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kim eunseo

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kim eunseo

        Ya habían pasado solamente dos semanas desde que llegué a Cloud9. Y ya las cosas se habían vuelto un poco normales. Cada quién estaba en su mundo, casi no los veía, o solamente me los encontraba en el desayuno, o en la noche. Y yo estaba intentando sobrevivir. Las tareas se amontonaban, y yo intentaba hacerlas lo más rápido que podía.

Y aún no aprendía bien como llegar a mi salón correctamente, por lo que, sin quererlo, me metía en salones que no eran los míos. Y también, llegaba algo tarde. Y eso incluía también que tomara los asientos más incómodos; junto a la gente que no es lo muy agradable posible. Y,  como si fuera una maldición que había caído en mi, tenía que estar siempre un asiento delante de aquel grupito.

Aquel grupito tenía siempre la malacostumbre de hablar durante las clases, moverse demasiado y también hacer ruido. Y eso, no ayudaba para nada a mi ansiedad social o concentrarme.

—Para terminar la clase de hoy, debemos tener en cuenta una cosa de lo que se habló antes. —El profesor dijo mientras escribía en la pizarra—. El primer paso del protagonista. Nos referimos a esto, a que, actuemos primero en caso de que nadie más quiera hacerlo. Si quieren decir algo, o hacer algo, ayúdense a ustedes dando el primer paso. No esperen a que las cosas vengan a ustedes, porque, no lo harán.

El timbre del cambio de horario se hizo escuchar por los parlantes. El profesor escribió los temas para la próxima clase, los cuales copié con tiempo. Al terminar empecé a recoger mis cuadernos y los guardaba en mi bolso; e intentaba salir del salón.

Bajando los leves escalones de las empinadas escaleras, el grupito parecía tener una especie de reunión en medio de todos, y no dejaban cruzar a nadie.

Actuar primero en caso de que nadie quiera hacerlo.

Tomé una larga respiración, mientras aclaraba fuertemente mi garganta llamando la atención de varias personas de ahí. Recibiendo sus miradas, que eran una mezcla entre intimidantes y confusas, no puse ni una sonrisa, y tampoco una pizca de comodidad.

—¿Podrían moverse del medio? Ocupan toda la escalera. —Dije, mientras miraba a todos ahí. Entonces ellos asintieron mientras hacían el espacio para dejarme bajar. No fue tan difícil como pensé. Viendo que el cabecilla me miraba con curiosidad, me paré frente a él, recordando algo—. Tienes mi bolígrafo, devuélvelo.

—¿Qué?

—Mi bolígrafo. —Le recordé, mientras volvía a mirar al frente y continuaba caminando fuera del salón. Al atravesar la puerta solté una fuerte respiración, y sonreí para mi misma.

Al menos, lo que había dicho el profesor sería un motor de ayuda para muchas cosas que debería cambiar. Porque, soy demasiado conformista. Y nunca suelo preocuparme por cosas que, en realidad, me afectan. Y me quedo callada cuando quiero dar opiniones en situaciones que, no son de mi agrado.

shared house ー exo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora