Narra Mica
-No me puedo creer que me hagas quedar como un idiota en mi propia casa.-Lanzó por el aire algunas cosas que había en su escritorio. Estábamos en su habitación discutiendo.
-¿Qué esperabas después de lo de esta mañana?.-Enarqué una ceja.
-Cualquier cosa menos que volvieras a ''intentarlo'' con tu ex.-Hizo comillas en el aire.
-A él si le importo.-Susurré.
-¿Se puede ser más cínica? sabes que no es así.-Me miro sin poder creer mis palabras.
-Estoy cansada de fingir y ocultar las cosas.-Estallé.
-¡Eres tú la que quería tenerlo todo en secreto!.-Alzó la voz.-Encima en mi propia casa, no tenías bastante con ir al cine de salida romántica, por supuesto que no, ella tenía que traerlo a la cena también.-Se sentó en la orilla de su cama.
-Tú me has invitado.-Recordé.
-A ti, al equipo VERDE DE LA NOVENA GENERACIÓN, y a Pity que es amigo junto con Cami. A él no.-Rectificó.
-Como sea.-Resoplé molesta.
-Espero que estés contenta. Vuelves al programa, tienes tu deseada reconciliación con Pitu...a Micaela todo le sale bien, siempre.-Sentenció, acto seguido salió de la habitación dejándome sola allí.
Narra Nacho
Mi hermano y sus nuevos mejores amigos estaban en el patio haciendo un asado, y cenarían allí afuera. Yo decidí acercarme sólo a por unos pedazos y volver al interior de la casa. Si tenía buena relación con algunos, a otros prefería no verlos. Congo, Damián, Pity, Brenda, Camila, Micaela, Pitu...estaban todos.
Terminé de cenar y subí a mi habitación a mirar algo de tele. Al rato, después de unos veinte minutos o así pude sentir como alguien subía las escaleras y entraba en la habitación de mi hermano que estaba pared con pared a la mía. Supuse que era él hasta que empecé a escucharlo a hablar. La segunda voz pertenecía a Micaela, como no.
Había escuchado toda la pelea. Por fin mi hermano le plantaba cara y dejaba de ser un sumiso que le consentía todos sus caprichos y todas las cosas malas que hacia. Por fin le había puesto unos límites y le había parado los pies. Nunca pensé que llegaría ese momento.
Escuché como salió de allí y decidí acercarme, sentí los pasos de una persona bajar las escaleras, con suerte la rubia seguiría allí así que decidí apresurarme antes de que se fuera.
-¿Problemas en el paraíso?.-Me recargué en el marco de la puerta de la habitación de mi hermano.
-Cállate.-Me fulminó con la mirada.
-Si tanto te importara dejarías de estar en un tira y afloja constante con tu ex.-Alcé una ceja.
-No vengas a darme consejos, sé lo que hago y a la gente que tengo a mi lado. Tú no puedes decir lo mismo, ¿Qué pasa? ¿Traición en el paraíso? que puñalada de tu amiguito Sergio a Paula.-Me miró desafiante.
-No quieras tapar tus problemas metiendo los de otros. Es como querer tapar el sol con un dedo. Algo inútil. Además tu no eres Sergio ¿o sí?.-La miré inquisitivamente.
-No sé que me pasa con Pitu.-Se mordió la lengua y negó con la cabeza.
-Cuando pasas mucho tiempo con alguien, aunque el amor se acabe, la costumbre, la rutina, el cariño...te persiguen y te machacan psicológicamente. Te hacen creer que esa persona es indispensable en tu vida. Es como el móvil, pasamos tantas horas con él en la mano, que si nos lo quitaran perderíamos la cordura y se nos harían eternas las horas. Con las personas es igual, a veces ya no sentimos lo mismo, pero el hecho de haber compartido tantos momentos y tanto tiempo nos hacen creer que todo sin esa persona va a ser distintito y malo.-Razoné, tratando de dar explicación a la inquietud de la chica de ojos verdes.
-Jamás pensé que oiría salir de tu boca ese tipo de reflexiones.-Me miró fijamente, como si tratara de descifrar el enigma más complicado del mundo.
-Hay muchas cosas que no sabes de mi.-Me encogí de hombros.
-Lo mismo digo.-Me miró molesta, como a modo de reproche por todas aquellas veces que la juzgué.
-Sí pero sé algo. Esto no va a llegar a buen puerto. Lo que no funciona una vez, raramente funciona dos, ya sabes...segundas partes nunca fueron buenas. Es como ver la misma película dos veces, por mucho que la mires y analices, el final no va a cambiar.-Expliqué.-Y puede que cuando te arrepientas, mi hermano no esté.-Sentencié.
-No quiero perder a Rama. Pero estoy muy confundida.
-Algo me dice que si has venido hasta aquí con Pitu no ha sido para intentar afianzar la reconciliación con él, sino para ver que ocurría. Tu subconsciente lo ha hecho así.-Reí divertido.
-Mi subconsciente y mi consciente...pero aún así.-Se rascó la nuca como síntoma de duda y nerviosismo.-No sé lo que siento. Es algo raro.-Frunció el ceño.
-Se llama amor Micaela, pero tienes un orgullo demasiado grande para reconocerlo.-Contesté.
Narra Rama
Salí de la habitación y bajé las escaleras. Traté de tranquilizarme y volví al patio con mis amigos, los cuales estaban sentados en la mesa hablando y riendo.
-¿Y Mica?.-Preguntó Congo.
-Está en el baño.-Contesté mientras me sentaba en una silla al lado de Camila la cual me miró divertida.
-Eres muy malo mintiendo.-Me susurró al oído.
-Ya, a otros se les da mejor ese papel.-Mascullé entre dientes.
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Silencio ; Ramaela
FanficEso es lo único que quedaba entre nosotros, un silencio que era tan tenso que cortaba la respiración, ¿Qué se supone que pasa después? «No actúes como si me conocieras» «¿Es un aviso?» «Esto puede dejarte sin respiración o con una desagradable cicat...