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kim eunseo
Repetía las palabras que estaban en el libro una vez terminaba de leerlas. Mientras aún sostenía la cuchara del plato de cereal que tenía para el desayuno. Hoy iba a presentar un trabajo, y por el simple hecho de que era la primera vez que tenía que presentar algo en público, estaba nerviosa y bastante aterrada por los resultados.
Anteriormente, en la escuela, siempre aportaba con lo material y la búsqueda de información de los trabajos en grupo. Pero no era partícipe de las prestaciones y tampoco los proyectos de campo. Ahora era distinto, aquí tenía que explicar un tema que me habían asignado, y claro, si lo hacía bien no tendría que tomar el examen final de aquel curso. Por lo cual, si o si tenía que hacerlo bien.
—Bien, basta. —Jongin dijo quitándome el libro de la mesa y llevándolo sobre el refrigerador. Lo miré algo sorprendida de lo que había hecho—. Desayuna tranquila.
—¡Junmyeon! —Reclame, entonces Junmyeon quién estaba friendo unos huevos en el sartén nos miró a ambos antes de decir algo.
—Ustedes dos realmente me quitan el deseo de tener hijos. —Junmyeon dijo mientras apretaba los labios—. Déjenme en paz.
Jongin se sentó frente a mi en la mesa del comedor, con su plato de cereal sobre la mesa. Comía en silencio mientras miraba el pequeño florero de flores falsas que estaba en el centro de la mesa. Si me ponía a repasar lo que debía de exponer, trataba sobre cómo ignorábamos todo lo que pasaba con nosotros por prestarle atención a algo sin sentido. Jongin me miró luego de unos segundos, frunciendo el ceño aún sin terminar de masticar su comida, señalándome con su cuchara.
—¿Quieres que te de un beso? —Me preguntó, arrugué un poco la cara mientras volvía a mirar a mi plato para continuar comiendo mi desayuno—, ¿Te lo estás pensando?
—Deja a Eun tranquila. —Jongdae dijo a mi rescate, mientras caminaba hasta el refrigerador y sacaba de este una botella de jugo.
—No te pongas celoso, mi amor. —Jongin dijo mientras le sonreía, me reí mientras negaba con la cabeza y continuaba comiendo—. Tú.... —Me llamó—. ¿Qué haces después de tu examen?
—Clases de inglés. —Respondí mientras terminaba de comer y me paraba a poner el plato en el lavadero—. ¿Por qué?
—Quería llevarte a un sitio. —Contestó mientras tomaba de su vaso de jugo—. Avísame cuando acabes.
Asentí, mientras miraba la altura donde estaba mi libro y luego miré a Jongin. Quien me miró y continuó comiendo con tranquilidad. Soltando un leve suspiro, arrastre la silla del comedor hasta el refrigerador y con cuidado subí en ella, tomando el libro conmigo. Y viendo que había un sobre algo viejo, bajo una cesta de costura que había sobre el refrigerador. Tomando esta, miré la fecha del sobre que se podía leer con claridad 1986.