Ira

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Narra Micaela

Era domingo y tocaba grabar. En realidad todos los días íbamos allí a entrenar, probar juegos nuevos...pero grabar en este estado era lo último que me apetecía. Me cambié de ropa, me lave la cara y me hice dos trenzas. Despedí a Aloha con unas galletitas y una enorme sonrisa y me fui.

Durante los 20 minutos de trayecto, no paraba de pensar en todo lo que había pasado y como llegamos a este punto. Jamás me imaginé que todo esto iba a acabar así. No es que hayamos acabado en malos términos, pero tampoco somos muy amigos, nunca creí posible que entre dos ex pudiera haber buena relación, para mi si se acaba se acabó.

Estacioné y me bajé del auto y me dirigí a los camarines. Entré de mala gana, resoplando, no me apetecía nada estar allí. Una mano tocó mi hombro y me sobresalté, en respuesta le di un puñetazo inconscientemente a la persona, descargado mi rabia y mi ira acumulada.

-¡Ay!.-Gritó, me giré y era Ramiro.

-Lo siento.-Murmuré empezando a notar lo que acababa de hacer.

-¡Estás loca!.-Gritó Paula con bronca.

-¿Qué no ves que no me di cuenta estúpida? además fue el quien me asustó.-Repliqué con voz fría.

-Eres ridícula, capaz por TV hacías un papel, siempre lo pensé, pero no. Eres horrible.-Me rebatió.

-Ya Pau...-Intervino Rama.

-Si, no vale la pena. Mejor vamos.-Se lo llevó con él.

Rodé mis ojos y me senté en un sofá que había. Nadie se atrevió a decir nada, reinaba el silencio, pero sentía como sus miradas se clavaban en mi.

El día transcurrió sin nada nuevo. Ganamos, pero tampoco me hizo especial ilusión. Quería huir de todo y de todos, de la situación en sí. Mi mal carácter estaba empezando no sólo a perjudicarme a mi, sino también a otros. Durante todo el programa no paraba de pensar en lo que había hecho. Quise acercarme a hablar con él, pero solo estaba con Soso, así que ni modo. Me dirigí hacia mi auto, abrí la puerta y cuando estaba por subir una voz me llamó.

-¡Mica!.-Esa voz, era Rama. Sentí una mezcla entre alegría y tristeza.

-Rama.-Sonreí como pude. No me salía ser amable de normal, pero estando así menos.

-¿Estás bien?.-Preguntó.

-Yo debería preguntarte eso.-Sonreí sinceramente, incrédula por sus palabras.

-No ha sido nada.-Se encogió de hombros.  Yo sonreí ante su actitud conciliadora.

De repente apareció un auto blanco, estacionó a unos metros. Los dos nos quedamos mirando curiosos. De él salió...Pitu y otra chica, y ¿estaban de la mano? genial, ahora todos se enterarían. Apreté los puños llena de rabia, pensaba que habíamos acabado bien y viene a humillarme en mi lugar de trabajo. Esto no se va a quedar así. Bajé del auto y cerré detrás de mi la puerta con ira y me dirigí corriendo furiosa hacia él.


Narra Rama

Estaba desconcertado, ¿no se suponía que Mica estaba de novia con él? me acaba de explotar la cabeza en mil pedazos. Me giré a verla y pude distinguir la rabia, furia, enojo e ira en sus ojos. Cerró la puerta de su auto y antes de que me diera tiempo a reaccionar ella ya estaba gritándole.

-¡Te piensas el rey del mambo! quedamos en no armar escándalo y no sólo estás en mi lugar de trabajo, sino que con tu nueva amiga.-Pude ver como su bronca acumulada salía de su interior, me acerqué y me puse a su lado, ella me miró pero apenas me prestó atención.

Silencio ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora