solo horas, una anomalía detectada por los médicos causó su muerte inmediata. Con el pasar de los años y tras los infructuosos intentos de tener otro hijo, mi esposa y yo decidimos adoptar, sin embargo, algunas cosas se complicaron, hasta que Jesse llegó a nuestra vidas. No era nuestra hija, pero la amábamos como si lo fuera. Algo paso en el camino, un amigo de la familia, casi como mi hermano, Jeremy, empezó a quedarse en casa, sus padres habían muerto. Trate de enseñarles el buen camino tanto a Jesse como a Jeremy. Un día regresando a casa, encontré que él había abusado de Jesse, quise matarlo, pero no pude, prometí cuidarlo. Con el pasar del tiempo Jesse seguía callada y perturbada, Jeremy seguía abusando de ella y yo callaba. Lloré mucho, no podía traicionarlo, Jeremy era mi verdadero hijo, con otra mujer. Jesenia nunca supo ni de mi parentesco con él, ni de sus actos atroces, Jesse estaba amenazada por ambos. Cosa que no me perdono. Al final no pude resistir, tuve que asesinar a Jeremy con una sobredosis de droga, lo induje y pasó. Fue tarde, el trauma de Jesse era muy profundo. Por eso antes de morir, le pedí perdón, pero él ya estaba allí. Aquel día el estuvo allí. Un pacto, una vida. Todo por un silencio. J.T "
La carta cayó al suelo justo cuando los pies colgados de Jack Turman eran símbolo del suicidio en su última noche.
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JUDAS
Mystery / ThrillerComo si vender a alguien por treinta monedas ya estaba premeditado, como si las razones de él fueran, las venganzas que dejó pendientes antes de colgarse de aquel árbol. Una historia de ficción que deseo compartir con ustedes. es de mi propia autor...