Su rostro estaba sorprendido, ver a Asahi después de tanto tiempo lo había impactado y más aún en las condiciones que estaba.
Daiki miró al menor que estaba sonriendo, ambos estaban completamente desnudos. La vista del mayor no pudo evitar divisar aquel cuerpo delicado a su lado. Lo recordaba muy bien.
-¿Cómo llegué aquí?- habla al fin Daiki, se sentó en la cama con la sabana cubriéndole solo la parte baja de su cuerpo, dejando todo lo demás al descubierto.
-¡Que decepcionante! Tan bien que la pasamos anoche y no lo recuerdas. - bufó Asahi levantando una de sus manos recorriendole la espalda a su acompañante con las yemas de sus dedos. Le encantaba aquel cuerpo bien formado del contrario.
-Si me acordara no preguntaría.- dijo rodando los ojos. -Lo último que recuerdo es haber estado tomando en el bar. No recuerdo bien cuando apareciste. - Dice tratando de aclarar su mente, pero por la situación en la que se encontraba ya se le hacía obvio lo que había hecho esa noche.
-No importa que no lo recuerdes, puedo hacerte recordar con mi cuerpo. - Dice Asahi coqueto, se sienta de rodilla al lado de Daiki y le rodea el cuello con sus brazos.
- ¿Quién ha dicho que quiero recordarlo?- dijo frunciendo el ceño al escucharlo. No estaba contento con Asahi después de aparecer de la nada al igual como se había ido tiempo atrás. - ¿Cómo pudiste traerme aquí?- pregunto tratando de aclarar su cabeza la cual le dolía un poco.
-Viniste por tu propia cuenta, estabas tan borracho que no me reconociste. - sonrió y abrazó al mayor por las caderas desde atrás. - Te extrañé Daiki- comenta con su rostro pegado a la espalda de Daiki.
El mayor al escuchar eso se puso de mal humor. No entendía la razón de su regreso y menos sabía porque se había ido en primer lugar. No le respondió, se soltó del agarre del menor alejándose y volteando su rostro para verlo directamente. Lo recordaba, no había cambiado incluso se de l pareció más lindo que antes pero no dijo nada sobre eso.
- No me hagas reír, ahora vienes a decir que me extrañaste cuando me abandonaste sin decir nada. Eres igual que los demás o incluso peor. - comenzó a decir con algo de rabia en sus palabras. - ¿Crees que con esas palabras bonitas que dice vas a convencerme? ¿Por qué te fuiste?- tenía miedo a esa respuesta pero decidió preguntar. No estaba seguro que sentía en ese momento pero si estaba enojado.
- Me fui por Sam.- soltó Asahi sin ningún tacto en sus palabras. - Tú estabas enamorado de él y eso yo lo sabía aunque no quería aceptarlo, pero cuando no pude más no me quedó más remedio que irme y dejarte ser feliz con él.- Daiki no dijo nada, se había sorprendido ante tal declaración. - Dicen que si amas a alguien hay que dejarlo ir y esa fue la manera de demostrarte lo mucho que te amaba y que aún te sigo amando. Se que amas a Sam pero te extrañaba y regresé, no sé si fue el destino o simple casualidad pero te encontré en ese bar, me imagino que algo debió pasarte para embriagarte de esa manera.- concluyó ladeando la cabeza esperando una respuestas. No había formulado pregunta pero sabía que el mayor entendía lo que quería decir.
-Me acabo de divorciar de Sam. - dijo con un tono de voz apagado. Asahi entendió que le dolía ya que aún seguía amando a su sobrino.
-¿Quieres hablar sobre eso?- trató de simular calma pero no pudo lograrlo del todo.
-¡No!- Exclamó y se acercó a el menor empujandolo contra la cama y quedándose sobre eso. -Si lo que quieres es mi cuerpo te lo daré por última vez, no quiero que me vuelvas a buscar después de esto. - dijo fríamente, hasta en su mirada se reflejaba el enojo.
Asahi se asustó al verlo así, iba a negarse, tenía que decir que no, eso no era lo que quería. Sentía su corazón quebrarse al escuchar lo último que dijo, no tardaron ni cinco segundo en que las lágrimas de Asahi amenazaban con salir pero sus labios fueron sellados con los de Daiki en un feroz beso.
Esto estaba mal, Asahi no quería que las cosas fueran así, amaba al mayor pero se percató que ya no era igual. El mayor sólo sentía rabia por él y eso fue lo que más le dolió.
Daiki no estaba pensando bien las cosas, sólo pensaba en darle lo que él pensaba que Asahi quería, sexo con él y no iba a ser nada amable.
Daiki le sujetó las manos sobre la cabeza de este para evitar que se moviera. No era necesario quitarse ropa alguna ya que estaban desnudos. El mayor depósito algunas mordidas sobre el cuello y el pecho de Asahi haciendo que este soltara un fuerte gemido de dolor.
-Detente Daiki, no quiero las cosas así. - dijo el menor con las lágrimas desbordadas. Le había dolido pero el mayor hizo caso omiso a sus palabras y su llanto.
Daiki se posicionó en medio de sus piernas abriendolas y sujetandolas con fuerza para que no escapara y lo penetró sin preparación previa, esto provocó que Asahi se estremeciera y gritara aún más de dolor.
El mayor comenzó a moverse sin previo aviso, lo envestía con rapidez y profundidad, lo estaba haciendo a propósito para que Asahi viera que no le quería, que lo odiaba y que está mejor que se alejara aunque en realidad eso no era lo que sentía.
Después de varios minutos en constante envestidas Daiki se corrió en el interior de este. Asahi lloraba descontroladamente, le dolía como los mil demonios sólo se retorcía en su lugar con sus lágrima cayendo como si fueran cántaros.
El mayor de alejó de él sin decir nada, fue hasta el baño y se dio una ducha rápida, se puso su ropa con prisa y se fue sin decir una palabra a Asahi que estaba destrozado en la cama.
El menor lloraba y se quejaba, su cuerpo le dolía pero más le dolía su corazón el cual fue quebrado en miles de pedazos por la persona que amaba. No conocía ese lado tan cruel de Daiki pero aunque había visto eso, lo seguí amando, eso que había echo no iba a cambiar sus sentimientos por él y eso le daba más rabia. Pero ya no quería sufrir así que no tenía más opción que alejarse.
Daiki había llegado a su casa, suspiró tratando de aliviarse pero eso era inútil, ya no tenía una razón para luchar, la persona que amaba ya lo había dejado y no podía corresponder los sentimientos de Asahi. Sabía que si le correspondía lo haría sufrir y eso es lo mejor que sabe hacer.
Cada vez que siente que puede ser feliz algo sucede. No sabe cómo mantener una relación así que lo mejor era darse por vencido. Desde ese momento se convenció así mismo de que no volvería a entregar su corazón a nadie más.
Sólo buscaría el placer físico, él no está echo para esas cursilería del amor.
"El amor sólo es sufrimiento, cuando crees encontrar la persona que te complementa es cuando pierdes. En las relaciones al que se enamora pierde."
Eran los pensamientos del mayor, era lamentable que se sintiera así pero tenía sus razones.
Desde entonces sólo se dedica a su trabajo, tiene algunos amigos con derechos y cuando se da cuenta que las cosas se están poniendo algo serías se aleja. Tiene miedo a que le rompan las cerraduras con las que selló sus sentimientos.
~"Dicen que en la vida, no gana el que se va sino el que olvida"~
Le dedico este capítulo a KatherineCaballero5 perdona por tardar en publicarlo :*
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La Mansión
Fanfiction( Advertencia: este contenido contiene relaciones chicoxchico si no te gusta este genero por favor no lo leas) La historia se centra en una hermosa mansión donde los hombres homosexuales van a divertirse, pasan muchas cosas a los que viven allí...