Silencio ; Ramaela

Letras malditas

Narra Rama

-No me puedo creer que no te hayas molestado aún en dejar a Soso.-Me recriminó ella mientras cenábamos.

-Ni yo que para vengarte usaras a Bruno.-Reproché.

-No te soporto. Te haces el bueno y Soso antes mientras fuiste a la barra con Bruno me dijo que le habías escrito una canción.-Dijo molesta.

-Si, hace un tiempo, cuando éramos ''algo''.-Hice comillas con mis dedos en el aire.

-Nosotros también somos ''algo''.-Imitó mi gesto.-Y jamás me escribiste una.-Me miró mal.

-Eso no lo sabes.-Suspiré.

-¿Lo hiciste?.-Arqueó una ceja.

-No.-Negué.

-Mejor me voy a casa.-Se levantó molesta.

-Por que no me sale Micaela.-La seguí fuera del restaurante. Por suerte aún no había llegado la comida, así que no tuve que preocuparme por pagar.

-¿Por qué? ¿No te inspiro nada?.-Gritó molesta.

-Por que no sé escribirte canciones bonitas, no me salen las letras malditas.-Me exasperé.-Me encantaría haberte poder escrito una canción bonita, de esas que llenen el alma, de esas que te hacen volar, de esas que al escribirlas me dejan verte soñar, de esas que al escucharlas me dejan verte llorar, para luego decirte niña no me llores, linda no me llores, que ni tu lágrimas quieren salir de esos ojos.-Contesté.

-No mientas.-Murmuró triste.

-Nunca llegare a escribirte lo que te mereces pero si que lo pienso muchas veces  en mi cuarto a solas es diferente, preciosa deja que lo intente...Tus ojos brillantes, mis diamantes, tus labios, el caramelo de chocolate, tus manos, mi guía para tocarte, tú, mi amiga, mi fe, mi  amante.-Proseguí.

-Basta me vas a hacer sonrojar.-Rió.

-Bueno no seas tan histérica. No me sale por que nada de lo que escribo es suficiente para ti, no eres tu, es que yo no sé escribirte canciones, superas a cualquier estrofa que pueda salir de mi mente.-Acaricié su mejilla.

-De todas formas no voy a perdonarte tan rápido.-Me miró pícara.

-No, hasta que no seas mi novia más no.-Negué.

-Que idiota, yo no quería la cosa.-Dijo.

-La cosa ¿Cuántos años tienes?.-Comencé a reírme.

-De verdad que hay momentos en los que no te soporto.-Golpeó levemente mi hombro.

-Está bien, ¿Qué se le antoja ahora a la chica más celosa del mundo?.-Pregunté.

-No soy celosa.-Se cruzó de brazos.

-Eso dices en todos lados, pero demuestras otra cosa.-Le guiñé un ojo.

-¿Quieres saber lo que es sentir celos Nayar?.-Me desafió.

-¿Más? ¿Te parece poco todo lo que haces?.-Me victimicé.

-Bueno, habló el que tiene una novia Brasileña.-Hizo una mueca de desagrado.

-¡Me obligaste a salir con ella como tapadera!.-Resoplé.

-Bueno la tapadera te gusto bastante.-Soltó.

-¿Ves lo celosa que eres? y encima histérica, un cóctel explosivo.-Reí.

-Me encanta que no pierdas esa esencia de estúpido que te caracteriza, gato.-Me acusó.

-Bueno, no cambies de tema. ¿A dónde quieres ir?.-Me acerqué a abrazarla, pero ella se retiró.