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—¿No es incómodo andar con plataformas todo el día? —Preguntó Jongin cuando estábamos caminando devuelta a casa.
—No sabía que iba a ser tan incómodo. —Respondí mientras miraba el cartel frente a la tienda de conveniencia—. Las chicas que van con ellos, tienen años de experiencia.
—¿Tenías alguna presentación? —Preguntó curioso.
—No. —Respondí mientras miraba al frente—. Solo se me ocurrió...
—¿Por el chico de inglés? —Preguntó otra vez, me quedé en silencio de lo cual el pudo deducir—, ¿Lo viste hoy?
—Si. —Respondí—. Se sentó conmigo en la clase.
—¿Se sentaron juntos? —Preguntó, pareciendo sorprendido—, ¿Hablaste con él?
—Me habló sobre una fiesta qué hay hoy...
—¿La de Itaewon?
—¿Sabes cuál es? —Pregunté, en un murmuro.
—Todos saben de esa fiesta. —Jongin se rió—. Es más como una reunión, ¿Quieres ir?
—Pero hoy es martes...
—¿Tienes trabajos importantes para mañana? —Jongin preguntó sacando sus llaves.
—No, pero...
—¿Pero...? —Jongin preguntó mientras se reía—, Ve a arreglarte, le pediré el auto a Junmyeon.
—¿En serio? —Pregunté, entonces el asintió. Abriendo la puerta del jardín, pasamos dentro de la casa.
—Tienes 40 minutos para arreglarte. No des muchas vueltas, recuerda que te ves bien con todo. —Jongin dijo mientras abría la puerta de la casa—. El tiempo corre desde ahora.
Subí las escaleras hasta la casa corriendo, iría a una fiesta de la cuál no tenía idea. Bueno, Jongin respondió que era más una reunión, pero de igual manera. Era una fiesta, debía de arreglarme para la ocasión, Pero ¿Qué podría ponerme?.
Dejé los zapatos en la entrada, y ni siquiera pensé en ponerme mis pantuflas y cruce directo a mi habitación. Abriendo mi closet y quedándome viendo mis prendas como estupida, antes de puse mi celular a cargar.
Por cosas así debería tener una amiga cercana...
Saqué un pantalón de entalle alto, rasgado en las rodillas y un croptop color rojo, claro, esto estaría acompañado de una chaqueta denim y unos zapatos bajos. Nada fuera de lo común, espero. Salí de la habitación dispuesta a darme una ducha rápida, pero había chocado con Jongdae quién salía de la cocina.
—¿Por qué tanto apresuro? —Preguntó riéndose.
—Te quedan veinte minutos. —Jongin dijo saliendo del baño.
