- Estas siendo un idiota Al –susurró Scorpius para que nadie lo supiera –Que te invite a mi casa es algo normal.
-Antes, ahora no –especifique –Ahora tenemos una pseudo relación, no es lo mismo que cuando iba a tu casa en calidad de amigo.
-No pretendo presentarte como mi –se quedó pensando – ¿Podemos nombrar lo que tenemos?
- No comenzaré de nuevo con esta discusión –suspire cansado –No me metas la idea por los oídos.
- Estamos juntos, pero no ese estilo de juntos –suspiro incrédulo –Por lo tanto estamos juntos sin ningún tipo de ataduras ¿Amigos con beneficios?
- No me he acostado contigo Scorpius.
- ¡Exacto! No tenemos un nombre a lo que estamos haciendo.
Le miré con una sonrisa traviesa y le di un suave beso en los labios. Scorpius sonrió ante el tacto y se dispuso a profundizar el beso, tomó suavemente mi cuello y me acerco a él.
-Ya llevamos tres semanas, mi padre comienza a preocuparse.
-Tráelo aquí -dije besándolo de nuevo.
- No quiero hacer una tercera guerra mágica Al –sonrió en mitad del beso –Mi padre se lleva mal con el tuyo.
-Eso no es novedad –tome su cuello y baje por la línea de su columna hasta su espalda baja –Deberán acostumbrarse. Además recuerdo perfectamente cuando estábamos en primero y dijiste que tu padre había dicho que tenías que seguir los pasos de mi padre.
-Oh bueno, eso fue mi madre –dijo tratando de recordar –Lo único que hizo fue decir que habían personas que se esforzaban para cambiar el mundo. Hizo un pequeña insinuación de seguir los pasos de en aquel entonces el héroe de mi infancia.
-No me hace sentir mejor el hecho de que querías mas a mi pare que a mí.
-En mi defensa pensabas que los Malfoy respirábamos y difundíamos la intolerancia.
Le hice una mueca de falsa incredulidad.
-¡Oye! Sabes perfectamente que no puedo combatir ese argumento.
Scorpius sonrió y negó con la cabeza, sentí como se tensaba y luego dejaba salir un pesado suspiro en mi boca.
- Me pensare dejarte ganar si me dejas presentarte como mi pareja.
- No escucho tu chantaje Scorp -dije separándome y dándole un puño juguetón -Soy un sordo.
- Si, nunca escuchas y haces todo a tu modo.
- Un sordo te digo.
Coloco su mano en mi pecho y me alejo gentilmente.
- Al menos a compañame a la casa. No te digo que te quedes, solo pasa, saluda a mi padre y a mi madre.
- ¿Seguro que no me harás quedarme? -pregunte levantando una ceja.
- Si, al menos yo no intentare nada para que no te vayas.
Sonreí satisfecho y asentí con la cabeza.
- Esta bien, iré -respondí mientras me levantaba del roído sofá de mi habitación.
Scorpius también comenzó a levantarse y me abrazo por detrás.
-Realmente creo que deberíamos colocarle nombre a...
-Shh, cállate. Me estas estresando con tu terquedad -dije divertido -Además no tenemos qué, tú lo quieres de esa forma.
- Tener... Querer -dijo sopesando a las dos cosas -Tengo lo que quiero.
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Solo cambiemos de rumbo
RomanceÉl en definitiva era mi perdición, sus ojos plata y personalidad afilada me traían completamente loco. Lo sabía desde aquel momento en que conocimos en el tren, sabía que Scorpius Malfoy sería el único que podría adorar con una sola sílaba dada...