Ejem... esto es incomodo ¿Hola? ¿Como les ha ido? Pues... sí, lo siento. Y capitulo con lemmon como disculpa (?)
Dedicado a @Gymnopedie01 quien siempre esta a mi lado, alentandome con sus bellos dibujos y a @PepaPombo19 por su cumpleaño (¡feliz cumple preciosa!)
Y listo. Disfrunten el capitulo
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Solté la carta y seguí con mi desayuno. La última semana había sido un suplicio. El 'castigo' que me había dado Scorpius, dejó con una sonrisa burlona a todos lo que me han visto. Sé perfectamente que la directora trata de aguantar la risa cada vez que dirige su mirada hacia la mesa de Gryffindor. Scorpius seguía tomando la situación con gracia, haciendo bromas que involucran una que otra caricia indecorosa. Porque sí, amigos míos, Scorpius con su carita de chico perfecto, inocente, casi idealizado, era un maldito pervertido. Sí, ahora que llevamos casi cuatro meses de relación y todo parecía algodón de azúcar con unicornios que vomitan arcoíris, Scorpius quería avanzar a la siguiente base. Claramente no me hablaba de una forma sucia, tampoco lo insinuaba constantemente. Lo que él hacía era más sutil, que lo hacía terriblemente arrebatador y provocativo. Eran pequeñas caricias, aquellas que parecían apreciar cada centímetro que recorren. Eran sonrisas, su voz, sus palabras. Era un pervertido que ni siquiera sabía que lo era. Y eso me traía completamente loco. Porque ese tipo de miradas y palabras me afirmaban que Scorpius me quería, de una forma tan esplendida, simplemente perfecta. No nos interesaba una relación que se basara en las apariencias, lo sentía, esta era una relación que duraría hasta mi próxima vida.
– ¿Cuándo piensa quitarse... ese look, Señor Albas? –pregunto el señor Ludtke.
Mire detalladamente su descuidada apariencia. Si se preguntan el porqué de mi repentino acercamiento a el profesor de D.C.A.O. es bastante simple: no confiaba del todo en él, aunque ahora me diera clases especializadas. Según él, tengo un potencial increíble que quedaría destruido sino tengo la disciplina que adquirí en Durmstrang. Le tenía cierto aprecio, pero la desconfianza era aún mayor que todos los pequeños detalles que me daba. Scorpius por su parte lo odiaba, tanto como odiaba a Northway, pero no lo demostraba. Ludtke era un profesor, y por mucho que Scorpius quisiera darle un puño no podría hacerlo. Así que simplemente le daba miradas fijas, llenas de odio y trataba de interrumpir cada vez que nos encontrábamos. Sin embargo, Ludtke pareciera no captar aquel trato hostil y se empecinaba a invitarme a cualquier cosa, desde hacer ejercicios hasta ayudarle en su mensajería y preparación de la clase. Scorpius ya parecía una lapa, estaba presente en cada movimiento que daba.
– No es nada que le incumba profesor – respondió Scorpius con molestia – es cosa de Albus si quiere quitarse la tintura o no.
– Cierto – acepto con cordialidad – Bueno, te quería invitar a mi próxima ida a Durmstrang.
Le coloque absoluta atención de lo que decía, antes lo veía desinteresado.
– Vaya, ya sé cómo hacer para que me coloques atención – dijo divertido – ¿en que íbamos? ¡A sí! Tengo pensado ir en la semana que dan en octubre ¿te interesa?
Claramente me interesa, pero no me dejarían. La directora McGonagall estaba vigilándome, mi familia también estaba pendiente a cada movimiento inusual que hacía. Así que todo se resumía en un no.
– Me encantaría, sin embargo, me es imposible. No estoy en condiciones para hacer viajes por gusto.
El profesor Ludtke miro con una mueca de molestia en su delgada boca. Suspiro derrotado, asintió. Se despidió de todos en la mesa y finalmente se alejó para acomodarse en la mesa de los profesores.
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Solo cambiemos de rumbo
RomanceÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...