Un año fue suficiente para que Ana Hudson saliera absuelta de los cargos que un fiscal del condado imputara sobre ella y la responsabilidad sobre el asesinato de sus padres. Su nuevo abogado, Christian Kremer, manipuló algunos hechos para que la mujer ahora de veintiséis años saliera tanto del psiquiátrico, como de la cárcel a la que nunca fue.
Dos horas mas tarde Ana ingresa a un apartamento, que Kremer había acondicionado para ella. Siendo considerado por la perdida de su hogar, tras el incendio del 11 de Septiembre pasado.
Kremer: - hay agua caliente en la ducha, y algo de ropa en el armario, te dejaré sola un momento, iré por algo de comida-
Ana quedó sola en aquel apartamento, visualizó todas las áreas, se sentó en la cama, se quitó los zapatos, puso sus pies en el suelo, sintió el frío de la habitación ingresar a través de sus descalzos pies. En su momento de meditación, se recostó de aquel colchón, mirando el techo de la habitación como si para ella todo fuera un enigma, posteriormente oyó una voz suave decir:
- La culpa es algo que nos enseña que la ley debería ser más ruda. Muerte a los traidores de la palabra. Honrarás a tu padre y a tu madre-
Hudson vio con terror a ese hombre parado justo frente a ella, en sus manos tenía un saquito lleno de monedas, el cual vació en la humanidad de Ana. Hudson despertó del terrible sueño. Colocó sus pies en el suelo, se levantó, algo sucedía, un extraño sonido bajo la cama hacia que su cuerpo se erizara. Se colocó en una rodilla y bajo la cabeza para observar debajo de aquella cama, y al ver totalmente, solo visualizó oscuridad, ante la mirada perdida de Ana, se reflejo repentinamente la cara de su madre decir: - me mataste Ana Hudson.
Ana despertó.
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JUDAS
Gizem / GerilimComo si vender a alguien por treinta monedas ya estaba premeditado, como si las razones de él fueran, las venganzas que dejó pendientes antes de colgarse de aquel árbol. Una historia de ficción que deseo compartir con ustedes. es de mi propia autor...