Ámame

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Michaell asiste por primera vez a la universidad de JAY en la Ciudad de Nueva York. Sus pantalones un tanto holgados, sus tenís muy adecuadamente combinados, y esa camiseta sport que denotaba su pasión por lo jovial.

Michaell, de apenas 20 años de edad, ingresaba a una de las prestigiosas universidades de leyes de Lincon Park. Justo los primeros días fueron como el de cualquier nuevo recién  llegado a cualquier lado. La gente, las chicas, los espacios inmensos que ofrece la universidad de Jhon Jay, Las fraternidades, creadas por los mismos estudiantes, para a ciencia real, no significar absolutamente nada, al juicio de Michaell eso representaba un fraude.

Dos horas han transcurrido desde la entrada de Michaell a la famosa escuela de leyes. En el aula 11 a solo dos puestos del suyo, una chica de pelo corto, claro, llamó su atención, ya que a su entender, la sonrisa de aquella mujer, deslumbraba  la perdida mirada de Michaell

- Creo que no me escuchó señor Phillis - preguntaba el profesor a Michaell, quien despertó repentinamente del sueño que lo hipnotizaba ante la imagen de aquella chica- La pregunta era, cuantos Congresistas conforman la cámara...- La voz del profesor se fue opacando una vez mas

Al tiempo de haber finalizado la clase, Michaell ya tenia su primera amonestación, por tomar al profesor como tonto, repetir una pregunta seis veces parecía ya una burla.

Sentado en las gradas de la cancha del instituto esa misma chica por la que Michaell perdía su mirada se acercó hasta él

- Primer día de temporada y ya tienes tu primera sanción, porqué te dejaste amonestar por solo mirarme como un tonto perdido -

- ¿Acaso observar semejante belleza es un pecado? -

- No. Pero podías haber disimulado un poco -

- ¿por qué. Tu novio se molesta? -

- La típica pregunta capciosa para averiguar cosas personales -

- Si no quieres no las respondas, y disculpa -

La chica se sentó a su lado después de la breve conversación

- mi nombre es Ana -

Se presentó, y ambos pasaron buenas horas conversando.

Transcurrido un año, Michaell y  Ana eran novios, se amaban mucho, y pasaban la mayoría de su tiempo juntos. La ultima semana del semestre correspondiente a esa temporada, Ana tuvo una crisis de nervios que no supo como explicarla a Michaell.

Justo sentada en la cama de su habitación, con Michaell sentado a su lado, Ana en un leve desespero explicó

- Te he amado mucho, casi que desde el primer día. Has sido mi todo, y siempre lo serás. Pero hay algo que necesitas saber -

- Estoy aquí para eso. Trataré de entender -

- Hay otra persona -

- ANA, ME ENGAÑASTE!!! - fue el grito de Michaell notablemente dolido

- Espera amor, no es tan difícil como tu crees, yo solo necesito que aceptes esta parte de mi. Que lo aceptes a él también -

Michaell exaltado, se levanta en intenta irse, muy molesto

- Él está aquí - expresa Ana, lo que hace que su novio se detenga y la mire con desprecio.

La cara de Michaell no era de mucho agrado, detalla con la mirada el espacio del cuarto, pero no logra ver a nadie

- ¿Dónde esta escondido? -

- No te molestes, él esta justo detrás de ti -

Michaell volteó de manera repentina, pero no logró ver nada, fue hasta donde estaba Ana, la tomo por los hombros, la sacudió pidiéndole que se comportará. Ana empezó a llorar porqué sentía que le hacia daño el trato de su novio. Al verla llorar éste la soltó

- Ana, perdonarme amor, pero dime, que ocurre. ¿De verdad hay otro? -

- Cuando tenia siete años estaba sentada en una parte muy alejada de la casa, y una persona se me acercó y me dijo que si necesitaba un amigo para jugar, yo le dije que mis papás no me dejaban jugar  con extraños y me dijo que él no era un extraño que era mi mejor amigo. Ese día jugué bastante con él, se sabia muchas canciones divertidas. Siempre ha estado allí conmigo, es muy atento, pero cuando se molesta, se pone muy agresivo y tengo mucho miedo -

- Suponiendo que lo que me digas es la verdad. ¿Porque esperaste tanto tiempo para decírmelo? -

- Porque el puede medir con exactitud el amor, la codicia y la traición, y el ya siente que yo lo voy a traicionar. Contigo -

- ¿Tienes un amigo imaginario?

Ana se exaltó, se levantó de la cama. Y empezó a caminar de una lado a otro desesperada, cuando una vez mas dirigió su atención a Michaell, aquel amigo imaginario estaba sentado justo en el mismo lugar de su novio, solo que este sostenía un cuchillo filoso justo en su garganta

- Ámame Ana, Ámame -

- No!!! no quiero amarte mas -

El extraño con capucha, pasó el filoso cuchillo por su cuello, a lo que Ana gritó  

- JUDAS NO!!!-

- Si, lo supuse -

Expresó Judas en tono arrogante, mientras Michaell, era quien se desangraba, y Ana observaba atónita la confusión.

JUDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora