JUDAS

AMIGOS ÍNTIMOS

Ana Hudson buscaba desesperada por toda su habitación, al parecer se la había perdido algo, o alguien. Kendra estaba junto a ella, ayudándola a buscar, pero era imposible. Buscaba debajo de la cama, en los closet, en cada rincón de la habitación. Ana salía del cuarto y volvía a ingresar, y su desespero era cada vez mayor.

— Esto es imposible, solo fui a abrirte la puerta, y cuando regresé, ya no estaba.  Dijo Ana.

—¿Estás segura que Kimmy estaba aquí?, como harás ahora para probar la inocencia de Jimmy, si no tienes a su hermanita. Además esto me parece muy raro Ana, Kimmy apareció muerta en la residencia de Jimmy, la policía fue hasta allá, levantó el cuerpo y Jimmy la identificó como su hermana.

Ana se detuvo, dio dos pasos hacia la puerta, giró su cabeza hasta dar con la mirada de Kendra

—Kendra, y si la niña que estaba muerta no era Kimmy.

— Eso es ridículo Ana.  ¿Por qué Jimmy lloraría una niña que no es su hermana?.  ¿Por qué le mentiría a la policía sobre eso?

—Kendra, Judas es un traidor, cualquier cosa podría pasar, nuestras mentes son débiles y vulnerables

Kendra, miró con un poco de miedo a Ana y expuso en su temor

—Si eso es así, quiere decir que Jimmy esta jugando algo muy malo. Esto me está dando temor.

En esa habitación se hizo un momento de silencio, que posteriormente fue roto por Kendra

—Ana, porque la frase "Amigos Íntimos", la última vez que te la dije, solo respondiste, que no sabías quien eras.

—Según lo poco que se o recuerde, yo le entregue cuatro monedas a Judas, por lo que me sentenció a los veintiséis años de mi vida, mi madre me marcó, quizás pensó que esto sería un juego, o algo que podía haber desechado mas adelante y mira lo que ocurrió, mi madre está muerta y yo esperando mi final.

— Te das cuenta que pronto cumplirás los veintiséis.

Ana caminó al otro lado de la habitación, con su cara triste, de espaldas a Kendra dijo

—Solo quiero saber donde está Kimmy

—Aquí.

Kimmy estaba parada en la puerta de esa habitación, se veía muy serena y tranquila. Kendra no podía creerlo, era Kimmy, la niña tranquila e inocente hermana de Jimmy. Ana al mirarla sonrió de satisfacción.

Más tarde, tanto Kendra como Ana, escuchaban detenidamente el relato de la pequeña Kimmy, sobre su experiencia de posesión, en un mundo desconocido

—Allí estaba mi hermano Jimmy, justo detrás de mi, como siempre, cuidándome de que no me metiera en problemas. Todo se tornaba muy oscuro, estaba un señor que aseguraba que él no tenía porque estar allí, tu nombre Ana se escuchaba por todos lados. Conocí otra niña llamada, Jesse, ella fue quien me enseño una frase muy buena para despreocupar a mi hermano Jimmy.

—¿Que frase es?. expuso Kendra

— Búscame Jimmy. Yo estoy viva.y la he dicho una y otra vez, a cada rato y a cada momento. Yo quiero que te reúnas con Judas Ana

Ana miró repentinamente a Kendra, cerró los ojos y en esa forma pregunto a Kimmy.

—¿Porqué quieres que me reúna con Judas?.

—Porque él dice que así se acabará todo, porque así se podrá pactar el acuerdo de amistad que tu y él entablaron desde

—¡Basta! no hay ningún acuerdo, ni pacto, ni nada, No soy culpable de lo que mi madre haya hecho.

Ana había interrumpido a Kimmy antes de que terminara su explicación, salió del cuarto ofendida, dejando a la niña y a Kendra solas en esa habitación. Kendra observaba a la niña muy detenidamente, y ésta al corresponderle la mirada solo le sonreía

—Amigos íntimos. Le dijo Kendra a la niña.

La pequeña la miró, le sonrió y expuso.

—El corazón de Judas.