Narra Rama
Me puse la ropa, algo arreglado pero informal, adecuado para lo que íbamos a hacer, algo tranquilo. En lo que más tarde fue en peinarme, estaba por arrancarme el pelo porque no quedaba como a mi me gustaba, aunque después de varios suspiros y mi desesperación logré estar listo. Me eché perfume, y me miré al espejo por última vez.
-Las llaves del auto.-Le dije a Nacho mientras bajaba las escaleras.
-Que ganas de matarte.-Rodó sus ojos mientras me veía bajar.
-Que ganas de matarte tienes.-Reí.
-¿No era que estabas con Soso?.-Preguntó mientras me tiraba las llaves.
-Eso nunca pasó, no me vengas con el discursito ese ahora para lavarme la cabeza.-Le miré cansado.
-Para eso ya la tienes a Micaela.-Bufó.
-Bueno yo no puedo ni ver a tu novia y no te odio por eso.-Recordé.
-Micaela no es ni tu amiga, no tengo por que respetarla.-Respondió.
-Ah el respeto no existe, ni para una mujer, ni para tu hermano.-Reí incrédulo ante su estupidez.
-No seas dramático. Si te hace feliz bien, pero luego no vengas a mi a llorarme.-Me fulminó con la mirada.
-Es mi amiga, déjate de joder, vamos a comer a un sitio de comida rápida y ya estás proyectando boda.-Reí, él me siguió la risa y me despidió.
Durante el camino a su departamento hice una lista mental de palabras clave a no mencionar para no cagarla, pero seguramente lo haría, Mica es irascible y yo suelo tener facilidad para meterme en jardines repletos de espinas, me quemo solo.
Estacioné el auto, y esperé unos minutos pensando en lo extraño que era todo. Todos veían como intentaba acercarme a Mica, algunos lo veían como una amistad, otros como algo más, era obvio que yo trataba y era, y soy cariñoso con ella, la abrazo, la persigo, juego con ella...pero a veces es tan fría que duele, es como si no se diera cuenta de que su mecanismo de defensa resulta hiriente, a veces quiero abrazarla y me aparta. Entiendo su postura, pero a veces me siento como mal, rechazado. De todas formas ella me tiene cariño, aunque no lo exprese, a veces corresponde mis abrazos, me alienta, me defiende, juega conmigo, y hasta me invitó a su cumpleaños.
Narra Mica
El timbre sonó, terminé de ponerle la cadena a Aloha y me miré al espejo. Llevaba un top lencero blanco que llegaba dos dedos por encima de mi ombligo, unos vaqueros negros rotos y unas zapas blancas a juego con el top. Me retoqué el labial y abrí.
-Hola.-Saludé a Rama sonriente.
-Hola chicas.-Dijo divertido refiriéndose a mi y Aloha.
-Que producido señor Nayar.-Lo miré riéndome.
-Que sexy señorita Viciconte.-Me respondió en el mismo tono.
-¿Vamos idiota?.-Le saqué la lengua.
-Si.-Sonrió.
Subimos a su auto y puse a Aloha sobre mis piernas.
-Pedimos en el mac auto, y luego estacionamos cerca de la plaza y ahí Aloha ya es libre.-La acarició.
-Perfecto.-Contesté.
Durante el camino estuvimos hablando, me contó lo de su hermano y no paramos de reír haciendo bromas. Pedimos en el mac auto y se dirigió hacia la plaza.
-No conocía este lugar.-Dije bajándome con Aloha.
-Es hermosa.-Me miró sonriente mientras sacaba las bolsas, yo agarré las mantas y con la otra mano sujetaba la cadena de Aloha.
ESTÁS LEYENDO
Silencio ; Ramaela
FanfictionEso es lo único que quedaba entre nosotros, un silencio que era tan tenso que cortaba la respiración, ¿Qué se supone que pasa después? «No actúes como si me conocieras» «¿Es un aviso?» «Esto puede dejarte sin respiración o con una desagradable cicat...