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kim jongin
—Es increíble que esté despierta tan temprano. —Yein se quejó mientras ponía en marcha su auto.
—¿Larga noche?
—Estuve estudiando, para tu información. —Respondió mientras daba un suspiro—. ¿No es hoy la fiesta?
—Así es. Los demás tienen que ir a la universidad. Así que, quedamos encargados con la decoración y también todas las compras. —Respondí mientras miraba a Yein dando una sonrisa. Ella me miró mientras soltaba un suspiro—. ¿Por qué haces eso?
—Porque odio subir compras. —Respondió mientras hacía una mueca—. ¿Adónde vamos?
—A una tienda de fiestas. Hay una cerca del restaurante chino al que siempre vamos después de la universidad.
—¿No es eso un punto de droga? —Preguntó frunciendo el ceño.
—También, pero solo compraremos cosas de fiesta. —Contesté, mientras encendía la radio, fijándome en las manos de Yein. Todas las semanas traía un color diferente, pero esta vez estás estaban al natural.
—¿Qué pasó con tus uñas? —Pregunté curioso, Yein miró sus manos antes de doblar la calle.
—Lave los platos y una se fue a la mierda.
—¿Tú lavando platos? —Pregunté riéndome.
—Ja, Ja. —Respondió rodando los ojos—. Entonces, me las quite todas. Es una especie de ansiedad, no puedo ver una dañada porque voy y me las quito todas. Luego de comprar todo iré a arreglármelas.
—¿Y cuando vas a ayudarme con la decoración?
—Te llevaré conmigo. —Contestó encogiéndose de hombros—. Muchos hombres se hacen manicura, quizás a tus novias les guste ver que su macho azotador de las noches tenga las manos más suaves.
—¿Tus abuelos se hacen las manos?
—Y los pies. —Contestó mientras reía—. Es súper normal.
—¿No duele?
—¿Nunca te has arreglado las manos?
—Me corto las uñas. —Conteste, entonces ella se rió—. ¿Qué quieres? Jugaba más soccer de lo que duraba dentro de mi casa.
—Igualmente, no duele. Tranquilo. —Me respondió, calmando mis dudas—. ¿Cómo cuantas personas irán a la fiesta?
—No es una fiesta, es más bien una reunión. Así que, solo traeremos a una o dos personas cada quién. —Respondí mientras suspiraba—. Solo compraremos alcohol y cosas de decoración. También cosas que faltan en la casa.
—Debo comprar el alimento de Gucci. —Yein respondió mientras hacía una mueca—. Haremos una parada en mi casa.
—Es tu auto y tu gasolina, lo que tú digas. —Me encogí de hombros y ella tiro su brazo para golpearme en el pecho.
