Corazón de hielo

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Narra Rama

Entré al camarín verde para cambiarme y salir a festejar con las fans a la salida nuestra merecida competencia. Mientras pasaba por el pasillo vi a Micaela y Pitu. Se estaban besando. Yo me quedé mirándola sin entender. Me quedé blanco, pensaba que era una ilusión. Ella me miró con los ojos llenos de culpa. Él suspiró comprometido por la situación.

-Buenas noches.-Sonreí falsamente y continué mi camino.

-¡Rama espera!.-Me llamó la rubia. La ignoré y entre al camarín.

-¿Qué me vas a decir? ¿Lo mismo que con lo de Lucas? Tú me obligaste a quererte, para ahora hacerme odiarte, me obligaste a que te cantara, a que te hiciera una canción y ya no quieres escucharme. Ahora te miro y no encuentro nada, tu no eres lo que yo esperaba.-La miré de arriba abajo.-Con ese corazón de hielo fingiendo, llorando y yo fui tu consuelo. Yo te quise tanto y ahora me arrepiento.-Dije molesto.

-No puedes hacerme esto Rama, ahora no.-Negó con la cabeza.

-Nadie te va a querer ni te va a cuidar como yo, no tienes cara ni para pedir perdón.-Tiré al suelo las cosas con furia.

-No me estás dando ni la oportunidad de hablar Ramiro.-Gritó.

-Es que no me interesa. Tus palabras se las lleva el viento, no valen nada Micaela ¡nada!.-La miré con rabia. Pude ver como sus ojos verdes se cristalizaban.

-¿Te vas a ir?.-Preguntó al borde del llanto.

-Por supuesto que sí, mañana te veo.-Me dirigí hacia la puerta.-Tercero en discordia, siempre fui eso.-Reí amargamente recordando sus palabras en el directo del programa.


Narra Mica

-¿Estás contento?.-Le pregunté a Pitu.

-Era una apuesta, no es mi culpa que justo tu novio pasara por aquí.-Se quejó.

-¡No es mi novio y ahora nunca lo será por tu culpa!.-Chillé molesta.

Ahora si que no me iba a creer. No iba a querer verme la cara. Otra vez pecando de idiota no le conté las cosas. Pero sabía que él iba tomárselo mal, es una apuesta que viene desde el final de la 8 G desde antes de dejarlo.

¿Acaso podía pasarme algo más? el mejor día de mi vida se acababa de ir un poquito bastante a la mierda. Quería arrancarme los pelos de la cabeza de la impotencia, y ahora encima me tocaría salir a fingir.

Hablando de eso ¿y si salía a celebrarlo? ¿y si se iba con otra? no, no. Eso no iba a suceder. Salí corriendo por todos los pasillos, estaba en recepción apunto de salir, hablando con Tito nuestro preparador físico en el programa.

-¡Rama espera!.-Grité casi sin aire. Él se despidió de Tito sonriente y acto seguido se acercó a mi con cara de perro con la rabia.

-¿Qué quieres?.-Dijo de mala gana.

-¿Vas a salir?.-Traté de controlar mi respiración.

-No, me voy a quedar aquí a dormir.-Ironizó.

-Imbécil, me refiero a si vas a salir de fiesta.-Rodé mis ojos.

-Eso a ti no te importa.-Se encogió de hombros.

-¿Es enserio?.-Lo miré mal.

-Muy enserio. Ya no eres más que una compañera de trabajo. Fin.-Suspiró.

-Por encima de mi cádaver Nayar.-Lo desafié con la mirada.

-Ah sí ya ¿o sino que vas a hacer? ¿me vas a perseguir por toda la ciudad evitándolo? haz tu vida con tu nuevo novio que yo haré la mía.-Se dio media vuelta. Yo lo agarré del brazo y tiré con fuerza.

-No es no, quiero que me escuches.-Lo retuve.

-¿Puedes actuar como una persona madura?.-Preguntó.

-¿Yo soy la inmadura? ¡Eres tú quien no quiere escucharme!.-Le reproché.

-Eso no es ser inmaduro, es ser inteligente.-Rodó sus ojos.

-Está bien, haz lo que quieras.-Me hice la superada.

-Al fin.-Resopló.

-No te hagas el duro igualmente.-Lo miré mal.

-Ni tu la que está toda bien.-Contestó.

-Bueno. Yo no voy a salir.-Me miré disimuladamente las uñas.

-Yo tampoco ¿puedes dejar de ser tan perseguida?.-Dibujé una sonrisa en mi rostro.-Borra esa cara, mañana si que saldré.-Me miró fijamente.

-Mañana cuando me escuches vas a cambiar de idea.-Me encogí de hombros convencida de lo que decía.

-Eso no va a suceder Micaela.-Negó con la cabeza.

-No me importa tener que encerrarte en cualquier habitación, me da igual.-Le avisé.

-Está vez no.-Sonrió.

-¡Basta!.-Hice un puchero.

-Sigue intentándolo.-Se dio media vuelta y salió a celebrar con sus seguidoras.

Yo volví molesta al camarín. Esto no podía acabar así. Tenía que intentarlo. Ahora me tocaba remarla a mi. Por primera vez yo, Micaela Viciconte la iba a remar.

Me cambié de ropa y me dirigí a la salida del estudió. Suspiré pesadamente y puse mi ''mejor'' cada de felicidad. Me sentía orgullosa por mis logros, pero ahora acababa de perder a alguien importante. Y posiblemente para siempre.

Importante que lean mi nota, puede ser que este capítulo sea el final de la novela...¿o no?

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Dije que iba a haber Ramaela, pero en ningún momento dije que iba a ser perfecto. Después de como estuvo ayer todo el temita con Pitu de por medio tenía que aprovecharlo jajajaja. ¿Será este capítulo el final de la novela? ¿Debería acabarla así? ¿Fin de generación y fin de la novela? no sé, díganme ustedes en los comentarios.

Quería incluir el pedacito de una canción de un cantante demasiado especial para mi, no sé si reconocerán la estrofa.

Gracias por leer, votar y comentar. Xx.

Silencio ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora