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Horas ya habían pasado y no sabía que hacer. No quería salir de la habitación, y había acomodado al menos un poco mis cosas. Escuchaba voces desde la sala, y algo que se hacía desde la cocina. Miré la hora en el reloj que estaba en la pared, eran las ocho menos diez y mi estómago exigía algún alimento.

—¡Kim Eunseo! —Gritaron mi nombre desde afuera.

Levanté la cabeza de la almohada para ponerme de pie y saltar de la cama. Miré en el espejo si tenía alguna cosa rara en mi, y peine un poco mi cabello. Caminé a la puerta para abrirla, pero alguien lo hizo antes de que lo hiciera yo. Resultando en un golpe en la cabeza.

Puse la mano en mi frente y apreté los labios para aguantar el dolor, y quizás no reírme al respecto.

—Mierda, ¡perdón! —Jongdae entró de repente, tratando de ver mi frente con más atención. Y no sé por qué en el momento en que se acercó, me eché para atrás y me encogí un poco.

Lo cuál hizo que frenara en seco, un poco asustado con la situación y bastante preocupado por la forma en la que había reaccionado.

—Estoy bien. —Hablé mientras daba una sonrisa tranquila—. Me sorprendí y-

—Tenía que ser él. —Jongin cruzó por la puerta negando con la cabeza y acercándose a mí. Poniendo su mano en mis mejillas para ver con atención mi frente—. Se va a hinchar.

Solo sentí como toda la sangre de mi cuerpo viajaba hasta mi rostro dándole color. Desvíe la dirección de mis ojos a otro lugar conteniendo así mis nervios.

—Vamos a cenar y a poner hielo. —Jongin dijo tomando mis hombros y guiándome fuera. Jongdae me miraba con lamentación mientras nos seguía.

Llegando a la zona del comedor, la pequeña mesa estaba acompañada de pollo frito, fideos de frijol negro, arroz frito, sodas y cervezas, y kimchi.

—¿Bebes alcohol? —Jongin preguntó mientras buscaba los palillos a la cocina.

Iba a responder a su pregunta, pero al momento de abrir la boca, Jongdae habló.

—Es una niña, ¿Cómo va a beber alcohol? —Respondió poniendo tres tazas en la mesa.

—Y yo supongo que tú esperaste a los 25 para tomar. —Jongin miró a Jongdae con burla y luego me miraba a mí—. Aunque tal vez Eunseo haya vivido una secundaria correcta, ¿No?

No le respondí al instante pero por mi expresión se dio cuenta que estaba equivocado.

—Los tiempos cambiaron. —Jongdae reconfortó mientras se sentaba en una de las sillas. Había demasiada comida para simplemente tres personas—. ¿Tuviste una buena graduación?

—Fue... normal. —Respondí mientras mantenía mis manos en mis piernas.

—¿Qué tal la despedida con tus amigos? —Jongin preguntó.

—No fue la gran cosa. —Dije mientras seguía mirando mis manos—. Mi círculo era pequeño.

Tan pequeño que solamente era yo.

—¿Los extrañas? —Jongdae preguntó mientras se servía de los fideos. Subí y baje los hombros sin darle una respuesta. Jongdae y Jongin se miraron entre sí, sin saber mucho que decir o hacer.

—Come. —Jongin me señaló la comida en la mesa. Asentí mientras tomaba los palillos y tomaba un poco del arroz que estaba puesto. Jongdae tomó una pieza de pollo y la puso sobre este y después Jongin hizo lo mismo con el Kimchi.

shared house ー exo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora